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Adiós a Isabel II tras siete décadas de reinado: Carlos III accede al trono

Isabel II sale del Palacio de Buckingham para el discurso de la Reina en la Apertura del Parlamento en Londres, Gran Bretaña, el 18 de mayo de 2016.

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La reina Isabel II ha fallecido este jueves a los 96 años, tras 70 años y 214 días en el trono, la segunda monarca más longeva de la historia, sólo por detrás del rey Luis XIV de Francia que ostentó el cargo durante 72 años y 110 días. La reina ha muerto en su residencia de Balmoral y rodeada por toda su familia, según ha anunciado el palacio de Buckingham e informa Europa Press. Este fallecimiento supone el ascenso al trono de su primogénito, el príncipe Carlos, de 73 años de edad, que reinará bajo el nombre de Carlos III.

En un comunicado, el ya rey Carlos ha lamentado el fallecimiento de su madre, "un momento de la máxima tristeza" que ha sentido como propio y que también ha extendido a todo el conjunto de ciudadanos de Reino Unido y de la Commonwealth. "Lloramos profundamente el fallecimiento de una soberana preciada y de una madre muy querida", ha dicho el nuevo monarca. "Durante este periodo de luto y cambio", el rey ha dicho que tanto él como su familia se sentirán arropados por "el respeto y el profundo afecto" que los ciudadanos siempre han profesado hacia su difunta madre.

El estado de salud de la monarca había empeorado en estos últimos meses, marcados por los problemas de movilidad las reiteradas ausencias en actos especialmente simbólicos. Esta misma semana, recibió a la nueva primera ministra, Liz Truss, en la residencia de Balmoral (Escocia), en lugar de en el Palacio de Buckingham como era tradición. Ya el miércoles anuló su agenda y este jueves la Casa Real confirmó que su estado de salud había empeorado. Sus familiares cercanos, entre ellos el heredero, se han desplazado hasta Balmoral para acompañar a la reina en sus últimos momentos.

La recién nombrada primera ministra británica también ha mostrado sus condolencias por el fallecimiento de la reina Isabel II y ha apuntado al inicio de "una nueva era" con la llegada de su hijo, el ahora rey Carlos III, al trono. "Entramos en una nueva era de nuestra historia tal y como habría deseado su majestad. Dios salve al rey", ha afirmado Truss como colofón a un breve discurso a las puertas de Downing Street, donde ha recordado la figura de la difunta monarca.

Así, la premier ha puesto en valor la figura de Isabel II por su "larga vida de servicio", algo que le sirvió los halagos no solo de la población británica, sino de los ciudadanos "de todo el mundo". "La reina Isabel II nos proporcionó la estabilidad y fortaleza que necesitábamos", ha insistido. En esta línea, ha reconocido que la monarca ha sido "una inspiración personal" tanto para ella como para otros tantos británicos. "Su devoción por el deber es una motivación para todos", ha señalado. Finalmente, Truss ha señalado que, "pese a llorar la pérdida" de Isabel II, los británicos deben ahora reunirse en torno al hasta ahora príncipe heredero para "apoyarlo en la responsabilidad" que debe afrontar a partir de ahora.

"Un trabajo de por vida"

Isabel, cuyo nombre secular es Isabel Alejandra María, nació el 21 de abril de 1926 en Londres, la capital británica. Hija del rey Jorge VI y de Isabel Bowes-Lyon, llegó al mundo en el seno de la Casa Real de Reino Unido, la Windsor, sin, aparentemente, posibilidad de reinar. El hermano mayor de su padre, Eduardo VII, ascendió al trono tras la muerte del abuelo de Isabel, el rey Jorge V, en 1936.

No obstante, Eduardo anunció menos de un año después sus intenciones de casarse con una plebeya estadounidense, Wallis Simpson, que se había divorciado en dos ocasiones. El primer ministro británico de la época, Stanley Baldwin, advirtió al monarca de que no podría seguir siendo rey si se casaba con Simpson, por razones políticas y religiosas. Eduardo antepuso el amor a la corona y el 11 de diciembre del mismo año abdicó, por lo que Jorge asumió el trono como tercer monarca de la Casa Windsor.

Con la muerte de Jorge VI en 1952, se convirtió en la reina de los siete países independientes pertenecientes a la Mancomunidad de Naciones, a la edad de 25 años, y el resto es historia. Con siete décadas de trono a sus espaldas, Isabel es la reina que durante más tiempo ha gobernado, más que cualquier otro monarca en la historia británica. Era un icono mundial y una figura muy querida y respetada en todo el mundo.

