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El calentamiento global se acelera y los gobiernos siguen de brazos cruzados

Incendio en Canadá a principios del mes de junio.

Mickaël Correia (Mediapart)

Lo nunca visto. Esa es la conclusión de un estudio internacional publicado el 8 de junio en Earth System Science Data. Unos cincuenta científicos examinaron el estado actual del clima y, tras actualizar los principales indicadores publicados en 2021 por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), estiman que "el calentamiento inducido por el hombre está aumentando a un ritmo sin precedentes de más de 0,2º C por década".

Los investigadores añaden: "Los indicadores muestran que el calentamiento inducido por el hombre ha aumentado de media en 1,14°C en el periodo 2013-2022 y 1,26°C en 2022". Y concluyen que nos encontramos en medio de una "década crítica" si queremos esperar que se produzca "un verdadero cambio de rumbo para el clima".

Otros estudios publicados en los últimos días corroboran este calentamiento global. Según el servicio europeo de análisis meteorológico Copernicus, la superficie de los océanos ha registrado el mes de mayo más cálido registrado hasta ahora. "Las temperaturas de la superficie de los océanos ya están en niveles récord y nuestros datos indican que la temperatura media sobre todos los mares sin hielo para mayo de 2023 fue más alta que en cualquier otro mes de mayo", advirtió el 7 de junio Samantha Burgess, subdirectora de la organización.

El día anterior, los científicos anunciaron en la revista Nature Communications que el Ártico podría quedar libre de hielo en verano ya en 2030. Es decir, una década antes de lo previsto por el IPCC. Tras realizar simulaciones basadas en datos de observación desde 1979 hasta 2019, los investigadores estiman que "el primer septiembre sin hielo marino se producirá ya en 2030-2050, sean cuales sean los escenarios de emisiones".

La desaparición de enormes volúmenes de hielo podría tener repercusiones aterradoras, según el estudio: aceleración del cambio climático, con un aumento de las olas de calor y los megaincendios, o una subida del nivel del mar de varios metros como consecuencia del deshielo del casquete glaciar de Groenlandia.

El planeta se recalienta

En los últimos días, los efectos de este cambio climático se han dejado sentir en todo el planeta. Canadá ya ha visto arder casi 5 millones de hectáreas de bosque desde enero. El lunes 12 de junio, el Centro Interinstitucional Canadiense de Incendios Forestales contabilizaba 450 incendios activos, 232 de ellos fuera de control.

Steven Guilbeault, Ministro de Medio Ambiente de Canadá, declaró el 11 de junio que, con la previsión de tiempo caluroso y seco durante todo el verano, era poco probable que la situación mejorase. En su opinión, estos extraordinarios megaincendios "demuestran que hemos entrado en la era del cambio climático. Es la nueva normalidad. Tenemos que estar mejor preparados".

Las columnas de humo de los devastadores incendios de Canadá llegaron incluso al noreste de Estados Unidos la semana pasada, cubriendo Nueva York de una espesa niebla. La Agencia de Aviación Civil americana tuvo que restringir el tráfico aéreo en torno a la ciudad, y el 7 de junio los expertos calificaron la calidad del aire de Nueva York de "muy insalubre". 

En Francia, más del 65% de las capas freáticas controladas son deficitarias.

En Rusia, el norte de Siberia sufre actualmente una ola de calor extrema y sin precedentes, con temperaturas cercanas a los 40°C. Y en el sur de Asia, China y Pakistán registraron temperaturas superiores a 49°C a principios de junio.

Francia no se ha librado. El lunes 11 de junio, Météo France señaló que "desde el 27 de mayo, el indicador térmico nacional de temperaturas máximas supera diariamente los 25°C", una secuencia que la organización calificó de "inédita".

En cuanto a la sequía, según los datos cruzados de la Oficina Francesa de Biodiversidad y del Servicio Geológico Nacional, a 12 de junio el nivel de las aguas subterráneas estaba por debajo de lo normal en 65 departamentos de la Francia metropolitana. Más del 65% de las capas freáticas controladas son deficitarias.

Respuestas inadecuadas

Frente a la aceleración del cambio climático, la respuesta de los gobiernos dista mucho de ser adecuada. El 20 de marzo, el IPCC publicó un resumen de sus estudios sobre el clima para concluir su sexto ciclo de trabajo, iniciado en 2015. En él, los científicos de la ONU subrayan que el ritmo y la escala de las medidas políticas adoptadas hasta la fecha siguen siendo insuficientes.

Los actuales planes climáticos de los distintos países del mundo nos sitúan en una trayectoria de calentamiento de al menos 2,5 °C de aumento de aquí a finales de siglo. En 2022, a escala mundial, las emisiones de CO2 relacionadas con la energía aumentaron un 0,9% más.

La COP26 de Glasgow (Reino Unido), a finales de 2021, y la COP27 de Sharm el-Sheikh (Egipto), en 2022, han desembocado en acuerdos internacionales de mínimos que ni siquiera mencionan la necesidad de eliminar progresivamente los combustibles fósiles, con tan sólo una referencia de pasada a la "abandono gradual" del carbón.

En cuanto a las cinco grandes petroleras occidentales (ExxonMobil, Chevron, Shell, BP y TotalEnergies), sus beneficios para 2022 ascendieron a 180.500 millones de dólares. Un récord histórico. Mientras esas compañias siguen perforando nuevos pozos de petróleo y gas, el IPCC señala que "las emisiones de CO2 por las infraestructuras de combustibles fósiles existentes" ya nos están llevando directamente hacia un aumento global 1,5°C.

En Francia, Emmanuel Macron presentó el 30 de marzo un plan "para el agua". Pero esa hoja de ruta rebaja los objetivos de sobriedad que Francia se fijó hace cuatro años en las Asambleas del Agua. Antoine Gatet, vicepresidente de France Nature Environnement (FNE), calificó el plan como un "documento sin calendario, sin presupuesto y sin territorio".

Y el pasado 8 de junio, Christophe Béchu, ministro francés de Transición Ecológica, anunció un plan contra la ola de calor basado en "15 medidas clave". ¿En qué consisten estas medidas? En mensajes de texto advirtiéndonos de "cómo protegernos" y animándonos a "poner persianas" mientras el mundo arde ante nuestros ojos.

El calentamiento global, amenaza a la paz y seguridad internacionales

 

Traducción de Miguel López

 

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