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ENTREVISTA CON EL MINISTRO DE CULTURA Y DEPORTE

Iceta: "Un Gobierno de PP y Vox es un riesgo evidente de que resucite el 'procés', la cabra tira al monte"

Miquel Iceta, en el Ministerio de Cultura

Sobre la solapa de la chaqueta lleva una chapa en la que se puede leer “bono cultural”. Tiene otra roja rondando por el despacho que reza “Yo voy con Pedro”. Miquel Iceta las diseña y cuenta con su propia máquina para hacerlas en Barcelona. Sobre su mesa en el Ministerio de Cultura se amontonan libros, de catálogos de arte hasta uno de Rosa Montero. Y en las paredes cuelgan obras de Ouka Lele y una camiseta de la selección española.

Iceta, uno de los máximos apoyos de Pedro Sánchez desde que accedió a la Secretaría General del PSOE, ve posible que el partido gane el próximo 23J. Su análisis: la derecha votó el 28M como si fueran unas generales mientras que la izquierda no. Todo pasará por la movilización. Y su diagnóstico es que el problema no es Vox, sino el PP. Con una advertencia: un Gobierno de las derechas puede volver a hacer emerger el procés. Hay independentistas que se están “relamiendo” ya, comenta. Época de elecciones, ambiente de western como Extraña forma de vida, de Pedro Almodóvar. “Es la pera”, se emociona recordando el corto con Ethan Hawke y Pedro Pascal. Y no todo son disparos: habla bien de Marta Rivera de la Cruz.

En poco más de un mes se van a celebrar las elecciones, ¿está en peligro el Ministerio de Cultura? ¿Qué puede significar que no exista un departamento exclusivo para la materia?

Como creo que va a ganar el PSOE, pues no creo que esté en peligro. Pero es verdad que el PP ha dicho que una de sus grandes políticas es reducir ministerios y ha especulado con que Cultura vuelva a unirse a Educación. ¿Reduce gasto? No, no es verdad. Un sueldo de un ministro y de los cinco o siete miembros de su gabinete… el chocolate del loro. La pérdida objetiva de peso político es que no habrá nadie defendiendo los intereses de la cultura en el Consejo de Ministros. En instituciones internacionales es muy distinto que vaya un ministro a que vaya un secretario de Estado. No es casual: cuando gobiernan los socialistas hay Ministerio de Cultura y se aumenta el presupuesto. 

Feijóo dice que 23 ministerios son muchos, pero las políticas no desaparecen y sí el gasto.

Primero, es un gasto absolutamente menor. Los funcionarios de este Ministerio no desaparecerán y seguirán cobrando a fin de mes.  Lo que hay es reducción de peso político. Sin un ministro en el Consejo el Estatuto del Artista no hubiera arrancado. La gente te ha de ver como un igual. Hay cosas que dependen de otros ministerios, ¿pero quién se las pide? Lo importante es el peso político, la relevancia. Sería un retroceso muy importante, no nos lo podemos permitir.

Sería un retroceso muy importante eliminar el Ministerio de Cultura

¿Se percibe como una necesidad desde el mundo de los intelectuales, los creadores y la industria cultural? ¿Están ahora los intelectuales más discretos cuando en otras elecciones pedían el voto para la izquierda? ¿No se quieren mojar?

Como soy el último liberal, no se me ocurriría pedirle a nadie, y menos exigirle, que salga a apoyarnos. Eso sale de uno y he visto algunas declaraciones de relevantes exponentes de la cultura. Es verdad que quizá estamos en un momento en el que la gente probablemente no se quiere significar tanto. Fue la expresión que me dijo mi madre cuando entré en la universidad: “No te signifiques tanto”. Pobre, no le hice caso. Es un momento muy distinto al del “no a la guerra”, por poner el ejemplo que nos viene más a la cabeza. Pero mucha gente a la que no conocía me está diciendo que estos dos años en el Ministerio se han notado. Eso me llena de alegría. Cuando llegué, pensé que tenía que intentar hacerlo muy bien porque formaba parte de un cierto linaje de gente muy significativa como Javier Solana, Carmen Alborch, César Antonio Molina o Pepe Guirao. Tenía ganas de demostrar que un outsider y un político podía ser útil para la cultura. 

Da la impresión de que la gestión no tiene un peso en el debate político en este momento.