Conocida por su sentido del deber y su devoción a una vida de servicio público, ha sido una figura importante para Reino Unido y la Commonwealth durante tiempos de enormes cambios sociales. El Palacio de Buckingham destaca en su web que la reina ha visto el servicio público y voluntario como uno de los elementos más importantes de su trabajo.

Quizá por eso y quizá por el revuelo que supuso la abdicación de su tío, Isabel II no se planteó dejar el trono, teniendo en cuenta que su primogénito y heredero, Carlos, de 73 años, esperaba heredar la corona en algún momento. De joven, la monarca ya dijo que reinar sería un trabajo "de por vida" y lo ha cumplido.

Mientras, su popularidad en Reino Unido era más que notable, con índices alrededor del 62% a junio de 2022, según datos de la firma YouGov. "Creo que hablo en nombre de mi generación cuando digo que el ejemplo y la continuidad que brinda la reina no sólo es muy raro entre los líderes, sino que es una fuente de orgullo y tranquilidad", dijo en una ocasión su nieto Guillermo de Cambridge.

15 primeros ministros

Rara vez ha concedido entrevistas y poco se sabe de sus opiniones personales, que nunca ha expresado en público. Su trabajo como monarca siempre se ha centrado en labores de representación, que ha llevado a cabo de forma impecable.

A nivel político, ha visto pasar a 15 primeros ministros y se ha reunido con un amplio abanico de jefes de Estado, ha visitado el extranjero en muchas visitas con carácter histórico y ha participado en innumerables eventos conmemorativos. Asimismo, mantenía vínculos, como patrona real o presidenta, con más de 600 organizaciones benéficas, asociaciones militares, organismos profesionales y organizaciones de servicio público.

Durante los últimos años de su vida, ha continuado llevando a cabo compromisos públicos, aunque el ritmo bajó tras el año de práctica reclusión que pasó durante la pandemia de covid-19, incluso después de vacunarse. Se contagió de la enfermedad en febrero de 2022, cuando ya estaba aquejada de problemas de movilidad.

Así, sobre todo a partir de 2022, comenzó a recortar significativamente sus apariciones públicas. No acudió, por ejemplo, a las tradicionales fiestas en los jardines del Palacio de Buckingham y el de Holyroodhouse, con 96 años, y esta semana recibió a la nueva primera ministra, Liz Truss, en Balmoral (Escocia) en lugar de en Londres.

Fue también 2021 el año en el que Isabel II tuvo que hacer frente a la muerte de su marido, Felipe de Edimburgo, con el que se casó en 1947 y tuvo cuatro hijos: Carlos, Ana, Andrés y Eduardo. El duque falleció el 9 de abril, a pocos meses de cumplir cien años y con siete décadas a la sombra de su esposa, que se vio obligada a despedirlo sola por las restricciones impuestas por la pandemia de covid-19. El duque fue, según sus propias palabras, su "fuerza" durante su reinado.

Sus polémicas familiares

Isabel II, cuyas principales aficiones son la equitación y los perros, especialmente sus corgis, ha llevado a cabo sus labores con un destacable equilibrio entre su vida laboral y la personal, que ha sido plena, con la crianza de cuatro hijos y disfrutando de nietos y bisnietos. Precisamente, algunos de los mayores retos a los que se ha enfrentado le han llegado desde dentro de palacio, de su propia familia.

Ella misma denominó al año 1992 su 'annus horribilis' (año horrible) en el curso de un banquete ofrecido en su honor en Londres. "1992 ya no será un año que yo recordaré con una alegría sin tacha", lamentó. La princesa Ana y el príncipe Andrés se divorciaron ese año, mientras que los problemas matrimoniales entre lady Diana y el príncipe Carlos estaban en boca de todos. Los sondeos también mostraban una fuerte caída en la popularidad de la monarquía británica. El fallecimiento de su ex nuera, en 1996, también puso su imagen contra las cuerdas.

Sin embargo, en 2021, Isabel también tuvo que hacer frente a varias controversias familiares, especialmente debido a la situación del príncipe Andrés, acusado de abuso sexual por Virginia Giuffre, un caso que se enmarcó en la investigación abierta en contra del magnate Jeffrey Epstein por liderar una red de tráfico de menores en el mundo de la élite mundial. Andrés, que siempre defendió su inocencia y trató en vano de tumbar la denuncia presentada por Giuffre, suscribió un acuerdo extrajudicial con la mujer, pero su papel en la familia real británica nunca se restauró. El príncipe renunció en noviembre de 2019 a sus funciones públicas y poco después la reina le despojó de todos sus títulos militares.

