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El PSOE busca la tecla de la movilización entre la gestión y el contraste con el "odio" del PP y Vox

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a principios de junio en Madrid.

El PSOE sale a por todas a pesar de las encuestas en contra. Pedro Sánchez está convencido de que puede conservar La Moncloa el próximo 23 de julio tras la arriesgada decisión de adelantar las elecciones. La maquinaria del partido está engrasada y ahora toca los más difícil: conseguir los votos.

El 28M supuso un shock para los socialistas, que perdieron casi todo su poder autonómico. Pero el análisis que hacen en Ferraz es que los datos no se pueden extrapolar y que hay margen para darle la vuelta a la situación. ¿Por? La diferencia fue de tres puntos sólo con el Partido Popular y se han perdido unos 400.000 votos respecto a los comicios locales de hace cuatro años.

En el PSOE explican que en las generales suelen votar históricamente tres millones más de personas que en las municipales, por lo tanto la balanza puede cambiar. La principal batalla que tienen por delante, subrayan fuentes de Ferraz, es la movilización. Quieren trasladar la idea de que es necesario que la gente se levante del sofá y vaya a las urnas estando de acuerdo “con el 90%” de las medidas y no se quede en casa por el 10% que no le gusta.

Las teclas que buscan y que quieren apretar son aquellas que pueden levantar a las personas progresistas después de una campaña del 28M que no ha dado sus frutos a pesar de estar llena de propuestas y de anuncios con nuevas medidas. ¿A qué tiene que apelar entonces el PSOE?

20,8 millones de empleados

A esta pregunta responde un miembro del Consejo de Ministros: “Por un lado, la situación económica. Ha bajado la inflación, suben las previsiones del PIB. Y hay que defender el dato de los 20,8 millones de empleados”. Su visión es que la gente cada día es más consciente del despliegue de medidas y se van a ver con más perspectiva conforme se vaya acercando el 23 de julio.

Además, este ministro considera que el PSOE debe llevar un mensaje que retrate la “crispación, la derogación y la negatividad” del Partido Popular. Ese contraste de los dos modelos y abanderar el optimismo. “Vamos a por todas”, explica, a la vez que resalta la fuerza con la que está el presidente del Gobierno. Vaticina también que el PSOE tendrá un “repunte final” en la campaña que le hará subir respecto a las actuales previsiones.

Hay que "emocionar"

Ante las teclas a tocar, otra fuente del Ejecutivo que va en las listas hace esta reflexión: “Tenemos que enamorar. La gestión es evidente, los datos están ahí. Pero hay que dar un paso más. Emocionar, motivar y llevar a votar a la izquierda, la que siempre lo hace y la que se abstiene”. Por lo tanto, cree que hay que apelar a los ciudadanos con el siguiente marco: “Lo importante no es si gobierna uno u otro, aquí lo importante es lo que se pierde si gobierna uno y lo que se avanza si gobierna el otro”.

Por lo tanto, plantea: “La emoción frente al odio”. Agrega este cargo: “Que te vote Txapote es un vómito de odio. En el otro lado hay rabia, que se visualiza en deshumanizar a una persona para destrozarla sin piedad. ¿El odio va a movilizar más que la bondad?”.

De una manera similar se pronuncia un miembro de la Ejecutiva de Pedro Sánchez: “Combinar gestión y emoción. Un pack de medidas que afectas a mucha gente directamente, como el SMI, pensiones, empleo..., y otras de pocos afectados pero emocionales (eutanasia, aborto...). El terreno de las emociones ha sido más importante que la gestión en la decisión de voto de las autonómicas y municipales. Ahí el PP y Vox han sabido utilizarlo. Ahora entraremos nosotros en esa parte”.

"Pensiones a saco" y "un proyecto de país"

Un candidato que va en el ‘número uno’ por su lista responde de manera directa sobre los motivos concretos que el partido debe mentar para movilizar: “Pensiones a saco. También el salario mínimo interprofesional. Y hablar de la exclusión de Europa y de los fondos europeos de Next Generation por la inclusión de Vox en el Gobierno”. Otro de los cabezas de lista coincide: “Subida de las pensiones. Pero no sólo lo que hacemos sino lo que hace y haría el PP. Incrementar [las pensiones] con el IPC, un 8,5%, como lo hace el PSOE, o un 0,25%, como el PP”. También subraya que se debe mandar el mensaje de “una política económica con cifras muy buenas en un entorno mundial muy complejo frente a una propuesta del PP que desconocemos”.

