Casado critica en Buenos Aires la acción de la justicia argentina contra los crímenes del franquismo

El presidente del PP, Pablo Casado, inició este martes en Buenos Aires su minigira por el cono sur americano criticando a la justicia argentina por haber dado trámite, en aplicación de los principios de justicia universal, a una querella contra los crímenes del franquismo.

En su intervención, justo después de entrevistarse con el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Casado situó al mismo nivel los crímenes del franquismo que la Transición. “Aquí, por ejemplo”, señaló en referencia a Argentina, “hemos visto procesos judiciales incluso contra personajes claves de la transición española. Algo que siempre el PP ha rechazado. Nosotros pensamos que la transición española es un ejemplo incluso para otras transiciones de regímenes dictatoriales a la democracia en países como en el que estamos o en Chile”. 

La jueza argentina María Servini de Cubría, que instruye la causa que investiga los crímenes del franquismo, procesó el 16 de octubre por cuatro homicidios a Rodolfo Martín Villa, exministro de Gobernación entre 1976 y 1979. En concreto, la decisión judicial se centra en la masacre del 3 de marzo en Vitoria y en la brutal represión de los Sanfermines de 1978. Aunque la magistrada ha dictado prisión provisional, ésta no se hará efectiva por la "eximición" que en su momento le fue otorgada. Además, el auto impone un embargo de sus bienes hasta completar una suma cercana a los 10 millones de euros.

“La nueva leyenda negra es intentar revisionar la democracia española” y eso “no conduce a ningún lado”, insistió Casado.

En la misma comparecencia, el líder del PP trató de trazar un paralelismo entre la situación económica de Argentina y de la España para culpar a los gobiernos de Alberto Fernández y al de Pedro Sánchez de lo que está pasando y defender que en ambos casos la solución pasa por bajar impuestos, reducir la burocracia o aumentar las facilidades de despido. 

La leyenda negra no es sólo “la de la hispanidad de hace cinco siglos” que en su opinión “se está enarbolando irresponsablemente por parte de algunos mandatarios latinoamericanos” con el “patrocinio” del Gobierno de España, sobre todo por parte de Podemos”. Es “algo injusto porque es falso: la hispanidad fue muy provechosa a ambos lados del Atlántico”, remarcó.

En su afán por hallar semejanzas, Casado comparó la inflación que sufre Argentina, cercana al 50%, con la que soporta España, en torno al 5,6%.

Casado se presentó ante la prensa como el líder de la principal fuerza política de España y justificó su gira por el cono sur en la necesidad de defender “la libertad”. En esa senda propuso “una alianza por la libertad” en la que España vuelva a tener “una posición preponderante”.

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“Es fundamental que defendamos a las democracias frente a lo que están haciendo otros mandatarios como el expresidente [José Luis Rodríguez] Zapatero”, al que acusó de estar “blanqueando regímenes dictatoriales” y de apoyar “a los gobiernos que van en contra del Estado de derecho”.

En la misma rueda de prensa, en la que eludió responder a dos preguntas sobre el desafío que Isabel Díaz Ayuso le ha planteado dentro del PP por el control del partido en Madrid, Casado criticó la política de vacunación que se lleva a cabo en España y que se ha convertido en una de las más eficaces de Europa. 

Según el líder del PP, el hecho de que cada comunidad autónoma lleve a cabo las vacunaciones y tome sus decisiones en el marco de los acuerdos del Consejo Interterritorial de Salud, como se lleva haciendo desde hace un año, provoca “incertidumbre” y resta eficacia a la lucha contra la pandemia. En su opinión, insistió, si el Gobierno aceptara aprobar una ley de Pandemias, la misma que su partido lleva meses reclamando y que fue rechazada en el Congreso por todos los partidos con representación parlamentaria, sería posible que cesaran los contagios “y que la vacunación fuese homologable en todas partes”.