Me encontré a un chaval en la estación de Sevilla, que se acercó y me dijo: “¿Le puedo dar un abrazo? Era interino y gracias a lo que empezó en el Ministerio hoy tengo mi plaza”. Eso no está en el debate público ahora, pero hay 300.000 personas que han visto estabilizadas sus plazas. La primera piedra de ese esfuerzo fue un acuerdo con los sindicatos al que llegamos cuando era ministro de Política Territorial. Es verdad que de la gestión se ha hablado poco, pero luego está la gente concreta que se ve beneficiada o perjudicada por tus aciertos y errores. En política hacemos las cosas porque creemos que hay que hacerlas. La mayor satisfacción es poder dormir tranquilo. Y estoy razonablemente contento.

Le vamos a pedir autocrítica, ¿qué pasó el 28M?

¿Pero por qué autocrítica? 

Han perdido votos y gobiernos.

Votos, poquísimos. ¿Qué pasó el 28M? Facilísimo: la derecha se comportó como en unas generales y la izquierda no. La derecha consiguió fijar un marco de que estas elecciones eran para echar a Sanchez, cosa que no era verdad, y movilizó a su electorado. 

¿Qué pasó el 28M? Facilísimo: la derecha se comportó como en unas generales y la izquierda no"

¿Se equivocó la izquierda en la estrategia?

Evidente. La izquierda votó como si fueran unas municipales y autonómicas y la derecha como unas generales para echar a Sánchez.

Tuvieron menos apoyo que en 2019, tanto el espacio de Unidas Podemos como los socialistas.

En algunos sitios se ha crecido, como el PSC, y en otros no. En algunos sitios incluso creciendo, como en la Comunidad Valenciana, el PSPV ha tenido más votos que hace cuatro años y no ha ganado. La diferencia en las municipales entre el PP y el PSOE fue de tres puntos y medio, desapareciendo Cs. El factor de verdad es una menor participación del electorado progresista. Lo primero que ha de hacer un demócrata es reconocer el resultado y su legitimidad, aunque le sea adverso. Sé que eso para la derecha española es difícil. 

Dice que el 28M se votó en clave nacional, como planteó la derecha con éxito. Eso quiere decir que las elecciones del 23J están cuesta arriba.

No, al revés. El PSOE puede ganar las elecciones porque todo el electorado se va a comportar como en unas generales. Si una diferencia de tres puntos y medio se debió a una menor movilización y ahora conseguimos una mayor participación de electorado progresista…

Está por ver.

Pero ese es nuestro objetivo, nuestro deseo. Es verdad que siempre soy optimista por naturaleza y las he visto de todos los colores, pero es que creo objetivamente que el PSOE puede ganar si se consigue esa mayor movilización.

El PSOE puede ganar objetivamente si consigue esa mayor movilización

Habla de esa mayor movilización, ¿pero cuál es la tecla? ¿A qué tiene que apelar al votante progresista?

Las razones del voto suelen ser muy diversas y complejas. Pero hay que decir una cosa relativamente sencilla: ¿avanzar o retroceder? ¿Mejores pensiones o congeladas? ¿Más salario mínimo o congelado? ¿Mayor empleo estable o ponerlo en riesgo? ¿Vas a jugar con las cosas de comer? De eso hay que hablar. ¿Eso es suficiente? También diré que los ciudadanos no votan en agradecimiento por lo que se ha hecho, sino que tienes que convencer de que contigo el futuro va a ser mejor. Esa es la cuestión. Para eso, la gestión es un apoyo, no estás prometiendo nada en el vacío. Quizá merece la pena hablar de modelo de sociedad. Adolfo Suárez hacía las campañas diciendo “cuidado, que se va poner en cuestión el modelo de sociedad”. Ahora tenemos que decir qué sociedad quiere la gente: ¿una en la que nos preocupemos del conjunto y especialmente de los que más lo necesitan o una del sálvese quien pueda? ¿Quieres más protección de las mujeres o menos? Ahora hemos tenido un salto: sabíamos que el PP estaba dispuesto a pactar con quienes negaban la violencia machista, pero es que ahora lo hace con quienes la practican.

¿Qué le ha parecido el pacto entre PP y Vox en la Comunidad Valenciana? [La entrevista se produjo después de que se hiciese público el principio de acuerdo y antes de que se conocieran los puntos concretos]

Me ha gustado mucho el programa. La derecha hace un folio mal escrito. ¿Qué va a hacer de verdad? ¿Dónde está el núcleo de lo que va a hacer?

¿Cree que tienen un programa oculto?

Es que creo que no es oculto. La derecha hace siempre lo mismo: favorecer a los que más tienen en perjuicio de los que menos tienen. Y hay que reconocer que lo han dicho: han votado todo en contra. De todo lo bueno. Contradiciéndose con ellos mismos. Sobre el bono cultural dicen que es un intento de comprar votos, ¿pero cuando lo hizo Feijóo en Galicia qué era? ¿El maná del cielo? Todo lo manipulan, lo tergiversan, le dan la vuelta. Como con la lista más votada. ¡Oh! El PP no lo está haciendo ni en Elche ni en Extremadura ni en cualquier lugar. ¿Alguien les creyó alguna vez? La realidad pesa más que las declaraciones.

