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Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

Comunidad de Madrid

Ayuso logra con el apoyo de Vox el control absoluto de Telemadrid a cambio de recortes

La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, junto al consejero de Presidencia, Enrique López.

El Gobierno de Ayuso consigue superar in extremis su primer gran obstáculo de la legislatura. Tres meses después de ser designado a dedo por el Ejecutivo regional, José Antonio Sánchez ha obtenido este jueves la ratificación de la Asamblea para estar al frente de Radio Televisión Madrid (RTVM). El visto bueno de la Cámara lo ha obtenido gracias a la mayoría absoluta que suman en el hemiciclo PP, que fue quien impulsó la reforma legislativa para tumbar a la anterior dirección y hacerse con el control de la cadena, y la ultraderecha. El voto favorable de Vox, que se abstuvo la semana pasada en la primera vuelta, ha sido posible gracias al acuerdo alcanzado a última hora con los conservadores. Un pacto que lleva aparejado un recorte presupuestario en un ente público profundamente marcado por la etapa negra de Esperanza Aguirre y que en los últimos años había conseguido incrementar las audiencias y tener unas cuentas saneadas.

La votación de este jueves era clave para los conservadores. El primer gran obstáculo al que se enfrentaba Ayuso desde que revalidó la Presidencia. El Ejecutivo regional se jugaba poner el broche a su asalto a Telemadrid. Una maniobra que se inició el pasado mes de julio con la reforma normativa que hacía caer a su anterior jefe –José Pablo López– y que siguió con el nombramiento de José Antonio Sánchez como administrador provisional y, con él al frente, con los cambios dentro de los equipos directivos. Con eso resuelto, ahora había que ratificar parlamentariamente al periodista al frente de la cadena. Se intentó la semana pasada en primera vuelta, pero fracasó al no obtenerse la mayoría de dos tercios requerida –91 diputados–. En este segundo intento, a los conservadores les valía con una mayoría absoluta, para lo que necesitaban sí o sí el voto afirmativo de Vox, que en todo momento puso como coste para su respaldo un recorte en el presupuesto de la radiotelevisión pública.

Al final, la extrema derecha ha dado su visto bueno. Y, con 76 votos a favor frente a 58 en contra, Sánchez podrá ser administrador del ente por tiempo indeterminado, porque la ley no fija límites a la transición y el relevo sólo se produciría con el nombramiento de un director general, que requiere una mayoría de dos tercios que no suman ni el bloque progresista ni el de derechas. Lo ha hecho tras alcanzar un acuerdo con el PP. Un apretón de manos que ha llegado in extremis. De hecho, cuando apenas quedaban veinticuatro horas para la votación, la ultraderecha no veía ninguna propuesta atractiva sobre la mesa en los contactos que mantenía con los conservadores. “Aún no nos han presentado un plan serio para Telemadrid”, decían desde el partido. Sin embargo, en la mañana de este jueves los nubarrones empezaron a despejarse. “Todo apunta a que habrá acuerdo”, deslizaba la líder de Vox, Rocío Monasterio, en la comparecencia previa al inicio de la sesión parlamentaria. Eso sí, dejaba caer que todavía quedaba tiempo para seguir negociando.

Un recorte del 10%

Al final ambos grupos consiguieron cerrar un pacto antes de la votación, que desde la extrema derecha se ha vendido como una auténtica victoria. “El PP ha cedido”, ha aseverado Monasterio. En concreto, se ha acordado una neutralidad informativa en Telemadrid e incrementar la transparencia respecto a las empresas con las que se contrate o subcontrate, publicando trimestralmente todos los contratos que se suscriban con las mismas y las actas de titularidad real de las mismas. "El PP ha tardado, pero al final se ha enterado de que los madrileños han decidido que los votos de Vox sean los decisivos. Este acuerdo es una oportunidad para que nos puedan demostrar que no son el PP de Murcia, Andalucía, Ceuta o el Ayuntamiento de Madrid. Todos ellos nos han traicionado", ha dicho desde su escaño el diputado de la ultraderecha José Luis Ruiz Bartolomé en los minutos que cada grupo ha tenido para explicar el sentido de su voto en la Cámara.

Pero la cuestión más importante es la económica. Ambas formaciones han pactado un recorte del 10% del presupuesto. Actualmente, el contrato programa, que se firmó un par de semanas después de las elecciones autonómicas, sitúa la aportación pública para 2021 en los 74,8 millones de euros, una cantidad que será revisada en 2022 y 2023. Por tanto, el tijeretazo será de unos 7,5 millones de euros. "Eso es algo que se tendrá que incluir como una adenda en el contrato programa y en la próxima ley de presupuestos", ha explicado al término del Pleno Monasterio. El pacto, ha dicho, ha sido suscrito por ella misma y el consejero de Presidencia, Enrique López. De hecho, la líder de Vox ha asegurado que su interlocución durante las negociaciones ha sido en todo momento con el dirigente conservador y no con el Grupo Parlamentario Popular, por mucho que fuese este quien registrase la proposición de ley que permitió la caída de la anterior dirección. 

"Hasta siempre, se van ustedes con Ciudadanos"

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“Aquí no hay trigo limpio. Resulta curioso que escasos meses después de firmarse el contrato programa se opte por recortar un presupuesto que es el más barato del conjunto de las televisiones públicas”, señala en conversación con este diario Luis Lombardo, presidente del Comité de Empresa de Telemadrid. En este sentido, se pregunta dónde va a ir dirigido el recorte. “Lo primero en lo que uno pone el acento es en los trabajadores. La plantilla es muy reducida. Tenemos alrededor de 500 trabajadores, con una carga de trabajo elevada. En este terreno, por tanto, es complicado poder asumir cualquier tipo de recorte”, dice Lombardo. La tijera, por tanto, puede meterse en la partida dedicada a las productoras. De todos modos, cualquier recorte en ese campo, apunta, también “afectará negativamente” al “servicio público”.

Tras la votación, la oposición ha dedicado sus intervenciones en poner el foco sobre la extrema derecha. "Estos señores van a utilizar Telemadrid contra ustedes, les van a dejar sin hueco. Hasta siempre, se van ustedes con Cs. Enhorabuena", dijo a la bancada de Vox el diputado de Más Madrid Hugo Martínez Abarca. "Son ustedes expertos en soplar y sorber a la vez", ha señalado la diputada de Unidas Podemos Vanessa Lillo, quien se ha mostrado convencida de que el verdadero plan de los dos partidos pasa por que la televisión pública se "desangre lentamente" mientras ellos "se reparten el pastel". La diputada socialista Isabel Aymerich también ha expresado sus dudas respecto a un "acuerdo" que considera "opaco". "Va a tener un precio contra los profesionales de la casa y la calidad informativa", sentenció la parlamentaria del PSOE, que ya ha recurrido ante el Tribunal Constitucional la reforma de la ley de Telemadrid.

Pero, para entonces, el PP ya respiraba tranquilo. Los conservadores habían logrado culminar con éxito el asalto que iniciaron pocas semanas después de que Ayuso revalidase su puesto en la Puerta del Sol. Y se lo agradecieron a sus socios preferentes en la Cámara regional. "Muchas gracias por queder una Telemadrid transparente, austera, estable y despolitizada. Hoy lo que se ha conseguido es dotar de estabilidad a la empresa pública", ha sentenciado desde su escaño la diputada del PP Almudena Negro. La misma que hace año y medio abroncaba a José Pablo López en la Asamblea diciéndole que si se es "alto cargo del Gobierno" le debe a este "lealtad institucional".

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