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Entrevista

Miguel Ángel Martínez-Aroca, presidente de Anpier: "El Gobierno no apoya a las pequeñas plantas solares"

Miguel Ángel Martínez-Aroca, presidente de Anpier.

Miguel Ángel Martínez-Aroca (Murcia, 1973) acaba de ser reelegido como presidente de la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier) y tiene la vista puesta tanto en el pasado como en el futuro. Este murciano, que participa en una pequeña planta solar en Yecla y que disfruta de los beneficios de su coche eléctrico y su instalación de autoconsumo, representa los intereses de las más de 60.000 familias que acudieron al llamamiento del Gobierno de Zapatero para cambiar de modelo energético. Invirtieron en placas fotovoltaicas y, posteriormente, tanto el Ejecutivo socialista como el conservador les recortaron la rentabilidad pactada de manera retroactiva.

La herida sigue sin sanar, a pesar del momento inmejorable de la tecnología. España está despegando en capacidad renovable, pero Martínez-Aroca lamenta que el Gobierno se está olvidando de la clase media: dejando la iniciativa a las grandes empresas y promocionando el autoconsumo, pero olvidándose de los pequeños inversores, que podrían ser protagonistas de un modelo más distribuido. Lo explica con una metáfora: Quieren que los españoles nos hagamos el pan en casa que necesitamos, o como mucho compartamos nuestro pan con el vecino. Pero que no abramos una panadería".

¿Cuál es el objetivo número uno de Anpier, la prioridad más urgente?

La mayor urgencia de Anpier y la materia número uno y prioritaria de nuestra asociación es continuar en defensa de la seguridad jurídica que ha sido mancillada. El colectivo de 65.000 familias que hicieron posible la aparición de un nuevo modelo energético basado en las energías renovables en el año 2008, con una inversión de 25.000 millones de euros, ha soportado en los últimos 10 años nueve cambios normativos, retroactivos, que han supuesto un recorte en la actualidad medio de en torno al 30%. Los fondos internacionales, que tienen aproximadamente un tercio del parque solar fotovoltaico original en su propiedad, están obteniendo laudos favorables en la justicia internacional que van a hacer que tengan una rentabilidad muy por encima de los inversores nacionales, que no tenemos esa vía de reclamación.

El objetivo fundamental es avanzar con el actual Ejecutivo en igualar a los productores nacionales en la rentabilidad que obtengan los inversores extranjeros. No puede ser que haya un trato desigual en un mismo hecho: unos recortes que están siendo señalados como absolutamente contrarios a derecho y al sentido común.

En el acuerdo de Gobierno entre PSOE y Podemos expresamente se recoge que se tiene que mejorar la situación de los productores fotovoltaicos nacionales. Exigimos algo con lo que se le llena la boca al actual Ejecutivo: que no van a dejar a nadie atrás. Que la transición energética va a ser justa. Lo dicen con palabras mayores, lo repiten hasta la saciedad. Aquí hay una herida que sigue abierta, que sigue sangrando y que no ha sanado.

¿Qué hace falta para que las pequeñas iniciativas, los pequeños parques, se vean compensados por esos recortes entre 2008 y 2013?

Sin duda, hay una posibilidad de llegar a un acuerdo con el sector. Por nuestra parte, desde Anpier, tenemos la mano tendida a la señora Ribera para poder zanjar de una manera definitiva esta terrible situación de inseguridad jurídica constante que vive el sector de las fotovoltaicas. España es el único país del mundo que ha aplicado cambios normativos retroactivos cuando las inversiones fotovoltaicas ya estaban realizadas y operativas. Se han ofrecido estas posibilidades por escrito al Ministerio y estamos esperando una respuesta sobre cuál puede ser la mejor vía para resolver de una vez por todas la situación.

Los parques construidos en 2008 no tienen la posibilidad de acogerse a un contrato bilateral a largo plazo que recoja el aumento de los precios en el mercado mayorista

¿El marco regulatorio actual no es lo suficientemente favorable? Con el precio de la subasta marginalista por las nubes y la posibilidad de firmar contratos a largo plazo.

Los parques construidos en 2008 no tienen la posibilidad de acogerse a un contrato bilateral a largo plazo que recoja el aumento de los precios en el mercado mayorista. Nuestros ingresos iniciales son estables e independientes de lo que se reciba en el mercado. Si recibimos una aportación extraordinaria del precio del mercado en nuestros ingresos, se merman del resto de conceptos para finalmente percibir siempre el 7,39% de rentabilidad de inversión. Un escenario de precios altos no beneficia en nada al productor fotovoltaico original.

Otra cosa distinta es en la construcción de nuevos proyectos fotovoltaicos que vayan a vender su energía en el mercado eléctrico nacional. Obviamente ahí sí que hay un atractivo, siempre y cuando pase por la construcción de nuevos proyectos. Aprovecho para animar al lector a estudiar a investigar cómo participar en la promoción de nuevos proyectos de energía fotovoltaica a pequeña escala, social, para vender la energía que se produce en el mercado. 