Hablando de ese modelo valenciano, ¿cree que haría Feijóo vicepresidente a Abascal? 

No me cabe duda si lo necesitara para ser presidente. En Castilla y León ya ha pasado. ¿Por qué no van a hacerlo si lo han hecho cuando lo han necesitado? No me cabe ninguna duda. 

¿Se está normalizando a la extrema derecha en España?

La extrema derecha ha crecido electoralmente en España. Antes quizá se había encontrado más a gusto refugiada en el PP. Santiago Abascal venía del PP. Es verdad que la derecha en muchos países europeos traza una línea. El caso alemán es el más claro, pero hay otros países en Europa donde también crece la extrema derecha y los pactos se producen. Por no hablar de Italia, hablemos de Polonia y Hungría. No cerremos los ojos a la realidad. No sé si es autocrítica, pero el crecimiento de la extrema derecha es sencillamente porque otras fuerzas políticas no han atendido lo suficiente problemas que existen. El desespero y el enfado a veces se canalizan hacia el apoyo a la extrema derecha y a las soluciones facilonas. Hay que ir muy con cuidado.

¿Ya no funciona el miedo a Vox?

Bueno, en quienes funcione, sí. Pero no haría nunca una campaña sólo basada en eso. Además, el problema no es Vox, es el PP. Si el Partido Popular no hubiera decidido abrazarse definitivamente, el problema no sería Vox. Hoy el problema no es Vox, es el PP. Lo estamos viendo en la Comunidad Valenciana y lo veremos en centenares de ayuntamientos. 

De ‘número dos’, Feijóo ha elegido a Marta Rivera de la Cruz, que viene del mundo de la cultura. Es una figura también polémica porque procede de Cs y en la Consejería ha tenido gestos que no han gustado como el veto a Paco Bezerra o quitar la bandera grande LGTBi que tenía Jaime de los Santos. ¿Qué le parece?

Me parece muy bien. Sé que esto no es políticamente correcto. Pero he de juzgar a las personas por la relación que tengo. Quiero reconocer su papel en el Estatuto del Artista. Se acaba de nombrar director del Reina Sofía a Manuel Segade. Su declaración sobre el nombramiento fue absolutamente favorable. A las personas las juzgo por lo que hacen.

Esto casa mal con lo de que el PP es el problema si le gusta la potencial sucesora en su departamento.

El potencial sucesor en mi departamento sería alguien de Vox, que es lo que ha pasado en la Comunidad Valenciana. Cuidado, cuidado. En el escaparate pones lo mejor que tienes. Ahora, en lo personal y en lo político tengo buena relación con ella y reconozco que de cultura sabe y lo vive. Otra cosa es que ha tomado decisiones controvertidas. Toma, y yo. Además, esta idea de que todo lo que no es mío es malo y todo lo mío es bueno tampoco es normal. En la política tenemos que acostumbrarnos más al matiz. No voy a jugar a descalificar a una persona porque haya tomado esa decisión. También he visto que le sacan algunas declaraciones sobre Feijóo cuando era de Cs que quizá hoy le resulten incómodas. ¿Pero quién no tiene un mal día?

Conozco a independentistas que se están relamiendo ante un posible Gobierno de PP y Vox

Yolanda Díaz también hace gala de estar cerca de la cultura. ¿Cómo ve ese espacio de Sumar? ¿Resistirá? 

No me cuesta mucho hablar bien de otros. El esfuerzo de Díaz por vertebrar todo lo que se considera a la izquierda del PSOE está consiguiendo algunos éxitos. Ahora, a todo el mundo le digo: si lo que quieres es que siga este Gobierno, el voto más seguro es el PSOE. ¿A ellos qué les ha pasado en las elecciones? Que han pinchado en muchos lugares, y no sólo Podemos, también otros sectores y confluencias. Me parece bien que se agrupen. Es el esfuerzo que está haciendo ella con dificultades. Le deseo lo mejor. Y en el aspecto cultural me he sentido muy acompañado y parte de las medidas del Estatuto del Artista con mayor impacto se han podido hacer por su sensibilidad. 

¿Para que al PSOE le vaya bien le tiene que ir bien a Díaz?

