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#Hate, el noveno finalista del Benidorm Fest

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“Ahora llega el momento de conocer la opinión del jurado y de vosotros que estáis en casa. Yo, de corazón quiero pediros una cosa: sé que la música despierta muchas emociones y que es algo subjetivo, por eso, porque estamos celebrando la diversidad musical, pero también la diversidad de opiniones, os pido respeto y cariño, aquí y en redes, tanto para los artistas como para los que van a emitir su opinión. Recordad: la música nació libre, no la ensuciemos”.

Con estas palabras introducía Mónica Naranjo este martes el comienzo de las votaciones de la primera semifinal del Benidorm Fest. En la mente de la cantante y presentadora, que abrió la gala con una aplaudida versión de la canción Diva, estaba sin duda la ola hater que siguió a la victoria de Chanel en la pasada edición del festival, en el que ella y su tema SloMo se impusieron a los de Rigoberta Bandini y Tanxugueiras, favoritas del público, gracias, sobre todo, a la elevada puntuación recibida por parte del jurado. Ese tsunami de odio se llevó por delante no solo a la propia representante española en Eurovisión, la cual tuvo que eliminar su cuenta de Twitter ante el acoso sufrido por centenares de eurofans, sino también a los miembros del jurado, en particular a Miryam Benedited por sus vínculos con Chanel. 

El comentario de Mónica Naranjo podría haberse quedado tan solo en una anécdota pero, un año después, la polémica hate en redes sociales vuelve a salpicar al Benidorm Fest. En esta ocasión no se ha tenido que esperar a una acusación de tongo en la final ya que la oleada de odio se ha ido fraguando poco a poco en las jornadas previas y ha terminado alcanzando su punto álgido en las ruedas de prensa que siguieron a la primera de las semifinales. 

En la primera gala se proclamó ganador el canario Agoney, que con su canción Quiero Arder se alza como el favorito de las casas de apuestas para llevarse el micrófono de bronce en la final de este sábado. El exconcursante de OT y de Tu cara me suena es uno de los participantes que han alzado la voz en los últimos días en contra los haters de forma más airada. De hecho, su canción se inspira precisamente en el odio y en los insultos que le han dedicado durante toda su vida por su orientación sexual. “A mí me decían 'Tú por maricón vas a arder en el infierno'. Y yo decía, pues sí, voy a arder", confesaba el canario durante la rueda de prensa posterior a su triunfo en las semifinales.

En esa misma rueda de prensa, Agoney también exponía su opinión sobre el hate tras la pregunta de un periodista sobre cómo iba a afrontar el odio que le llovería en Eurovisión desde países como Polonia, donde existe una gran persecución contra la homosexualidad. El canario aprovechó ara cargar primero contra los haters en general: “Yo no me tengo que preparar para nada, a los que hay que educar son a ellos”`. Y luego contra Malbert, un polémico influencer y presentador de un programa eurovisivo llamado La Red Room y abiertamente hostil con Agoney y con otras candidaturas, como la de las Twin Melody, a las que calificó despectivamente como “Twin Mierlody” o “presuntas cantantes”. Agoney, mirando directamente a los ojos de los periodistas, dijo: “De hecho, aquí tenemos, por el fondo, a un especialista en hate. Malbert, ¿estás por ahí? Lo vi por ahí antes. Voy a dejar una cosa clara, no le voy a dar voz a esa gente”. La intervención del concursante tuvo una amplia repercusión en redes sociales y fue aplaudida por gran parte de los usuarios que felicitaban a Agoney por haber tenido la valentía de denunciar con nombres y apellidos a quienes esparcían odio hacia los participantes.

Aritz y las Twin Melody se rompen

Sin embargo, sería a la mañana siguiente cuando de forma más visceral se pudo observar cómo este fenómeno hacía mella en los concursantes. En la rueda de prensa matinal con los eliminados de la primera semifinal, Aritz Aren, intérprete de la canción Flamenco y que partía como uno de los favoritos, fue preguntado por los ataques de los haters. El cantante había estado en el centro de la polémica en redes durante los últimos días precisamente a raíz de una entrevista que había concedido a Malbert. En ella, había calificado la canción de Agoney de “satánica” y, tras ser preguntado por su opinión sobre el resto de temas, aseveró: “No me gustan todos. Lo que pasa es que luego también, como bailarín, veo temas que a lo mejor son bailables, pero yo no veo a lo mejor al artista que vaya a poder defender eso como yo lo defendería".