Cree que se debe movilizar a los progresistas con estas ideas. “Hemos recuperado derechos, negociación colectiva, diálogo y acuerdo social frente a la imposición y la reforma laboral del PP con precariedad para jóvenes y mujeres. El PSOE tiene un proyecto de país con derechos y oportunidades, el PP de retrocesos. ¿Qué proyecto de país es derogar?”

"También se vota por expectativas"

Los socialistas han analizado mucho lo que pasó el 28M y lo que se debe aprender de cara a este 23J después de que la estrategia no diera el resultado que se buscaba. El secretario de Organización de una federación hace esta reflexión: “Hay que decir lo que quiere derogar el PP junto con Vox, a qué nos arriesgamos si ganan, cuánto van a cambiar nuestro derechos y libertades. Qué horizonte tenemos con gente que es capaz de mentir y manipular sin escrúpulos para ganar y qué pueden hacer con la mayor parte de la ciudadanía. Y a quién van a favorecer, a unos pocos frente al resto”.

Una líder territorial subraya: "Deberíamos centrarnos en la gestión de todo lo conseguido: subida del SMI y de las pensiones, reforma laboral y la mejora de los salarios, la subida de becas… y que nos jugamos seguir avanzando en esta dirección o ir a los recortes de derechos y libertades".

Estas reflexiones pasan también por ideas como las de otro dirigente territorial: “En el partido se cree que hay que defender los grandes avances sociales y la defensa de los derechos laborales. Son las bazas principales de nuestros argumentos. Hemos comprobado que también se vota por expectativas. Más que apelar a medidas concretas, hay que hablar de un modelo de prosperidad compartida con paz social entre trabajadores y empresarios. No sólo apelar al temor genérico de la derecha, sino lo que supone como pérdida de derechos y avances”.

Hacer "tangibles" los riesgos de Vox

La apelación a un futuro Gobierno del PP y de Vox es una constante, no obstante, entre los cargos como argumento directo para movilizar al electorado progresista, como reconocen varios cargos. “Lo más efectivo es apelar a un Ejecutivo de la derecha con la extrema derecha”, como indica un secretario de Organización, al estilo de lo que confiesa un diputado en el Congreso: “Gobierno de las derechas y debilidad de Feijóo”.

Pedro Sánchez anuncia el adelanto electoral al 23 de julio

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En el Comité de Federal del sábado, a puerta cerrada, se puso sobre la mesa que no se podía hacer eje de la campaña el miedo al PP y Vox. Pedro Sánchez contestó que no puede ser el tema central pero que no se pueden abstraer de ello y dejar advertir lo que supondría ese Ejecutivo de la derecha y la extrema derecha. 

Otro cargo del partido que estuvo con Pedro Sánchez desde el principio en la batalla interna se pronuncia así: “Hay que ir a una campaña emocional. Nadie te vota sólo por lo que hayas hecho ya. Tienes que contar qué vas a hacer. Hay que apelar a cuestiones más emocionales. Tenemos un reto: concretar más las cosas ante la llegada de Vox. Hay que tener en cuenta que, injustamente, ahora Podemos puede incluso generar más rechazo que Vox en parte del electorado".

Agrega: "Hay que hacer tangible lo que está en riesgo en el caso de que llegue Santiago Abascal. Por ejemplo, lo acaba de suceder en Castilla y León con el tema de las vacas con tuberculosis. Eso puede pasar a nivel nacional, sería un caos. Pueden causar muchos problemas por ideología y prejuicios. Y hablar de grandes derechos, sobre todo, que generan consenso, desde el aborto a la eutanasia. Es decir, la regresión. Tenemos que poner ejemplos como EEUU. Hay que ir a lo que más importa”. “Y también algo de balance hay que hacer, pero proyectar la idea de futuro. Los números son muy buenos y hay que garantizar que la influencia de España en el exterior siga siendo tan importante. Hay que garantizar que la sociedad sea más igualitaria. Hay que escoger cuestiones concretas como la subida de los salarios y la vivienda”, concluye.

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