LA PORTADA DE MAÑANA
Ver
El fiasco de Bruselas y el desafío permanente de Mazón desnudan el liderazgo de Feijóo en el PP

Tamames elude incluir en su discurso el compromiso de convocar elecciones anticipadas

Ramóin Tamames y Santiago Abascal.

El supuesto dictamen que el profesor Ramón Tamames iba a realizar de la situación de España, que según él y Vox justifica la necesidad de anticipar seis meses las elecciones generales, se quedó en una larguísima enumeración de asuntos que, en opinión del candidato, le han movido a protagonizar la segunda moción de censura que la ultraderecha presenta en esta legislatura.

Todo ello sin explicar el supuesto compromiso que habría adquirido con Vox —y que él mismo confirmó en rueda de prensa la semana pasada— para, en caso de resultar elegido presidente, convocar inmediatamente elecciones anticipadas para hacerlas coincidir con las municipales y autonómicas del 28 de mayo. Fuentes de Vox consultadas por infoLibre le restan importancia porque “lo ha dicho en muchas ocasiones” y lo atribuyen a su decisión de acortar “muchísimo su discurso. La petición de elecciones, añaden, “se da tan por supuesta que hasta Sánchez se ha referido a ella”.

Sentado en el escaño de Santiago Abascal, el líder de Vox, Tamames leyó una intervención en la que, sin profundizar en casi ningún asunto, afirmó haber aceptado la propuesta de la extrema derecha después de contemplar la indignación de quienes protestaron en Madrid por la supuesta prohibición de usar el español en Cataluña. 

El ex dirigente comunista arremetió contra la ley de memoria democrática, criticó la II República, acusó a “todos los gobiernos” de haber estado sometidos a los partidos “separatistas”, reprochó a Sánchez haber sometido la justicia a través del Consejo General del Poder Judicial y hasta denunció la supuesta sumisión de la Unión Europea a Estados Unidos por apoyar a Ucrania frente a la invasión rusa.

Tamames citó Alfredo Pérez Rubalcaba y a Alfonso Guerra para reprochar al Gobierno haber llegado a acuerdos en el Congreso con partidos soberanistas. “Su Gobierno, señor Sánchez, no respeta la división de poderes. Montesquieu es un visitante molesto porque están haciendo muchas cosas y lo hemos visto con el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en contra de esa división de poderes” al intentar “controlar” la Justicia desde el Poder Ejecutivo.

Según el candidato, el Gobierno tiene “que cambiar y apoyarse en otros partidos”, en alusión al PP y a Vox. Para hacer, entre otras cosas, una reforma de la ley electoral que reduzca la representación de los partidos nacionalistas e independentistas que hoy son mayoritarios en Cataluña y el País Vasco e impedir que las mayorías dependan de ellos. 

Tamames replicó a la larga respuesta del presidente del Gobierno reprochándole que hubiese hablado 1 hora y 40 minutos y pidiendo unas reforma del reglamento para que las intervenciones en estos debates sean más cortas. El candidato se quejó también de que Pedro Sánchez no le hubiese dicho nada sobre algunos de los asuntos que planteó, desde la situación del español en Cataluña hasta el Sáhara. “Eso sí, lecciones de cosas”, ironizó, muchas.

Abascal pide a Feijóo votar contra Sánchez para demostrar que podrán gobernar juntos

Abascal pide a Feijóo votar contra Sánchez para demostrar que podrán gobernar juntos

Y defendió a Vox de las críticas del presidente diciendo que el partido de Abascal nunca habría hecho la reforma del código penal en lo que afecta a los delitos de malversación y sedición —algo que según él no ha ocurrido ni en Polonia ni en Hungría, dijo— y subrayando que no ve a los ultras haciendo nada contra la constitución, la monarquía o la bandera.

Eso sí, se mostró molesto con la alusión a Blas Piñar que había hecho Sánchez paras señalar el origen de Vox. Hasta el punto de echar en cara al presidente la figura de Largo Caballero, al que llamó el Lenin español y al que culpó de la guerra civil. 

Y aunque sugirió la posibilidad de que la filtración de su discurso fuese producto de un robo llevado a cabo por el CNI, acabó agradeciendo a Sánchez no sólo su tono sino sus conocimientos. “Un presidente tiene que saber de todo”, concluyó.

Más sobre este tema
stats