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Salud mental

Los suicidios marcan su máximo superando por primera vez los 4.000 en un año

El número 024, la línea de atención a la conducta suicida.

Casi 11 personas se quitaron la vida cada día en España en 2021. 10,96 de media, para ser precisos, según los datos publicados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es la tercera subida consecutiva y el récord histórico de toda la serie, que arranca en 1980. La cifra de suicidios supera por vez primera los 4.000 en un solo año. El fenómeno es con toda nitidez un problema de salud pública. Los datos dicen que afecta más a los hombres que a las mujeres. Andalucía concentra más del 21% de los suicidios, con menos del 18% de población.

14 suicidios por cada homicidio

La principal causa de muerte en España son las enfermedades coronarias y del sistema circulatorio (119.196), por delante de los tumores (113.662), las enfermedades infecciosas y parasitarias (46.001, unos 40.000 de covid-19), las del sistema respiratorio (35.543), las del sistema nervioso (25.014), las digestivas (22.563), las mentales (20.512), las del sistema genitourinario (16.458) y las endocrinas (15.124).

El suicidio (4.003) es la primera causa de muerte "externa", por delante de caídas (3.655), ahogamientos (3.504), accidentes de tráfico (1.599) y homicidios (283), entre otras. Por cada persona que fallece a manos de otra, más de 14 se quitan la vida. En España se suicida más gente de la que pierde la vida por paro cardíaco (3.421), leucemia (3.260), osteoporosis (3.242), septicemia (2.850) o melanoma (1.056).

La evolución del problema es claramente negativa. El suicidio sube cada año desde los 3.539 de 2018. Es un 13,11% en sólo tres años. Con respecto a 2020, la subida es del 1,57%. A lo largo de toda la serie, el alza ha sido del 142,31% desde los 1.652 de 1980.

Lo que va de 2022 apunta a un cuarto récord consecutivo. Entre enero y junio fueron 2.015 suicidios, un 5,1% más que en el mismo periodo de 2021. La hipótesis de que el fuerte auge de 2020, al ser debido a la pandemia, se vería seguido por un retroceso posterior comienza a estar seriamente en entredicho.

Marta Carmona, psiquiatra y presidenta de la Asociación Madrileña de Salud Mental, no se sorprende. "Aunque hablar de suicidios en general es muy delicado –porque cada suicidio es distinto del otro y así como dos hepatitis se parecen pero dos suicidios no–, es probable que la pandemia y el sufrimiento que ha causado tengan un correlato en los datos. El impacto iría más allá de 2020, porque para los plazos del sufrimiento psíquico un año es muy poco. Que se hayan terminado los confinamientos no significa que hayamos vuelto a la casilla de salida. Los cambios sociales por la pandemia y su impacto psíquico se siguen notando. Hará falta tiempo para verlo con perspectiva", afirma.

Carmona, coautora junto a Javier Padilla del ensayo Malestamos. Cuando estar mal es un problema colectivo, recalca que el factor más importante contra el suicidio es "tener una red de sostén". "Y la pandemia ha dinamitado esa red", añade, aunque poco a poco se están recuperando algunos espacios de vida comunitaria, como los centros de actividades para mayores.

Más hombres y más andaluces

Los hombres se quitan la vida más que las mujeres. Ellos, 2.982 en 2021. Ellas, 1.021. Son 2,92 veces más. El 74,49% de los suicidios son masculinos. Son casi tres de cada cuatro. A diferencia de los hombres, las mujeres mueren más por caídas y ahogamientos que por suicidio.

El mayor porcentaje de suicidas hombres es un dato habitual. Ni es exclusivo de 2021 ni de España. "Las mujeres suelen cometer más intentos de suicidio y los hombres más suicidios consumados", señala Carmona. ¿Motivos? Cita varios. Entre otros, que las mujeres, debido a su papel más protagonista en los cuidados, suelen contar con una red de protección mayor; los hombres, por su parte, utilizan métodos más cruentos y de letalidad más garantizada.

