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Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

28M | Elecciones municipales y autonómicas

El PP pone fin a ocho años de Botànic de Ximo Puig pero necesitará a la extrema derecha para gobernar

María José Catalá y Carlos Mazón celebran la victoria del PP en la Comunitat Valenciana

El ciclo del Botànic iniciado en 2015 toca a su fin. La gran joya de la corona de estos comicios ha caído del lado de la derecha. El candidato del Partido Popular, Carlos Mazón, ha logrado ser primera fuerza al absorber todo el voto de Ciudadanos, que desaparece del mapa valenciano, pero Mazón necesitará para gobernar a la extrema derecha, que consigue ser la cuarta fuerza con 13 escaños. "Hoy empieza todo. Iniciamos el gobierno que merece la Comunitat Valenciana. Me voy a dejar la piel para estar a la altura. Gracias de corazón", ha sido la primera reacción del candidato del PP.

La Comunidad Valenciana se erigía hasta ahora como el bastión progresista bajo el paraguas del acuerdo del Botànic, con un Govern formado por el PSPV, Compromís y Podemos. El actual president y candidato socialista, Ximo Puig, ha mejorado sus resultados de 2019 —de 27 a 31 escaños— pero su subida no han sido suficiente para sostener la Generalitat. La caída de Compromís, que ha pasado de 17 a 15 y, especialmente, el hecho de que Unides Podem no haya superado la barrera electoral del 5% han sido clave dos hechos clave para la derrota del Botànic.

Puig reivindicó su labor al frente de la Generalitat y aseguró haber conseguido una sociedad de respeto, con buena reputación y de convivencia. "Espero que la sociedad valenciana no caiga en la división, las trincheras y la crispación", advirtió en un mensaje dirigido a Mazón. Por su parte, el candidato de Compromís, Joan Baldoví, felicitó a Mazón y le avisó que Compromís hará una oposición "firme, responsable, útil y correosa". "Desde este momento comenzamos trabajar para recuperar la confianza de los ciudadanos. Tornarem, tornarem, tornarem", aseguró.

El PP logra ser primera fuerza

Con el 37% de los votos y el 40 de los 99 escaños, el PP dobla las cifras de 2019 y sube en 21 diputados. Los votos de la extrema derecha serán decisivos para la aprobación de leyes y presupuestos y la formación conservadora deberá negociar si Carlos Flores, el candidato de Vox, será vicepresidente. El bloque de derechas certifica el cambio de ciclo en la Comunitat Valenciana anunciado por Nuñez Feijóo con 53 diputados, por los 46 que obtiene la suma de las izquierdas.

El PP valenciano puede gobernar en las principales ciudades, incluidas las capitales de València, Castelló y Alicante. En la capital del Túria la candidata del PP, María José Catalá, será alcaldesa si Vox quiere. La izquierda llegó al consistorio municipal hace ocho años tras dos décadas con Rita Barberá al frente. El candidato de Compromís, Joan Ribó, ha ostentado la alcaldía desde 2015 pero aunque la coalición valencianista y el PSPV han aguantado mejor que en las autonómicas, la suma del PP y de Vox ha permitido a las derechas reconquistar una ciudad simbólica para esta formación.

La desaparición de Unides Podem define el futuro del Botànic

La coalición de Unides Podem liderada por Héctor Illueca se ha quedado fuera de Les Corts, con un 3,6% de los votos. De poco ha servido el respaldo que le dio la vicepresidenta Yolanda Díaz en esta campaña, que defendió la candidatura de Illueca como el voto útil para garantizar el seguimiento del Botànic. Los morados apelaron a una candidatura de unidad con Compromís que, si bien se fraguó en algunas ciudades valencianas, no fue posible a nivel autonómico. "La historia demuestra que ninguna derrota es definitiva, las ideas justas nunca mueren", señaló Illueca en redes sociales.

La ausencia de Mónica Oltra, la candidata de Compromís en 2015 y 2019, también ha podido pesar sobre Baldoví. Su candidatura ha logrado ser la tercera fuerza pero perdió 2,25 puntos por el camino: de 335.055 en 2019 a 293.455 en estos comicios.

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