Además, el príncipe Enrique y su esposa, Meghan Markle, renunciaron a seguir formando parte de la casa real británica y se mudaron a Estados Unidos. Ellos mismos explicaron en una entrevista que tuvo una audiencia millonaria situaciones de discriminación y racismo dentro del Palacio de Buckingham.

No obstante, estas experiencias convulsas no han logrado empañar del todo la labor de la reina Isabel, que en 2022 celebró su Jubileo de Platino, es decir, 70 años en el trono británico desde que sucedió a su padre Jorge VI. Precisamente Enrique y Andrés fueron excluidos del saludo desde el emblemático balcón del Palacio de Buckingham para inaugurar las celebraciones enmarcadas en el jubileo. Isabel II saló acompañada por miembros de la familia en activo.

La reina asistió a diversos eventos de celebración del jubileo, como la ceremonia de encendido de luces. Reino Unido celebró el jubileo por todo lo alto, con un programa de eventos que incluyeron fiestas callejeras, un concierto con algunas de las estrellas del espectáculo más famosas del mundo y la posibilidad de ver de cerca algunos de los domicilios de la reina.

Las principales figuras políticas de Reino Unido coinciden en destacar su "legado"

Los principales representantes políticos de Reino Unido ya se han pronunciado respecto a la muerte de la reina Isabel II. El ex primer ministro Boris Johnson ha lanzado un comunicado en el que habla de que este es el día "más triste" del país, si bien ha mostrado su confianza en que el heredero, el ahora rey Carlos III, "hará justicia" al legado de la monarca. De hecho, el ex jefe de Gobierno ha valorado a la reina no solo por "modernizar la monarquía", sino también por haber producido un heredero al trono "que hará con creces justicia a su legado". Finalmente, aunque reconoce que las voces de los británicos puedan estar "ahogadas", ha invitado a todos a proclamar "Dios salve al rey", unas palabras que no se escuchan en el reino desde hace siete décadas.

Por su parte, el líder de la oposición y del Partido Laborista, Keir Starmer, ha señalado que "por encima de los enfrentamientos políticas", Isabel II abogó por defender lo que une a los británicos. "A medida que nuestra gran era isabelina llega a su fin, honraremos la memoria de la difunta reina manteniendo vivos los valores de servicio público que encarnaba", ha dicho Starmer.

En esta misma línea, la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, se ha referido a la situación como "un momento profundamente triste para Reino Unido, la Commonwealth y el mundo". "Su vida fue de extraordinaria dedicación y servicio. En nombre del pueblo de Escocia, transmito mi más sentido pésame al rey la familia real", ha dicho Sturgeon en su perfil de Twitter.

De igual modo, el ministro principal de Gales, Mark Drakeford, ha resaltado a Isabel II por haber reinado conforme a los valores y tradiciones de la monarquía británica. "En nombre del pueblo galés, ofrezco nuestro más sentido pésame", ha zanjado.

El ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, ha declarado también el luto oficial por la muerte de Isabel II y ha informado de que ha escrito al nuevo rey para trasladarle sus condolencias.

Además del ex primer ministro Johnson, otros inquilinos del 10 de Downing Street se han manifestado en sus perfiles de Twitter respecto al fallecimiento de la monarca. Es el caso de Theresa May, quien ha encumbrado como tantos otros la "vida de servicio" de Isabel II, así como el consenso internacional respecto a su persona. "Fue el honor de mi vida haber servido como primera ministra", ha reconocido.

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David Cameron ha lanzado un comunicado en el que ha reconocido que, sin importar lo preparado que pudiera estar uno para afrontar la noticia, "no hay palabras que puedan expresar adecuadamente el sentimiento de pérdida" por la muerta de la reina.

Asimismo, su predecesor, Gordon Brown, ha dicho que tanto Reino Unido, como la Commonwealth y el mundo entero, "se unen en duelo esta noche". "Su majestad la reina Isabel II sirvió a este país hasta el final", ha apuntado.

El ex jefe de Gobierno Tony Blair ha señalado que Reino Unido no solo pierde una monarca, sino a la "matriarca de la nación", una persona que ha logrado "más que nadie" juntar al país y mantenerlo unido. "Su reinado fue glorioso. Y ha sido nuestra fortuna haberla tenido su reinado sobre nosotros", ha concluido Blair en su perfil de Twitter.

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