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BATALLA ELECTORAL

Cargos del PSOE: "Tememos más en las urnas a la reforma del 'sí es sí' que a la de la malversación"

Sede del Tribunal Supremo.

Las rebajas de penas a agresores sexuales que se suceden, cada uno como un mazazo, desde la entrada en vigor de la conocida como "ley del sólo sí es sí", preocupan al PSOE a cuatro meses de las elecciones. El Gobierno en su conjunto, también el ala socialista, defienden las ventajas de la ley, pero lamentan lo que el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, definió este miércoles como "efectos indeseados", que nadie en el Ejecutivo vio venir (ni el Ministerio de Igualdad, que lideró el cambio legal, ni los demás que participaron). Tanto es así que este sábado el Ejecutivo abrió la puerta a retocarla para que, al menos, en el futuro las nuevas agresiones tengan unas penas mínimas como las de antes. Es decir, más altas.

El intento por reparar esa parte concreta de la ley (que es mucho más amplia), el impacto de las rebajas en la opinión pública y la utilización que de ello está haciendo la derecha preocupan más de cara a los comicios de mayo que la también controvertida reforma del delito de malversación en el Código Penal.

Como dice una fuente gubernamental en estos momentos la aplicación de la ley del sólo sí es sí es un “lastre”. Muchos socialistas han venido sosteniendo en privado que habría que tocar la norma, algo que desde el anuncio de este sábado parece ya un plan del Ejecutivo, por más que no haya aún acuerdo sobre la fórmula concreta.

A la espera de una posible modificación

El ministro Bolaños lamentó las rebajas este miércoles: "Sin duda que ha tenido efectos indeseados, sin duda que también hay comportamientos que antes no merecían reproche penal que ahora sí lo merecen, por tanto, ahora habría condenas que no se producirían conforme al código penal anterior, y esto también hay que explicarlo, porque no nos podemos quedar con la idea de que únicamente esa ley ha tenido aspectos negativos. Yo creo que esa ley tiene aspectos muy positivos". El titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, sostuvo esta semana que se está “trabajando” para evitar que se reproduzcan este tipo de situaciones, pero no concretó de qué manera.

En un primer el momento, el Ejecutivo se agarró a una unificación de criterio por parte de la Fiscalía y a la futura doctrina del Tribunal Supremo ante las rebajas de penas. Pero las veces que se han pronunciado ese tribunal se ha orientado hacia tesis contrarias al Ejecutivo y se ha inclinado por la parte más baja de la horquilla de penas. La rectificación de la ley sí ha sido pedida de manera clara, por ejemplo, por algunos barones como Emiliano García-Page, cuya consejera de Igualdad, Blanca Fernández, advirtió de ello a Igualdad. Voces de otros partidos de izquierdas se han unido a pedir su rectificación, como Rita Maestre, Manuela Carmena y Mónica García. Recientemente, también la presidenta de Navarra, María Chivite, se pronunció en el mismo sentido.

Según fuentes gubernamentales,  se está haciendo "un trabajo muy serio y riguroso, desde que se conocieron las primeras resoluciones judiciales, para garantizar que no vuelva a suceder, resolviendo a futuro los problemas detectados".

Muchos cargos socialistas se han sentido incómodos con la postura del Ministerio de Igualdad de no querer cambiar la norma. Y el enfado se acrecentó con las palabras de la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez ‘Pam’. Creen que deberían dejar esa posición inmovilista y trasladan que no pasa nada si se modifica el texto para atajar los efectos no deseados. 

"Tememos más al coste de la aplicación del 'sí es sí"

“Tememos más al coste del 'sí es sí' que a la malversación, para nosotros es peor”, sostiene una alta fuente socialista, que describe que esta reforma llega mucho a la gente y que es una cosa que sí les pueden reprochar en la calle durante este ciclo electoral. Algo que puede tener más peso en las generales, comenta, porque espera que el 28M pesen mucho más los temas municipales y autonómicos a la hora de meter la papeleta.

Por eso, mucho socialistas esperan que el marco electoral no esté centrado en esta ley y en la reforma del Código Penal, sino que se hable más de la economía, de las medidas sociales de la coalición y de la subida de las pensiones. Lo que sí destacan todas las fuentes es que el PP no va a robar precisamente la bandera de la defensa de las mujeres y que ha quedado muy tocado Alberto Núñez Feijóo por sus pactos con Vox y su agenda conjunta.

El otro tema que más me preocupa entre muchos cargos socialista es la reforma de la malversación, un tema muy sensible dentro de la izquierda. También reconocen la dificultad de defender la medida en público por muchos de ellos durante estos meses de precampaña, aunque se aferran a las palabras que siempre repite el presidente del Gobierno de que esto significa culminar el trabajo para apaciguar Cataluña y que la situación ahora es infinitamente mejor que en 2017. Y, además, se argumenta que se ha creado un nuevo tipo como el delito por enriquecimiento ilícito de una autoridad pública.

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Esta reforma levantó malestar entre cargos del PSOE que lo hicieron saber públicamente, como Adrián Barbón, Javier Lambán y Juan Lobato, entre otros. Pero muchos respiran en el partido también porque no se está produciendo el goteo que se ha visto con la ley del 'sólo sí es sí'. Por ejemplo, la Fiscalía General del Estado ha dictado un decreto sobre cómo aplicar esta reforma y no se apoyará la rebaja de pena por los casos más graves de malversación. 

Esto implica rechazar beneficios para los líderes independentistas condenados por el procés. Esta orden dictada por Álvaro García Ortiz es de obligado cumplimiento y se busca que no pase como con la ley del ‘sólo sí es sí’. Además, también se aferran los socialistas a situaciones como que la Fiscalía Anticorrupción ha decidido que su escrito sobre el caso Kitchen no se ve afectado por los cambios introducidos en el Código Penal y aprobados por las Cortes de manera definitiva el pasado mes de diciembre.

Estos son los dos temas que incomodan más dentro del PSOE por su posible coste electoral para las siguientes citas en las urnas. Pero los socialistas están convencidos de que están mucho más fuertes de lo que piensan sus rivales y de que tendrán un muy buen resultado en las próximas citas electorales. El propio Sánchez marcó la hoja de ruta durante su intervención en el Congreso: defensa de la gestión social hecha por el partido frente a un PP al que le “tiemblan las piernas frente a Vox” y que propugna las “fracasadas recetas neoliberales”.

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