Marwán impulsa un concierto por los palestinos: "Hay refugiados de primera, de segunda... y de tercera"
Este mes de mayo se cumplen 75 años de la Nakba, término árabe que significa "catástrofe" o "desastre" y que se utiliza para designar el masivo éxodo de los palestinos, acelerado a partir de la declaración de independencia de Israel el 14 de mayo de 1948. "Unos dicen que fueron 700.000, otros que 900.000. Cientos de miles de palestinos, en definitiva, se vieron obligados a abandonar su hogar en la fecha del 15 de mayo después de la creación del Estado de Israel", explica a infoLibre Marwán (Marwan Abu-Tahoun Recio, Madrid, 1979).
Coincidiendo con esta trágica efeméride, el cantautor es el impulsor de un concierto solidario a favor de la Agencia de la ONU para refugiados palestinos (UNRWA) que, bajo el nombre de Música contra el olvido-75 años refugiados de Palestina, congregará precisamente el 15 de mayo en La Riviera madrileña a un potente grupo de músicos y poetas. A saber: el propio Marwán, Rozalén, Ismael Serrano, Nach, Conchita, Víctor Manuel, Pedro Guerra, Luis Ramiro, Vicky Gastelo, Benjamín Prado, Pez Mago y Maddy Beyton.
"Mi familia está entre esas personas que tuvieron que irse de sus hogares, muchos a campamentos de refugiados en otras zonas de Palestina y muchos otros a los países limítrofes. Dos años después, en 1950, nació mi padre en un campamento de refugiados donde vivió hasta su adolescencia", rememora Marwán, quien establece un paralelismo entre la llegada de su padre a España y el momento actual: "Es curioso porque en el franquismo, como los fascistas odiaban a los judíos, acogían mucho a los árabes y a los palestinos. Es acojonante porque, a día de hoy, conozco palestinos que han venido a España y las pasan putas para que les den la nacionalidad o la residencia. O que nunca se la llegan a dar".
Este concierto es un paso más para este músico que desde hace una década está colaborando estrechamente en todo lo que puede con UNRWA para "dar a conocer la realidad social de Palestina y las penurias que sufre el pueblo palestino". "Todo lo que pueda para que la gente apoye a la población refugiada, porque 75 años después siguen estando muy jodidos y a veces cada vez peor en Palestina, la verdad", apostilla, aprovechando a su vez para poner en valor la convocatoria: "Es un cartel muy potente con lo más granado de la canción de autor. Incluso falta alguno que no hemos podido anunciar aún. Ellos son mi tribu, mi familia, mi gente, con la que he compartido no solo escenarios, sino también nocheviejas, bodas o nacimientos de hijos. Por ejemplo, Nach y yo somos amiguísimos, somos familia. No les puedo querer más".
A veces parece que si intentas cambiar las cosas con la música se te tacha de idealista, de utópico, de naif, pero eso es algo que nosotros no queremos aceptar
Menciona Marwán a Nach en particular porque ambos atienden a infoLibre juntos mientras graban un videoclip para un inminente lanzamiento del que luego hablaremos. "Es una causa muy justa y en la que hay que poner el foco", remarca el rapero Nach (Ignacio Fornés Olmo, Albacete, 1974). "Es una causa a la que se puede ayudar y nosotros con nuestra música lo intentamos con toda la humildad y sensibilidad que podemos", prosigue, al tiempo que defiende el poder de la música para cambiar las cosas al menos un poquito: "A veces parece que si intentas cambiar las cosas con la música se te tacha de idealista, de utópico, de naif, pero eso es algo que nosotros no queremos aceptar".
El músico destaca que, como país, somos solidarios: "En mi entorno y más allá veo gente solidaria y con corazón. También es cierto que vivimos en una sociedad que nos ahoga mucho y que nos tiene muchas veces enfocados en el individualismo y en el sacarnos a nosotros y a nuestro entorno adelante, que ya es bastante. Son muchos impactos a nivel de consumo, de necesidades, de ahorros, de pagos. Pero siempre que se ve un problema mayor más allá, hay mucha gente que ayuda o intenta poner su grano de arena y eso es algo que a mí me hace sentir muy orgulloso. Y creo que hay mucha gente, por lo menos lo que yo veo, que lo intenta. Claro que se puede hacer más, pero hay que entender que la realidad en la que vivimos nos lleva muchas veces hacia el individualismo y para todo lo demás nos cuesta abrir ese radar".
Será una velada muy especial para recordar a todas esas decenas de miles de palestinos que tuvieron que huir de sus hogares. Hoy son 5,9 millones de personas. Para que su situación no caiga en el olvido, estos artistas se unen en un concierto solidario único cuya recaudación se destinará íntegramente a proyectos de desarrollo de UNRWA España para la población refugiada de Palestina. Es por ello y como es lógico que los y las artistas participan de forma altruista sumando fuerzas para una noche solidaria en torno a la población refugiada de Palestina, no precisamente bien tratada a lo largo de las décadas.
De hecho, afirma Marwán tajante que "por supuestísimo que hay refugiados de primera y de segunda". "Y de tercera también hay", puntualiza. "Por supuesto que hay refugiados bien recibidos y refugiados mal recibidos, eso lo tengo clarísimo. Los palestinos han sido siempre bien recibidos en los países cercanos como Siria, Jordania, Kuwait o Líbano. Pero en los países europeos, donde hay muchos refugiados, los palestinos, y en general todos los árabes, no son bien recibidos", lamenta, haciendo en este punto una comparación con la ola de solidaridad generada con el pueblo ucraniano, quizás, supone, "por ser europeos y por ser rubios incluso". "Quizás hay algo de humano en eso, en ayudar más a aquellos en los que nos reconocemos", añade.