Sobre todo le tiene que ir bien al PSOE. Nunca nos saca de apuros otro. España es muy diversa y tenemos muchas circunscripciones. En algunas, nos guste o no, el tercero en discordia saca votos pero no diputados. Los electores lo saben. Votarán para que haya una mayoría de progreso. 

¿Tiene sentido que Irene Montero, siendo ministra de Igualdad, no vaya en las listas?

Es que meterme en casa de otro… Fui primer secretario del PSC mucho tiempo y recuerdo que me molestaba infinito cuando desde otros partidos se permitían dar consejos y opinar sobre cuestiones internas. Todavía no han cerrado las listas, permítanme que use ese burladero.

Le deseo lo mejor a Yolanda Díaz

¿Le gustaría repetir como ministro?

Sí, como ministro de Cultura y Deporte. Para desarrollar un proyecto uno necesita un cierto tiempo. 

¿Por qué al PSC le va tan bien en términos electorales y al PSOE le cuesta en otros territorios de España?

Hoy celebramos que tenemos alcaldesa socialista de Palencia. Al PSC le ha ido bien: es un partido muy municipalista. Pasamos una travesía en el desierto y cada día nos publicaban una esquela. En dos elecciones consecutivas ha sido ahora el primer partido en Cataluña. 

¿Por qué?

Es un partido municipalista. A pesar de las dificultades, no ha renunciado a sus convicciones. Ha cuidado mucho su organización y ha intentado que la idea de un proyecto colectivo y democrático se mantuviera siempre. Pero el PSC no es distinto al PSOE, que nadie se haga sus ilusiones. 

Siempre se ha dicho que el PSOE, para ganar las elecciones, necesita hacerlo muy bien en Cataluña y en Andalucía, pero también, dicen los socialistas, que el PP ha utilizado Cataluña y el agravio territorial para ganar votos en el resto de España. 

Retuerzo la pregunta, ¿si gana el PP vamos a volver a tener lío en España? ¿Habrá un riesgo territorial?

¿Lo piensa usted? 

Si hacen lo que dicen y con los compañeros que se han buscado, seguro. 

¿Una vuelta a 2017?

No sé a dónde volveremos, pero espero que no sea a la edad de piedra. Lo primero que he visto en la Comunidad Valenciana es que quieren reducir el papel del valenciano. Imagínense eso en Cataluña. A los hechos me remito.

¿Un Gobierno entre PP y Vox resucitará el procés?

Sí, es un riesgo evidente. A menos que cambien de política y digan que todo lo que ha hecho el PSOE quizá no era tan malo. No soy creyente en estos momentos, pero parece que los milagros se producen. Pero vamos a los hechos. 

Lo de la fábrica de independentistas.

Totalmente. Conozco a independentistas que se están relamiendo ante la posibilidad de un Gobierno entre PP y Vox. Creen que les proporcionará renovados argumentos para su causa. 

Lo de “cuanto peor, mejor”.

Hay gente que siempre lo piensa. También en la izquierda. Los conocí hace mucho tiempo a estos de “cuanto peor, mejor”. Lo que digo es qué está pasado en Valencia antes de empezar a gobernar, diciendo que van a limitar el papel de la lengua valenciana. Sólo pensar que esa sea la política que puedan aplicar en Cataluña si gobiernan en España es que tiemblo. 

Lo han dicho muchas veces con la Educación, por ejemplo.

Es que esto es así. Es verdad que a veces dicen que a lo mejor tienen que repensar alguna cosa. Pero creo que, con perdón y que nadie lo vea despreciativo, es que la cabra tira al monte. Al PP eso le tira. Y si tiene como socio a alguien que ha dicho que le gustaría que no hubiera comunidades autónomas, pues imagínese ese planteamiento aplicado a Cataluña. Lo que hemos sufrido el procés, esa fractura y ese dolor de todos, ver la posibilidad de que se reproduzca, no me gusta nada, nada.

A todo el mundo le digo: si lo que quieres es que siga este Gobierno, el voto más seguro es el PSOE

Todo apunta a que será alcalde en Barcelona Xavier Trias (Junts), ¿qué supondrá esto para la ciudad? ¿Qué dice de las negociaciones para un gobierno alternativo que podría haber sido liderado por Jaume Collboni?

No me atrevo a pronosticar. Habrá que esperar al sábado por la tarde para ver qué ha pasado. Trias tiene once concejales, creo que tendría que tener una base más amplia. A veces los pactos municipales tienen como dos tiempos. Pero creo que a Barcelona le conviene una mayoría estable. No me atrevo a anticipar. Lo que más me gustaría es un gobierno progresista. Nosotros apoyamos a Ada Colau y nos preocupamos de buscar el apoyo de Manuel Valls. Movimos cielo y tierra. Me gustaría que hicieran lo mismo los partidos progresistas. 