El cantante se disculpó en su respuesta y confesó haber “llevado el tema mal” y dijo que su intervención se había descontextualizado, aunque admitió su error al no medir bien sus palabras, algo que achacó a su inexperiencia en estar en el centro del debate. Después de disculparse, cedió el micrófono a las Twin Melody que recalcaron el mensaje de Aritz y Agoney: “A nosotras nos han echado también muchísimo hate y la verdad es que no es fácil. Por la salud mental de los siguientes concursantes del Benidorm Fest sí que agradeceríamos como concursantes que se diera espacio a personas que apoyan y que no destruyen a la gente. Siempre se dice, ‘no hate no hate’ pero luego se da voz a personas que están todo el rato acosando”. Al concluir su intervención una de las gemelas, visiblemente emocionada, rompió a llorar, recibiendo el apoyo de todos los asistentes y en particular de Aritz, también muy afectado. 

Un fenómeno difícil de controlar

Lo acontecido en el Benidorm Fest ha generado un amplio debate en redes sociales. Laura Pérez, experta en comunicación e investigadora en la Universitat Pompeu Fabra, piensa que festivales tan competitivos como este, donde cada persona suele tener un favorito claro y en donde solo puede ganar uno, favorecen este tipo de olas de odio. En su opinión, las redes sociales no incrementan ese odio, pero, al propiciar la interacción entre usuarios al mismo tiempo que ven el programa, generan más “tensión” y hace que tengan lugar este tipo de comentarios. “Quizás si fuera algo más reposado no sucedería lo mismo”, añade. La experta piensa que estas dinámicas no son exclusivas de festivales como el Benidorm Fest o Eurovisión y los compara con los comentarios que se viven en otros eventos competitivos masivos como el fútbol.

En esa línea argumental se inscribe Oliver Serrano, psicólogo especializado en comunicación digital y profesor de la Universidad Europea de Canarias, que identifica el comportamiento gregario que también se da en los estadios de fútbol como otra de las explicaciones para estas olas de odio. “Una persona no va a ponerse a insultar a un arbitro por sí sola, pero cuando estás en un grupo y sientes que tienes la libertad para hacerlo porque todo el mundo va a hacer lo mismo y sobre todo sientes que el castigo va a ser menor pues entonces no hay problema y descargas adrenalina”, opina. Al igual que López, también cree que la interacción entre los usuarios, sumada al anonimato, favorece estas dinámicas, ya que el hater ve reforzada su conducta por los retuits y respuestas de otras personas con su misma opinión. 

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Luchar contra este fenómeno es sumamente complicado pese a los esfuerzos que se han hecho desde varios ámbitos para combatirlo. “Limitar los mensajes o eliminarlos es entrar en un terreno peligroso, incluso de censura, porque, al final, ¿dónde pones la línea?”, opina la experta, que ve como salida, aunque admite algo utópica, que antes de mandar un mensaje o comentar se realice una reflexión empática por parte del usuario para que piense las repercusiones de su comentario en los receptores del hate y empatizar con ellos. 

En este sentido, ve algo muy positivo las declaraciones de las Twin Melody o de Aritz abriéndose y expresando sus sentimientos sobre los comentarios que reciben. “Visibilizar las situaciones quiero pensar que ayuda e igual, no el 100%, pero una parte de las personas que lanzaron estos mensajes, cuando salieron todos ellos explicando la situación, sí reflexionaron sobre las consecuencias que tienen en las personas que los reciben”, explica. Algo muy importante en el caso de líderes de opinión como Malbert, cuya influencia en la sociedad les crea una responsabilidad no tanto por el qué dicen sino, sobre todo, en cómo lo explican.

Además de todo ello, destaca Serrano, es muy importante que los propios participantes tengan una formación emocional de cara a enfrentarse a situaciones como esta, especialmente en artistas que, como en el caso de Aritz, se ven de un día para otro en el ojo del huracán. “Muchos psicólogos aconsejan que se quiten y silencien las redes, pero yo creo que lo importante es que haya una educación emocional donde puedan decidir si se las quitan o no”, opina. Esta formación es clave, pero este experto ve igualmente importante que los cantantes tengan un buen apoyo emocional y a alguien a quien recurrir, ya que muchas de estas personas tan expuestas fracasan en sus carreras precisamente por no disponer de este soporte.

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