El auge de la medicina privada
El negocio del seguro sanitario marca una subida récord en 2022 y supera ya los 10.500 millones
El seguro privado de salud disfrutó de un año de récord en 2022. Otro más. Mientras la crónica del sistema público está envuelta en palabras como "malestar" y "deterioro", sobre todo en la atención primaria, el negocio sanitario sigue boyante. Más que nunca, en realidad. La facturación de las aseguradoras de salud, sector encabezado por Segurcaixa Adeslas, superó por primera vez el pasado año los 10.000 millones, según los datos de cierre del ejercicio de la patronal Unespa. Concretamente, alcanzó los 10.543 millones, lo que supone un 7% más que el año anterior.
La subida es mayor que en los dos primeros años de pandemia, en su fase más cruda, cuando el ascenso fue en torno a un 5% cada ejercicio. La dinámica ascendente no sólo sigue, sino que se acentúa. En sólo cinco años, desde los 8.069 millones de 2017, es de más de un 30%. La facturación en el último año fue 689 millones de euros superior a la de 2021.
"Ya sabemos qué hay que hacer si se quiere que los seguros privados sigan viviendo sus mejores años: reducir la inversión pública, sobre todo en atención primaria", escribe en su blog el médico y analista del sistema Juan Simó, que vincula en una relación directamente proporcional la percepción negativa sobre el sistema público con el auge de las opciones individuales. Y lo cierto es que la satisfacción con el funcionamiento de la sanidad pública ha caído con fuerza con la pandemia, como prueba el último barómetro sanitario del CIS.
Los colectivos profesionales coinciden en un diagnóstico preocupante: faltan recursos y faltarán más. España está incluida en la alerta lanzada por la OMS sobre la falta de médicos a nivel europeo: "Es una bomba de relojería". El sistema, lastrado por los recortes tras la Gran Recesión y llevado al límite por la pandemia, necesita 6.000 médicos de familia, según el Foro de Atención Primaria. En diez años se jubilarán 80.000 profesionales, calcula el Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada. También faltan enfermeras: 95.000 para llegar a la media europea, calcula el consejo general de la profesión. Es en este contexto en el que se produce la explosión del seguro privado.
El alza en conjunto del negocio del sector seguros es de un 4,65%, con lo que el 7% de salud sobresale incluso en el contexto general. No hay datos aún del número de asegurados en España al cierre de 2022. Al terminar 2011 superaban los 11.5 millones. El balance ofrecido este lunes por Unespa apunta a una importante subida.
Los dominadores del sector
¿Quién gana con este boom? Hay un puñado de compañías que es posible apuntar como grandes triunfadoras. Las nueve principales suman 7.906 millones de facturación en 2021, un 83,84% del total del sector. Las cinco primeras –Segurcaixa Adeslas, Sanitas, Asisa, DKV y Mapfre– totalizan 7.036 millones en volumen de primas en 2021, lo que supone un 74,17% del negocio. La primera es Segurcaixa, con casi un 30% de la cuota de mercado, todo ello con datos de 2021.
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A falta de los datos por compañías al cierre de 2022, el escalafón de las cinco primeras no ha variado desde 2019. Sí ha aumentado su facturación. El último año antes de la pandemia el volumen de negocio fue de 6.359 millones, con lo que había subido un 10,64% durante los dos primeros años de crisis sanitaria. Las cifras globales de 2022, ofrecidas este miércoles por Unespa, indican que la facturación de las grandes dominadoras con toda seguridad también ha subido.
Además de las aseguras, también gana la banca, sector con el que que tiene una alianza estratégica para la comercializacióin de sus productos. Los cuatro principales bancos españoles –Santander, BBVA, Caixabank y Sabadell– tienen acuerdos con alguna de las cinco entidades dominadoras.
El informe Unión bancaria, un clima de cambio, firmado en marzo de este año por la consultora PriceWaterhouseCoopers (PwC), señala que en 2020 la aportación de los seguros –no sólo de salud– al margen de contribución de los bancos fue del 9%, mientras que en 2019 había sido del 7%. Este porcentaje llega a alcanzar el 22% en el Grupo Caja Rural y es del 15% en Caixabank, del 8% en el BBVA y del 7% en el Santander. Los bancos son, cada vez más, vendedores de seguros, incluyendo una creciente oferta low cost.