"Si te acuerdas, con la guerra de los Balcanes no hubo esta ola de solidaridad como con Ucrania, que yo por supuesto celebro, porque deberíamos ser siempre así", remarca. Pero apostilla: "La putada es cuando ves que somos tan generosos con estas cosas y tan poco generosos con otros países y otras personas que sufren tanto. Ocurre también que los árabes hace 500 años estaban en España y hay una tradición de que el árabe era ocupante de la Península Ibérica. Ahí percibo una cierta animadversión y una gran parte de la sociedad que es bastante racista con los árabes y con lo árabe. Lo que viene de Ucrania supongo que lo ven más puro o más cercano o lo que sea, pero lo cierto es que da pena que se apoye tanto a unos y que se apoye tan poco a otros".
Estamos un poco anestesiados ante las tropelías, los atropellos de derechos humanos, las guerras o la violencia, porque son tantas las noticias malas que te acabas acostumbrando o bloqueando
Para cambiar esa visión sobre el mundo árabe ofreció Marwán el pasado marzo un concierto gratuito en el parque de su Aluche natal, barrio madrileño donde vivió y donde "fue bien bonito poder mostrar esa realidad con este concierto que organizó la Casa Árabe". "Los árabes son nuestros vecinos y son personas que en España a veces están muy mal vistas porque no conocemos su realidad o pensamos que son integristas porque te han mostrado una noticia de quince segundos en los telediarios. O porque tienen una religión diferente a la tuya y las mujeres llevan la cabeza cubierta. De repente, uno se hace una idea de esas sociedades en un segundo sin conocer bien, por eso me gusta que mis canciones y mis mensajes puedan servir para unir puentes con el mundo árabe porque vengo de ese mundo también, no solo del español", apunta.
Pero ocurre, en su opinión, que al final los países europeos "apoyan las cosas que les interesan" por geopolítica sin pensar en la solidaridad, precisamente. A eso se suma que "estamos también un poco anestesiados ante las tropelías, los atropellos de derechos humanos, las guerras o la violencia", porque son tantas las "noticias malas que te acabas acostumbrando o bloqueando como sociedad". Y remata: "Yo siento que en algunos casos estamos en la mejor época de la historia, porque hay menos pobres que nunca en general, hay más acceso a la educación, a la sanidad, a alimentos y necesidades básicas, pero hemos perdido a la vez muchas libertades, mucha capacidad de elección, de manifestación. Hemos perdido bastantes cosas que son bastante preocupantes y se reflejan mucho ante la llegada de otras personas o ante las guerras, que ya a veces ni nos sorprenden".
Colaboración con Nach
Ha querido el calendario que la preparación de este concierto coincida con el inminente lanzamiento este viernes 5 de mayo de la colaboración entre Marwán y Nach, titulada Lo llaman vida. En esta composición vuelven a unirse estos dos amigos para explorar nuevos ritmos, en este caso la cumbia con aires urbanos, así como para hacer una exposición de la cara B de la sociedad, esa que apenas ocupa portadas aunque sea el escenario vital de millones de personas en nuestro país. Porque no están para nada lejos de nosotros aquellas personas que sufren desahucios y desalojos, esas vidas inmersas en la más absoluta desigualdad, golpeadas por la pobreza, tratados injustamente por su color de piel o porque en esta sociedad se abre de piernas ante el rico que viene de afuera y se cierra en banda ante el extranjero pobre.
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"Es una letra muy potente y precisa que habla muy claro sobre cómo nos olvidamos de determinada gente que sufre una realidad bastante precaria y cómo muchas veces miramos a otro lado", adelanta Nach, avanzando todavía un poquito más: "Gente con la que nos cruzamos por la calle pero que es apartada a determinados barrios y zonas mientras vivimos una realidad en la que parece que no existen. Pero están intentando salir adelante y nuestro prejuicio no nos permite tampoco ver más allá en ellos. Y eso no puede ser". Coincide Marwán al explicar que la letra de esta canción es un retrato de esa parte de la sociedad que está "olvidada, que a lo mejor sale quince segundos en los telediarios y luego se te olvida, de esa sociedad golpeada por los desahucios, por la pobreza, atrapada por las crisis en las barreras más pobres de la ciudad, donde nadie mira".
Esta nueva colaboración formará parte del próximo lanzamiento en largo del cantautor madrileño, un repaso a sus veinte años de andadura artística en el que reinterpreta sus canciones más populares con duetos junto a "cuatro o cinco nuevas", entre ellas la que hace con Nach. Dos décadas de música y poesía que han pasado "muy rápido" y que, al repasarlas, le ha hecho sentir que mantiene la ilusión del primer día aun habiendo cambiado, como es lógico, en algunos aspectos.
"Sigue ahí intacta esa búsqueda de textos poéticos y canciones con alma y personalidad que no sean hamburguesas musicales", asegura, como también siguen las ganas de lucha y defender causas justas. Por eso se pone al frente del concierto por los refugiados palestinos: "Juntarnos a defender algo juntos cantando es un acto revolucionario hoy en día. Con el sistema en el que vivimos tan capitalista neoliberal, individualista, de repente los cantautores siempre hemos estado donde nos han llamado. Da gusto que los compañeros sigan siendo solidarios y no se olviden de que hay gente que está mal. Además, yo creo que España es los países más solidarios que hay, es algo brutal".