Sánchez pone a Bolaños y María Jesús Montero a armar una mayoría para reformar el ‘sí es sí’

Pedro Sánchez llega junto a Eva Granados, Cristina Narbona y María Jesús Montero a la reunión del Grupo Parlamentario Socialista, este martes.

El choque por la ley del solo si es sí sigue en el seno de la coalición. Sin acuerdo aún. Pero la proposición de ley del PSOE ya está registrada desde el lunes en el Congreso de los Diputados. Ahora la pelota está dentro del Gobierno pero también en el tejado de los socios de investidura, que serán clave para sacar adelante la reforma en el Congreso si no se quiere depender del Partido Popular.

Y los teléfonos de los portavoces parlamentarios han empezado a sonar pronto. Al otro lado del móvil dos de los ministros clave del Gobierno y personas de máxima confianza de Pedro Sánchez: María Jesús Montero (Hacienda y Función Pública y vicesecretaria del PSOE) y Félix Bolaños (Presidencia). Los dos se están encargando de hablar con los socios de investidura, otear el terreno y tratar de ganar su apoyo, según fuentes parlamentarias y gubernamentales.

Esto supone elevar al máximo la negociación por parte de La Moncloa para tratar de conseguir los votos que lleven a reformar la ley. Según fuentes del Gobierno, los portavoces consultados (como los de ERC, Compromís o Más País) están de acuerdo en cambiar la norma y evitar a futuro los efectos no deseados en la aplicación, pero también piden que sea un texto muy bien elaborado.

Los socios se abren a cambios pero quieren acuerdo con Igualdad

Lo que están transmitiendo los portavoces al Gobierno es que deben tener ajustes técnicos, pero siempre sin eliminar la parte del consentimiento, considerado el corazón de esta norma. Los socialistas siguen asegurando que esto es así, aunque, en cambio, desde el Ministerio de Igualdad interpretan que la proposición de ley del PSOE supone de facto volver al modelo que imperaba antes.

Además, los portavoces parlamentarios también tienen claro que quieren que el texto que salga del Congreso esté consensuado con el Ministerio de Igualdad que dirige Irene Montero. Y entre los socios de investidura no gusta el ruido que hay dentro de la coalición, prefiriendo un debate técnico y que se rebaje la tensión entre los socios.

De esta manera, Pedro Sánchez ha puesto a trabajar a Félix Bolaños y María Jesús Montero con los socios, dándole el máximo nivel y evidenciando la necesidad de lograr sacar adelante una negociación que considera vital. El convencimiento es total entre los socialistas de que hay que reformar la ley ante la alarma social y que la vía preferida es con un acuerdo con Unidas Podemos y con los socios de investidura.

El mensaje de Sánchez

El presidente quiso lanzar varios mensajes este martes en pleno choque con Unidas Podemos y para ello reunió a los grupos parlamentarios. Ante los suyos señaló: “La ley del solo sí es sí ha tenido efectos indeseados… y me quedo corto”. Por lo tanto, les dijo: “Vamos a hacer lo correcto, lo sensato”. Calificó de “buena” la ley y argumentó que se va a defender, “pero corregir”. Los diputados y senadores cerraron filas con el jefe del Ejecutivo, muchos le han pedido durante este tiempo que cambiara la norma. Por eso le ovacionaron en pie en dos ocasiones. Todo ello a escasos meses de las elecciones del 28M, donde se la juegan sus territorios y donde les es muy difícil defender las revisiones de las penas a pie de calle.

Los socialistas también desean que al final Unidas Podemos se sume a un cambio y que la coalición vaya unida: “Esperemos que se calmen las aguas”, indicaba un diputado tras escuchar a Sánchez. Y el sentimiento mayoritario es que salga esa reforma junto a UP y con los socios de investidura, no con el PP, que ha ofrecido sus votos. Y es que muchos parlamentarios socialistas no se fían de los de Alberto Núñez Feijóo y recelan también de las intenciones. Para muchos la imagen de una coalición partida, dependiendo el PSOE del PP, no es la mejor de cara al ciclo electoral.

Todo ello en un día en el que la pugna entre Justicia e Igualdad cotizó alto. La ministra Pilar Llop fue muy dura con Podemos y les acusó de engañar a la opinión pública con el vaticinio que hizo Igualdad de que la reforma conllevaría más revisiones. Una frase desató también el enfrentamiento: “La víctima tiene muy sencillo probar que hubo violencia sólo con una herida”. Fuentes moradas dicen que esta expresión evidencia su tesis de que el texto socialista elimina el consentimiento como eje central de la ley. Desde Igualdad se lamenta que Llop no haya querido aceptar las propuestas que se han remitido desde su departamento y la señalan a ella como la culpable de que se haya roto la negociación.

Por el momento la proposición de ley del PSOE, basada en el trabajo de Justicia, está registrada en el Congreso, pero su calificación no se verá hasta la Mesa de la semana que viene. Por lo tanto, todavía queda tiempo, a pesar de las prisas que meten los socialistas, para intentar un acuerdo. Ese acuerdo, como señalan fuentes de UP, se tendrá que intentar a nivel ministerial a pesar de que ahora el terreno es el Congreso. La ministra Irene Montero reconoció que se está en “un momento difícil” e insistió en que hay que preservar el consentimiento. Las posturas siguen sin acercarse, aunque desde los dos lados se insiste en que no hay intención de romper la coalición.

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En los pasillos del Senado se pronunció también este martes María Jesús Montero, que defendió la propuesta del Ministerio de Justicia. Pero la vicesecretaria general del PSOE y titular de Hacienda se mostró abierta a incorporar enmiendas durante el trámite parlamentarios, siempre que vayan en ese doble objetivo: conservar el consentimiento y que no haya rebaja de penas.

Díaz pide serenidad a las puertas de nuevos choques

Durante estos días de tensión no se había escuchado a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que rompió su silencio también en el Senado. El principal mensaje que quiso trasladar fue que hay que cuidar al máximo la coalición durante esta etapa y abogó por la serenidad: “Encontrarnos y tender la mano”. Todos son conscientes del descalabro político que puede ser que salga la reforma con los votos del PP y con la coalición dañada. Esto supone una vía abierta de oportunidad política para los populares.

Nadie quiere hablar de romper la coalición pero el momento es de máxima tensión, con dos posturas enfrentadas. El presidente, durante su discurso en el Congreso, no se pronunció directamente pero sí dio a entender que pretende agotar la legislatura, siempre hablando en futuro y llamando a los suyos a continuar trabajando. Todo ello en unos días en los que la coalición está abocada a otro choque el jueves en la votación sobre la ley del bienestar animal, en la que el PSOE ha pactado con el PP una enmienda para dejar fuera a los perros de caza. No obstante, fuentes de Unidas Podemos señalan que no dejarán caer el texto, aunque no revelan el sentido de su voto.

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