Si Trias es alcalde, ¿podrá llegar a pactos con el PSC?

Esto lo tendrá que decidir Collboni y el PSC de Barcelona. El PSC es el partido del diálogo, la negociación y el pacto. Tiene más importancia el qué pactas. Por ejemplo, ahora el problema es que el PP con Vox pacta minorizar el valenciano, un pin parental, reducción de gastos sociales, restricciones de derechos. 

Lleva la chapa del bono cultural, ¿qué previsión tienen para este año? ¿Está en peligro si llega la derecha?

Si hacemos caso a lo que dicen, sí. Si Feijóo dice que esto es intentar comprar el voto de los jóvenes y hay otras prioridades, ¿qué he de creer? Que con él no seguiría. Feijóo también lo creó y el suyo no contempló al principio los toros. Este año queremos que sean más los jóvenes que se apunten, el año pasado fueron 277.000. Por los días iniciales, parece que sí. Hemos aprovechado la experiencia para facilitar el procedimiento. El boca oreja está funcionando también.

Se puede trazar una línea: Rosalía en Coachella, Rodrigo Sorogoyen ganó hace poco el César por As bestas, en Berlín se impuso 20.000 especies de abejas en la categoría de mejor interpretación… ¿Somos conscientes en España de la proyección de la cultura española a nivel internacional?

No lo suficiente, no lo suficiente. Todavía practicamos una cierta minusvaloración. Nos sabe como a poco. ¿Si no hubiera ganado Carla Simón el Oso de Oro le hubiéramos dado aquí tanta bolilla?

No recibió ningún Goya.

Pero sí el Premio Nacional. Estuve en la Berlinale y vi cómo 20.000 especies de abejas recibía el premio a la jovencísima actriz. La vi con la ministra de Cultura de Alemania al lado, acabamos llorando como unas magdalenas. Ella me dijo: “Va a arrasar”. Nuestro cine es muy bueno, a veces parece que necesitamos que nos lo digan fuera. Estuve en Cannes en el estreno del western de Pedro Almodóvar. Es la pera. 

¿Le gustó Extraña forma de vida?

Mucho. Las películas de temática gay me suelen gustar, porque los gays no hemos tenido referencias. Eso ha ido cambiando para bien. También vi en Venecia la recepción que tuvo Madres paralelas. Espectacular. Nuestro cine es muy bueno. Espero que los primeros en verlo seamos nosotros. También podemos hablar del teatro y de la música. España es una potencia cultural mundial. Y lo sería más si nosotros mismos fuéramos conscientes de ello. 

España es una potencia cultural mundial. Y lo sería más si fuéramos conscientes de ello

Como también ministro de Deporte y referente LGTBi, ¿cómo ha vivido la polémica y los ataques homófobos contra los dos jugadores del Betis por llevar bolso?

Si se llegan a dar un beso… Mal. La nueva ley del deporte incluye la lucha contra la homofobia y por la igualdad entre hombres y mujeres, además de contra el racismo. Si lo pusimos por ley, es porque hace falta. El deporte genera valores y referencias. Como lo que ha pasado con los insultos contra Vinicius, queremos una sociedad que no haga distinciones.

O el ataque tránsfobo en Barcelona. 

Y el otro día en un espectáculo en Sevilla que aparecía un beso entre hombres y se oyó en la platea “basta de maricones”. Me preocupan las agresiones y la violencia y también que pase esto en sectores que en teoría se les supone un cierto nivel cultural y una capacidad de tolerancia. España, desde el punto de vista legislativo, está en el top de reconocimiento de derechos, pero eso no es suficiente. Debe haber una cultura social y una actitud. 

¿Qué película española representa mejor el momento actual que vive España?

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Decir una sólo sería difícil. Una película muy dura y muy buena es En los márgenes, de Juan Diego Botto. Me gusta la capacidad del cine de proyectar un problema y de hacer que lo vivas. También 20.000 especies de abeja, que me ha abierto los ojos. El cine nos dice mucho de que podríamos ser, me gusta también decirlo en positivo. Alcarràs refleja las dificultades del cambio de modelo de producción en el campo. También es bestial As bestas. Tenemos que ir más al cine.

Veremos qué película hay a partir del 23J.

Será interesante seguro. A pesar de que hay gente que piensa que la historia se acaba o viene el apocalipsis, en general, no ocurre. Pasan cosas. La vida sigue. Confío en que este Gobierno siga porque realmente la disyuntiva entre avance y retroceso me parece tan evidente que creo que un retroceso ahora no viene bien.

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