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Abuso policial

Condenan a seis meses de prisión a un agente de la Guardia Urbana por maltratar a un detenido

infoLibre

La sección 9 de la Audiencia de Barcelona ha condenado a un agente de la Guardia Urbana a seis meses de prisión por un delito contra la integridad moral al maltratar a un hombre en la comisaría de La Rambla de la ciudad, según informa Europa Press.

La sentencia también le inhabilita durante dos años para trabajar como policía y le impone indemnizar con 3.000 euros a la víctima.

El tribunal considera probado que el agente le golpeó en la cabeza y en la espalda, aunque los magistrados le han absuelto del delito de lesiones por el que también fue juzgado.

Los hechos probados en la sentencia señalan que la madrugada del 30 junio de 2016 hubo un incidente de tráfico entre el agente, que conducía su vehículo privado de camino al trabajo, y la víctima, que iba en bicicleta: terminó en un enfrentamiento por el que otro Juzgado les investiga a ambos por presuntos delitos de lesiones.

A consecuencia del incidente, el hombre fue conducido hasta la comisaría de La Rambla y estaba en la sala de espera cuando el agente llegó a su puesto de trabajo, y le gritó: "Esto lo vas a pagar. Tócame otra vez, te reviento. Esto lo pagas tú y te reviento".

Mientras tanto, el policía "le propinaba golpes, por la cabeza y la espalda, no pudiendo precisarse en qué consistieron tales golpes, ni fueron manotazos, puñetazos, tortazos u otro tipo de golpes", y por los que sufrió varias lesiones en la cabeza que tardaron dos meses en curar.

La defensa aportó como prueba el audio que el detenido grabó durante los hechos, en el que además de al policía se oyen varios golpes secos y a una mujer decir "no lo pegues".

Irídia ve "una buena noticia contra la impunidad"

El abogado de la acusación, Andrés García Berrio, codirector del Centre per la Defensa del Derechos Humanos - Irídia, ha expresado en declaraciones a los periodistas que considera la sentencia "una muy buena noticia contra la impunidad".

Ha destacado que el detenido era una persona racializada, ante lo que ha sostenido que "hay un problema de racismo en los cuerpos policiales que se debe abordar de manera profunda".

Considera que fue "determinante que la persona detenida decidiera grabar con el móvil lo que pensaba que iba a pasar porque tenía miedo", y ha criticado que nunca han llegado a la causa las imágenes de las cámaras de seguridad de la comisaría.

Ha reprochado que ningún agente denunció los hechos, y ha pedido mejorar los mecanismos de control y conservar hasta seis meses las grabaciones de los espacios de custodia de detenidos.

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