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Crisis del coronavirus

19 planes para quienes no acuden a vacunarse: repescarles, llamarles para hacer pedagogía... o ignorarles

Una persona recibe una dosis de vacuna en el Wizink Center de Madrid.

¿Hay una segunda oportunidad para quienes no se han vacunado al recibir la llamada? Depende del motivo pero, sobre todo, depende de cada comunidad autónoma. El Ministerio de Sanidad no ha propuesto ningún criterio común en ninguna actualización del protocolo de vacunación para estos casos. Los expertos creen que no debería tratarse igual a una persona que rechaza de plano cualquier vacuna y a otra que manifiesta miedo a efectos secundarios y posteriormente se anima, o a alguien que no puede acudir a la cita por cualquier motivo. Cada comunidad autónoma utiliza un criterio distinto, aunque la mayoría no tienen problema, mediante una llamada, para readmitir a quien se arrepiente. Otras, incluso, ejecutan una repesca de segundas llamadas a quienes no acudieron o se negaron a inmunizarse en la primera tanda, buscándoles de manera activa. Las menos siguen adelante sin ninguna campaña o acción de captación. 

Extremadura, por ejemplo, distingue entre personas que manifiestan un rechazo expreso o personas que no pueden acudir a la cita. Las primeras "pasan a ocupar un listado sobre el que se actuará al final del proceso para ver si han cambiado de opinión. Y siempre pueden acudir a vacunarse en los llamamientos que algunas áreas de salud hacen a voluntad y sin cita previa para los nacidos en un año concreto", explican fuentes de su Consejería de Sanidad. Las segundas pueden llamar a su centro de salud para retomar la cita, como la mayoría. Cataluña, al contrario, no excluye a nadie y, sea cual sea el motivo, "pueden ponerse en contacto más adelante con su centro de Atención Primaria para buscar otra fecha", al igual que La Rioja, cuyo departamento de Salud explica: "Hayan manifestado o no motivo o razón por la que descartan la cita que se les asigna, desde Salud, a todas las personas se las vuelve a invitar en una segunda y tercera o cuarta ocasión, si se diese el caso, a que se vacunen". 

El mismo ánimo reconciliador funciona en Castilla-La Mancha que, a diferencia de otras regiones, al terminar un grupo hacen "repesca activa" de los no vacunados. A los que no acuden a la cita se les vuelve a citar, y a los que la han rechazado y se arrepienten "se planifica nueva vacunación, según disponibilidad de dosis". La Comunitat Valenciana anunció este mismo sábado que se realizará una segunda tanda de llamadas a las personas que no hayan recibido correctamente la cita para vacunarse, de acuerdo a su grupo, así como a aquellas que han rechazado la dosis, en este caso para obtener información "más precisa" y las razones por las que no han acudido. Baleares, por su parte, especifica que los que manifiestan una negativa expresa a inmunizarse "quedan fuera del calendario de vacunación". "No obstante, si cambian de idea, basta que se pongan en contacto con el teléfono de información de vacunas y automáticamente se les integrará de nuevo en el calendario".

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Galicia, por su parte, va un paso más allá: al final de la vacunación, llamará a las personas que han manifestado su negativa a vacunarse e intentará convencerlas. Así lo explicó el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. "¿Vamos a llamarlos a todos otra vez? La respuesta es que sí, a todos los que no fuimos capaces de localizar, que son los menos, y, sobre todo, a aquellos que lo rechazaron, porque tenemos que convencerlos de que se vacunen", aseguró el pasado miércoles. Aragón, sin embargo, se distancia del resto: su sistema de "autocita", en el que el sistema de salud manda un SMS a los convocados para apuntarse en la web, les impide saber los motivos del rechazo. El modelo ha causado muchas críticas por los colapsos de la página y la inaccesibilidad para personas mayores no acostumbradas a la tecnología. 

En resumen: si el lector no pudo acudir a la cita por razones ajenas a su voluntad, no hay motivos para preocuparse: llame a su centro de salud o al número habilitado a tal efecto por cada comunidad autónoma, y le recolocarán. Si el lector manifestó un rechazo expreso a vacunarse, no es tan fácil. En el fondo, es una decisión ética, pese a que no está incluida por el protocolo de vacunación –que sí considera otras decisiones éticas, como la priorización entre tramos etarios o profesiones esenciales–. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, lo zanjó así: "Si alguien decide no vacunarse, pues por ahora no se vacunaría". Pero las autonomías están siendo más laxas. 

El presidente de la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas (Anevac), José Antonio Forcada, cree que habría que diferenciar entre varios tipos de rechazo: el que se produce por miedo a efectos secundarios o el que se produce por una negativa a la vacuna sin más. "Una cosa es el rechazo por el rechazo y otra cosa es eso. Se les debería dar una segunda oportunidad". Por eso es importante, incide, escuchar al paciente y entender –e intentar empatizar– con sus motivos, sin justificarlos. Sin embargo, el especialista cree que es arriesgado, en base al temor a la vacuna de AstraZeneca, esperar para que, en una segunda ronda, le inoculen la solución de Pfizer y de Moderna. "Eso puede salirle bien o no". No hay posibilidad en España de decidir qué producto recibir y no hay visos de que sea posible en un futuro cercano.

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