Medio ambiente

Sevilla entra en "estado de alerta por sequía" y prohíbe el agua potable para uso "no esencial"

Atardecer en Sevilla, en marzo, coincidiendo con una nube de polvo sahariano.

La sequía se pone seria. Y las autoridades de las zonas más afectadas quieren que la gravedad de la situación cale en la población. Emasesa, la empresa metropolitana de aguas de Sevilla, lanzó este lunes un poderoso mensaje con el anuncio de la declaración del·"estado de alerta por sequía" de los doce municipios a los que presta servicio de saneamiento y abastecimiento, entre ellos la capital andaluza. Esto supone limitaciones que afectan a más de un millón de usuarios, a los que se suman los aproximadamente 325.000 de otra empresa, Aljarafesa, que presta servicio a otros 31 municipios.

Queda prohibido, tanto en el espacio público como en el privado, el uso de agua potable para el riego de jardines, zonas verdes y calles, así como el llenado de piscinas sin depuradora. Tampoco puede usarse agua potable en fuentes para consumo humano que no dispongan de elementos automáticos de cierre y para el lavado con manguera de toda clase de vehículos, salvo si lo hace una empresa que se dedique a ello.

Objetivo: evitar cortes

El objetivo es la reducción de un 5% en el consumo para dejarlo en 90 litros por persona al día. Las medidas, que no suponen cortes del grifo de agua corriente y se acompañan de una campaña de concienciación, no tienen fecha de finalización. Dependerá, lógicamente, de las lluvias.

El objetivo es evitar los "cortes en el suministro que se han tenido que aplicar en anteriores sequías", explica la compañía. La de principios de los 90 fue dramática en Sevilla. "Se llegó a manejar la hipótesis de una evacuación, porque no había ni barro con que abastecer", recordaba en una reciente entrevista con infoLibre Leandro del Moral, catedrático de Geografía Humana.

Los doce municipios de Emasesa publicaron este lunes sendos bandos anunciando las medidas. La declaración de "estado de alerta por sequía" se produce como consecuencia de que los embalses de los que se nutren estas poblaciones, entre ellas la capital de Andalucía, han bajado de los 268 hectómetros cúbicos que marca el Plan de Emergencia ante Situaciones de Sequía para adoptar "medidas excepcionales". Aljarafesa anunció este lunes las mismas medidas, concretadas en un bando del presidente de la Mancomunidad de Municipios del Aljarafe.

Sanciones de hasta 18.000 euros

Esta fase conlleva la "supresión de los consumos de uso ornamental, recreativo y cualquier otro que no sea esencial", entendiendo por tal el abastecimiento doméstico y el uso productivo. Las sanciones por incumplimiento en el caso de Sevilla, que están reguladas en una ordenanza de 2000, van de las 5.000 a las 300.000 pesetas, es decir, de 30 a 1.800 euros. El mensaje desde Emasesa, no obstante, es que no es objetivo del "estado de alerta" poner multas: "Las medidas no tienen finalidad recaudatoria". Se trata, insiste su portavoz, de convencer y persuadir.

Es obvia la dificultad de hacer cumplir algunas medidas. ¿Cómo evitar que una persona riegue con una manguera en la privacidad de su jardín? Emasesa anunció que "realizará inspecciones específicas que, en caso de infracción, se traducirán en expedientes que se remitirán a los ayuntamientos para que estos abran y gestionen el posible expediente sancionador". El portavoz de Emasesa cree que es importante que la ciudadanía capte el mensaje y colabore con un uso más eficiente del agua. "Por ejemplo –explica–, cuando uno se ducha puede poner un cubo mientras el agua se calienta, para que ese agua no se pierda y aprovecharla para regar o lavar el coche". En cuanto al baldeo de calles, en Sevilla ya no se realiza con agua potable, añade este portavoz.

Reservas a la baja

El bando de los ayuntamientos, igual en los doce casos, expone que "desde 2018 las precipitaciones en nuestra zona han sido insuficientes y el agua que ha llegado a los embalses no ha compensado el gasto realizado para poder abastecer a la población".

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"Las reservas han pasado del 100% de capacidad en abril de 2018 a menos del 42% actual. El sistema se encuentra en alerta por escasez de recursos y el agua almacenada equivale aproximadamente al gasto de un año y medio. Esta situación obliga a esta alcaldía a la adopción de una serie de medidas para que no se use el agua potable en aquellos casos no indispensables", señala el texto, que asume que habrá "molestias e incomodidades".

Un problema político

El problema del agua adquiere cada vez mayor protagonismo en la política andaluza. La Mesa Social del Agua de Andalucía –CCOO, COAG, UPA, Aeopas, Facua, WWF, Greenpeace, SEO/BirdLife, Ecologistas en Acción, Fundación Savia, Fundación Nueva Cultura del Agua y Red Andaluza de la NCA– remitió la semana pasada una carta a la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural mostrando su “preocupación ante la deriva que está experimentando el debate sobre la política del agua”. A su juicio, este debate "ignora la sobreexplotación de recursos", sobre todo por parte de la agricultura. Las organizaciones señalan que "el déficit de agua no se debe exclusivamente a la falta de lluvias, sino a un desequilibrio entre lo que se demanda y los recursos disponibles".

La Mesa considera "irresponsable" la supresión por parte del Gobierno de Juan Manuel Moreno (PP) del "canon del agua", un impuesto para financiar infraestructuras hidráulicas. El presidente andaluz continúa presentando el problema del agua fundamentalmente como una cuestión de falta de infraestructuras y trasvases, insuficiencia de la que culpa al Gobierno. Este lunes Moreno reclamó al Ejecutivo fondos para obras que mitiguen las consecuencias de la sequía, comprometiéndose a igualar desde la Junta la inversión que llegue del Estado, sean 500 o mil millones de euros, dijo. El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández (PSOE), le respondió: "Es una pose que no lleva a ningún sitio". En el movimiento ecologista ha causado además preocupación que el Gobierno de Moreno meta las competencias de agua en Agricultura, al tiempo que se resiste a renunciar a sus planes de legalizar regadíos en el entorno de Doñana.

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