La comunidad con mayor cantidad de suicidios, con una diferencia llamativa, es Andalucía: 849, por delante de Cataluña (576), Comunidad Valencia (403), Madrid (348) y Galicia (337). Los 849 de Andalucía suponen el 21,2% del total, cuando tiene un 17,87% de la población. Para valorar el dato andaluz hay que entender primero que el suicidio está relacionado con el nivel de renta y el acceso a servicios sociales que reduzcan la posibilidad de materialización de ideas autodestructivas.

Franjas de edad

Por edades, la franja en la que más suicidios hay es de 50 a 54: 460. Después, de 45 a 49 (438) y de 55 a 59 (407). ¿Y los adolescentes y jóvenes? 22 suicidios entre 10 y 14 años; 53 entre 15 y 19; 126 de 20 a 24; 137 de 25 a 29; 185 de 30 a 34. La subida del suicidio juvenil es superior a la global. Desde 2018, las muertes por este motivo entre 10 y 34 años pasaron del 441 a 523, un alza del 18,69%.

Hay que leer estos datos en un contexto más amplio de empeoramiento psíquico. El cóctel de decepción por las metas incumplidas e incertidumbre ante un mundo tan volátil, agitado por la pandemia y ahora por la guerra, ha detonado ya un claro deterioro no sólo entre adultos jóvenes, sino también entre adolescentes y menores, cuyos trastornos mentales se han triplicado, según Save the Children.

Un 24% de los jóvenes de 16 a 29 años dicen tener problemas de salud mental con cierta o mucha frecuencia, lo que supone un marcado incremento con respecto a 2021 (8,6%) y 2019 (6,2%), según un reciente estudio de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción. Las ideas suicidas con "alta frecuencia" han pasado entre 2019 y 2021 del 5,8% al 8,9%. Según informe de la Fundación ANAR, los intentos de suicidio de menores de edad se han multiplicado por 25 entre 2012 y 2022.

Una muerte evitable

La Fundación para la Prevención del Suicidio ha denunciado reiteradamente que España carece de una estrategia integral específica para este problema, que en el Congreso reclaman fuerzas como Más País. Hay comunidades autónomas donde sí hay, como Euskadi. El Plan de Acción de Salud Mental del Ministerio de Sanidad dedica un capítulo a la "prevención, detección precoz y atención a la conducta suicida". El departamento que dirige Carolina Darias (PSOE) puso en marcha en mayo el teléfono de prevención, que recibió 34.000 llamadas en sus cuatro primeros meses de funcionamiento. infoLibre preguntó a Sanidad por sus previsiones en esta materia, sin respuesta.

El quinto párrafo: ¿Con cuántas muertes podemos vivir?

Àngel Puyol, profesor de Filosofía en la Autónoma de Barcelona (UAB), explicaba a este periódico en enero que los "determinantes sociales" del suicidio "se suelen ignorar", lo cual hace más difícil la toma de conciencia social y la acción política. "Se suele entender como una decisión individual, cuando hay un gran recorrido preventivo que se puede hacer desde la política", añadía Fernando García López, presidente del Comité de Ética de la Investigación del Instituto de Salud Carlos III, que cita como buen ejemplo el programa Código Riesgo Suicidio de la Generalitat de Cataluña.

Hay un caso opuesto a los suicidios: los accidentes de tráfico. En 2021 murieron 1.599 personas, lo que supone un descenso del 80,5% desde el máximo de 1989, con 8.218. El descenso no ha caído del cielo. Es fruto de campañas y esfuerzos institucionales, incluidas medidas normativas. Pero sólo se produjo una vez se aceptó que eran muertes evitables, que podían reducirse drásticamente con una decidida acción pública. Es un paso que aún no se ha dado tan claramente en el caso de los suicidios.

¿Y cómo informar de los suicidios? ¿No contribuye la publicación de informaciones a ampliar el fenómeno? Carmona, coautora de Malestamos, cree que la pregunta no es si informar o no, sino cómo informar. "Depende de cómo se hable puede provocar el efecto Werther [o de imitación] o efecto Papageno [de disuasión]. Lo importante es evitar la romantización del suicidio, o hacerlo parecer algo épico. Conviene incidir en la existencia de redes de apoyo". Pone un ejemplo a evitar: la narración romántica de un suicidio de una pareja de adolescentes a los que no se les dejaba estar juntos puede suscitar ideas suicidas en jóvenes en la misma situación.

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