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MERCADO LABORAL

Gobierno y sindicatos apremian a la CEOE a subir los salarios tras pactar un SMI de 1.080 euros

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Senado ante las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz.

El Salario Mínimo Interprofesional (SMI) subirá este año un 8%, por lo que se eleva hasta los 1.080 euros brutos mensuales en 14 pagas. Así lo ha anunciado esta misma tarde el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Senado, justo cuando la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, terminaba su reunión con los secretarios generales de CCOO, Unai Sordo, y de UGT, Pepe Álvarez, para pactar la cuantía del aumento.

El alza se sitúa, por tanto, por debajo del 8,5% en que se han mejorado las pensiones y por debajo también del aumento medio de la inflación en 2022, que fue del 8,4%. También queda ligeramente por debajo de los 1.082 que CCOO reclamaba como mínimo y de los 1.100 que pedía UGT. Pero supera los 1.040 euros que, como máximo y con condiciones, estaba dispuesta a conceder la patronal. La subida se aplicará con carácter retroactivo desde el 1 de enero, aunque no se aprobará aún en el Consejo de Ministros del próximo martes.

Ya es, por tanto, la tercera vez en que la patronal rehúye el acuerdo sobre el salario mínimo. Lo hizo en 2021, cuando se consiguió un pacto bipartito para aumentar el SMI hasta 965 euros, y en 2022, cuando aumentó 35 euros, hasta los 1.000, y ha repetido este año. No acudió a la anterior reunión con el Ministerio de Trabajo, el pasado 21 de diciembre, pero mandó una propuesta por escrito que planteaba una subida del 4%, pero condicionada a la aplicación de deducciones de cuotas en el sector agrario y a que se cambie la ley para permitir a las empresas repercutir el aumento del SMI en los contratos que les pagan las administraciones públicas. La víspera de la reunión de este martes, a las nueve de la noche, la CEOE anunciaba que volvía a ausentarse de la negociación con Trabajo y los sindicatos, porque a su juicio no se daban las “condiciones” para asistir. Según explicó, ni el Gobierno ha consultado a los empresarios durante todo el mes de enero ni les ha hecho una propuesta formal ni ha respondido a la que le hicieron en diciembre. Mientras sindicatos y Trabajo debatían sobre la subida en el ministerio, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha responsabilizado de su ausencia en la reunión sobre el SMI al Gobierno, al que acusó de “buscar únicamente la foto”.

Unai Sordo y Pepe Álvarez comparecieron ante los medios de comunicación al acabar la reunión en el Ministerio de Trabajo. Había comenzado a las 11 de la mañana, con el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, y los secretarios de Acción Sindical de ambos sindicatos, Mari Cruz Vicente y Fernando Luján. Pasadas las dos y media de la tarde, acudieron al ministerio los secretarios generales, que se sentaron con la ministra, Yolanda Díaz, durante casi dos horas. Tanto Álvarez como Sordo fueron muy duros con la CEOE, a la que recriminaron su “falta de responsabilidad” por haber “huido” de la mesa de negociación”, en palabras del primero. “[La ausencia de la patronal] no es una anécdota ni una pataleta, es una actitud que hay que reprochar”, abundó Unai Sordo, para invitar después a la CEOE a aclarar si “sólo se sienta a negociar cuando en la mesa se suelta dinero público a espuertas, como en el caso de los ERTE”.

Beneficiará al 21,6% de quienes tienen contratos temporales

En cualquier caso, ambos dirigentes sindicales dejaron claro que en ningún caso van a romper con la patronal. Todo lo contrario, llamaron a la CEOE a “intensificar los contactos” para negociar el acuerdo nacional de salarios para los próximos años, que quedó en suspenso el pasado mes de mayo. “Ahora es más importante que nunca”, subrayó Pepe Álvarez. Una vez conseguida la subida del SMI, quedan “millones de trabajadores” que deben también mejorar sus sueldos cuando la inflación está aún en niveles estratosféricos y la economía se ralentiza, dijo, “por el agotamiento del ahorro y la subida de los tipos de interés”. “Devaluar los salarios mientras las empresas imputan el aumento de sus costes a los precios de consumo es una estrategia suicida a la que instamos a la CEOE a alejarse”, apremió Unai Sordo.