La fotovoltaica está marcando récords de producción estos días. ¿Le alegra, o siente pena porque el modelo no sea tan descentralizado como le gustaría?

Es una magnífica noticia que la fotovoltaica sea una de las tecnologías que esté ayudando a combatir los elevados precios del mercado. Las grandes eléctricas siempre habían acusado a la fotovoltaica de ser una tecnología cara. Ahora resulta que se ha demostrado que las caras son las tecnologías que tienen y que dominan las grandes compañías. Satisfacción absoluta.

Por otra parte, siento tristeza por nuevo modelo de parque solar que se pretende promocionar desde el Ministerio para la Transición Ecológica. Están empeñados en promocionar el modelo de gran planta solar por encima de pequeñas plantas solares fotovoltaicas. Venimos denunciando que el Gobierno no apoya a los pequeños parques solares, que tienen beneficios muy importantes con respecto al gran parque solar. El pequeño parque, de menos de 5 MW de potencia, tiene una ocupación en superficie contenida, ocupa menos de seis hectáreas de terreno, tiene una mejor compatibilización desde el punto de vista medioambiental y paisajístico, y además se acerca allí donde es necesario a abastecer los consumos. No tiene que hacer grandes inversiones en redes porque se conecta con las redes de media tensión ya existentes en nuestro país. Tiene una serie de beneficios que el Ministerio no está visualizando ni está ayudando a promocionar. Están pidiendo la construcción rápida y masiva de grandes plantas solares, que nos parece bien, pero tienen que controlar el número de las mismas que son realmente necesarias.

El Plan de Energía y Clima [abreviado como PNIEC] establece que de aquí a 2030 son necesarios la incorporación de 40.000 nuevos MW de energía fotovoltaica. Y Red Eléctrica Española ha informado de que se han presentado solicitudes para construir plantas por 120.000 MW de fotovoltaica. ¿Qué significa esto? Que se está cocinando, con conocimiento pleno del Ministerio otra burbuja en el sector de las fotovoltaicas. Lo que le pedimos es que organice, controle y gestione el desarrollo de estos proyectos, dando la posibilidad de que se construyan no solo grandes plantas solares sino también medianas y pequeñas. 

¿Por qué cree que no se apuesta por un modelo más descentralizado?

Porque confunden la generación social y distribuida con que la misma solo pueda ser desarrollada con el autoconsumo y las comunidades energéticas. Quieren que los españoles nos hagamos el pan en casa que necesitamos, o como mucho compartamos nuestro pan con el vecino. Pero que no abramos una panadería. La panadería, un parque solar, quieren dejarla en exclusiva a la gran compañía eléctrica. Eso hace que volvamos a incurrir en el error de siempre: el monopolio. 

No se ha reservado nada para el desarrollo de proyectos pequeños, sociales, distribuidos. Hace que un proyecto loable que estás queriendo hacer sea imposible hoy y durante bastantes años a futuro

Sin embargo, si empiezo ahora la construcción de una pequeña planta fotovoltaica, el panorama de rentabilidad que me encuentro es positivo.

No tienes evacuación. No tienes posibilidad de acceso y conexión a las redes. Todas las redes en España están colapsadas por esos 120.000 MW que han sido solicitados, muchos de ellos por pura especulación, y actualmente no hay posibilidad a pequeños nuevos desarrollos. No se ha reservado nada para el desarrollo de proyectos pequeños, sociales, distribuidos. Hace que un proyecto loable que estás queriendo hacer sea imposible hoy y durante bastantes años a futuro, hasta que no desistan alguno de los grandes promotores que han colapsado todas las solicitudes de capacidad disponible en nuestro país. 

¿Son determinados impulsores de renovables agresivos con el territorio donde pretenden implantarse? Lo están denunciando muchas asociaciones locales y la propia Ribera.

Esto está pasando y es una triste noticia, y parte de la responsabilidad la tiene el propio Ministerio. Las grandes plantas son necesarias, sin duda, pero hay que controlar y justificar muy bien cuántas son necesarias. De entre los 40.000 MW hasta 2030, muchos serán de plantas de gran tamaño. Pero no todas tienen que ser de gran tamaño. Las grandes plantas tienen un gran impacto medioambiental y paisajístico que no hay manera de compensar.

El despegue primaveral de la fotovoltaica ayuda a aliviar la crisis del gas

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El modelo del año 2008, de plantas de tamaño pequeño y mediano, no supuso ningún rechazo social. El nuevo modelo basado en plantas de 500 MW que ocupan 1000 hectáreas está teniendo un rechazo absolutamente razonable por parte de los municipios que se ven afectados. 

¿Somos el único país de Europa que apuesta por estas grandes instalaciones?

El modelo de gran planta solar solo se ha implantado en España. En el resto de países de la Unión Europea este modelo no se quiere y no se ha desarrollado. Ni Italia, ni Francia, ni ningún país centroeuropeo está apostando por estas macroplantas. Están optando por parques medianos, y pequeños, y el autoconsumo. El Ministerio está dejando al sector privado que decida cuántos y dónde se van a instalar estos parques. Eso me parece un disparate. 

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