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Ribó, el transhumante

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Jesús Moncho

¿Quién no recuerda cuando el alcalde de València, Joan Ribó, entraba en el Ayuntamiento en bicicleta? Era una imagen romanticosa, como de otro tiempo, evocadora. ¿Se lo ha pensado mejor? ¿Ahora va a pie?... ¡Vaya!, parece como si los tiempos se reinventaran, lo bueno siempre vuelve. Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Venga, a peatonalizar calles y plazas. Pasear es salud, contamina menos, no produce ruidos..., ¿qué más queremos?

Ganaremos en salud. Aunque ya sabemos que "salud, dinero y amor", el pack entero al mismo tiempo, es difícil. Pero todo es empezar. Iniciamos con salud, marcamos camino y, tal vez, ya irán viniendo dinero y demás... Ribó es pragmático y sabe lo que se hace. Se ha propuesto peatonalizar media València: Plaza del Ayuntamiento, Plaza de la Reina, Plaza Pintor Segrelles, Plaza Patraix, San Agustín, Brujas, la Lonja, el Mercado, Giorgeta, Avenida del Puerto... Todos a pie. València, antigua ciudad de alpargatas, ahora de deportivas con logo. Ir al teatro a mostrarse y lucir es cosa ya del pasado, ahora toca pasearse por València, es cool, es sano. Es pertinente, tal como nos diría Joan Ribó.

Oiga, ¿y cómo iré a mi párquing privado o llevaré el equipo wifi y televisor gigante más el sofá que he comprado en Ikea?... Ribó se cura en salud, está casi todo previsto, miren, Art. 54.1 de las Ordenanzas: "Las personas residentes en la ciudad de València tienen el derecho de acceder con su automóvil privado hasta su plaza de garaje bien regulada. Y también el Ayuntamiento velará para que puedan acceder hasta las proximidades de su domicilio para carga o descarga de bienes y otros efectos, o para la recogida de personas con problemas de movilidad",

Pero siempre puede salir alguien diciendo que la libertad tiene un origen natural, por no decir divino, y su fundamento reside en la soberanía individual, por lo tanto, ni Ribó ni santa Rita me tienen que decir a mí cuántas copas de vino puedo tomar o si quiero ir en coche o a pie; ¡libertad!

De todos modos, recursos contra las concesiones de peatonalizaciones le han caído sin fin a Ribó, con la idea de paralizarlo todo. Es como si a Ribó le hubiera caído encima el mal de ojo, pero él, a pecho descubierto, ha acabado imponiéndose contra todo y contra todos, él, que había solventado el pago a proveedores, había terminado con el plan de ajuste, había reducido el endeudamiento del municipio y aumentado los servicios sociales; igual como el bravo arcángel San Miguel en el principio de los tiempos, contra todos los emboscados y amantes de las tinieblas, aunque fuera, es verdad, a espadazos. Ribó con palabras. Pero, como San Miguel, ¡ambos a pie!, a diferencia de otros, como San Jorge, siempre a caballo, el caballo que era el vehículo de aquellos tiempos. Ribó, como San Miguel, el transhumante, a pie. ¡Todos a pie!

Jesús Moncho es socio de infoLibre

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