Los líderes de CCOO y UGT expresaron su satisfacción por la subida del SMI, que Sordo incluso calificó de “histórica”: el salario mínimo ha mejorado un 52% desde 2017, destacó. Y beneficiará a casi 2,3 millones de trabajadores, el 13,7% de los asalariados. Según los cálculos del sindicato, con el alza del 8,5% en las pensiones, la subida del 8% en el salario mínimo, el aumento retributivo del 2,5% de los empleados públicos y los convenios colectivos que han mejorado los sueldos por encima del 5%, se han protegido las rentas de más de 16 millones de trabajadores.

El beneficiado tipo, continuó, será una mujer de entre 16 y 34 años con un contrato temporal, que trabaja en la agricultura o los servicios y que vive en Andalucía. Así, el 57,5% de los trabajadores favorecidos por la subida del SMI son mujeres. También mejorarán sus retribuciones el 31,7% de los jóvenes de entre 16 y 24 años y el 19,2% de los que tienen entre 25 y 34 años. Y el 21,6% de quienes trabajan con contratos temporales. El 22,4% de los asalariados de Extremadura, el 22,2% de Murcia, el 20,6% de Canarias y el 18,8% de Andalucía, donde los salarios son más bajos, se beneficiarán del alza del SMI, de acuerdo con las cifras de CCOO.

¿Habrá revisión?

“La subida del SMI es una medida de justicia, pero también una medida que mueve la demanda interna y genera empleo de forma indirecta”, elogió Unai Sordo. “La mejora del salario mínimo va directamente a la vena de los trabajadores que menos cobran”, recalcó Pepe Álvarez. Por su parte, la ministra Yolanda Díaz se ha congratulado de haber cumplido, “gracias al acuerdo con los sindicatos”, uno de sus compromisos: alcanzar al menos el 60% del salario mínimo.

No obstante, Pepe Álvarez ha precisado que aún no se ha conseguido esa meta porque el informe de los expertos planteó su horquilla de subida del SMI –entre 1.040 y 1.082 euros– con una proyección de los salarios de 2022, “y este es el SMI de 2023”. De hecho, no descartó que se pudiera revisar el alza dentro de unos meses –tal y como permite el Estatuto de los Trabajadores–, según evolucionen los precios.

Los expertos sugieren una subida del salario mínimo de entre 1.046 y 1.082 euros para 2023

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La comisión de expertos nombrada por el Ministerio de Trabajo que calculó cuál es el salario medio en España y en qué cuantías debía subirse el SMI para que alcanzara el 60% del salario medio, como recomienda la Carta Social Europea, propuso una horquilla entre 1.040 y 1.082 euros. Yolanda Díaz se ha pronunciado siempre a favor de una subida en la parte alta de ese intervalo. Al igual que los sindicatos. UGT incluso propuso superarla, teniendo en cuenta la escalada de la inflación. Pero la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, insistía en incorporar a la patronal al acuerdo y en que, más allá de la subida del SMI, “lo ideal” sería firmar un pacto de rentas que infundiera confianza “en los trabajadores, los ciudadanos, los autónomos, los empresarios y los inversores”.

También Pedro Sánchez pide subidas salariales

Una vez acordada la cuantía de la subida del SMI en el seno del Gobierno y conseguido el apoyo de los dos sindicatos mayoritarios, Pedro Sánchez ha sacado pecho en el Senado de que España sea el segundo país de la OCDE donde más ha aumentado el salario mínimo. Y ha pedido a las empresas que también mejoren los sueldos de sus trabajadores. “Si los salarios de las clases medias y también de las clases trabajadoras no han subido todo lo que deberían a lo largo de esta década es también resultado de un modelo económico que se impuso entonces basado en competir en costes y en atraer empresas porque aquí pagábamos salarios más bajos respecto al resto de Europa”, ha criticado. Según dijo, los salarios reales –una vez aplicada la inflación– llevan cayendo más de una década. En los últimos 10 años, añadió, los precios han aumentado un 17% en España, mientras que los sueldos sólo han subido un 10,6%.

Los salarios pactados en convenio subieron en 2022 sólo un 2,78%, por lo que teniendo en cuenta que el IPC cerró el año en el 5,8%, la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores fue de tres puntos. Pero, si se compara con la inflación media del año, el 8,4%, la pérdida es aún mayor, casi seis puntos. Los precios no habían alcanzado esas cotas desde 1986.

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