Radiografía del ‘efecto Calviño’: la clave del PSOE para virar la campaña y recuperar voto del PP
En medio del terremoto que sacude en estos momentos al Partido Popular por sus pactos con Vox y a Sumar por la traumática salida de Irene Montero, Pedro Sánchez parece querer apostar su mensaje de la precampaña a presumir, con vehemencia y sin ambages, de buena gestión.
“La economía va como una moto”, repite sin descanso el presidente, que sabe que no hay nadie mejor para ejemplificar los logros del Gobierno que su vicepresidenta económica, Nadia Calviño. “Tenemos un plan y ellos no tienen nada. Nosotros tenemos a Nadia y ellos tienen a nadie", decía en el Comité Federal del PSOE hace solo unos días.
El talante moderado y el perfil profesional de Calviño hacen de ella un rival a evitar y a ignorar por la derecha, pero su punto débil, esa decisión de no ir en las listas del PSOE, puede mellar el filo de una de las mejores armas que tiene la izquierda para mantener el gobierno. El PP ya se ha negado a la posibilidad de plantear un debate entre ella y el gurú económico que elija Feijóo, porque no la consideran candidata. Pero, ¿cómo es Nadia Calviño y por qué pueden temer debatir con ella?
Si juzgásemos su imagen, su personalidad política y su liderazgo, la vicepresidenta económica encarna atributos que hemos visto en las grandes líderes mundiales, tanto en la realidad como en la ficción, donde se idealizan las cualidades de los buenos dirigentes. Tiene, por ejemplo, la brillantez comunicativa de su homóloga americana, Kamala Harris, la sensibilidad de la ex primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinta Ardern. La capacidad para llegar a acuerdos y ser una dura negociadora de Birgitte Nyborg en Borgen. O la determinación de Angela Merkel o de Kate Wyler en la serie política reciente The diplomat.
1. Personifica la gestión económica:
Durante más de una década, el Partido Popular ha intentado monopolizar la buena gestión económica y ha alimentado en sus argumentarios la idea de que la izquierda no sabe gobernar porque fue la que nos metió en la crisis de 2008.
Sin embargo, Nadia Calviño, con sus buenos resultados económicos al frente de su ministerio, incluso en escenarios como la pandemia o la guerra en Ucrania, ha demostrado que el PSOE también sabe cómo hacer las cosas en economía. “Es un intento de llevar a la agenda este tema contraponiéndolo con un PP que siempre ha tenido una imagen de buen gestor, aunque es cierto que el tema económico no es un eje tan central en esta campaña”, explica el consultor político, Edu Bayón.
2. Tiene credibilidad y está bien valorada
Al contrario que Pedro Sánchez, cuya imagen está desgastada tras los malos resultados del 28-M y el coste político que le ha supuesto llegar a acuerdos con Bildu y pactar con Podemos la coalición, Calviño tiene una imagen impoluta. Su perfil tecnócrata y su pasado como alta funcionaria en la Unión Europa la han convertido, a lo largo de estos años, en una de las ministras mejor valoradas del Gobierno, junto a Yolanda Díaz y Margarita Robles
“Puede servir para retener a ese votante que está cambiando al PSOE por el PP porque el mayor problema que tienen los socialistas ahora mismo es esa fuga de votantes para el PP”, añade Bayón. Sin embargo, el politólogo Daniel V. Guisado cree que es difícil que Calviño convenza a las capas más apolíticas del electorado: “No creo que consiga movilizar los votantes que tienen una visión más negativa de la política o los jóvenes más apáticos y desmovilizados. Su perfil sirve más para virar el tema de la campaña que para ganar votos”.
3. Es una de las políticas con mayor proyección internacional
En 2022, Calviño fue nombrada en el New York Times como una de las mujeres más influyentes de la política mundial actual. En el reportaje, el periódico estadounidense destacó el gesto de la vicepresidenta de no querer hacerse fotos ni participar en debates en los que ella fuese la única mujer que también fue muy comentado en España.
Nadia Calviño se mueve con soltura en los medios de comunicación nacionales e internacionales y es habitual verla en televisiones americanas y británicas defendiendo la gestión del Gobierno. No solo habla inglés, también domina el francés y el alemán. Además, es una de las políticas que mejor maneja su comunicación en redes sociales, incluso en TikTok, donde la cuenta del Ministerio de Economía se abrió una cuenta a principios de año y en el que la vicepresidenta es muy activa.
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Economista y abogada, Calviño estuvo doce años en Bruselas, trabajando en áreas de competencia, regulación financiera y unión bancaria. Cuando Sánchez la llamó para ofrecerle un puesto en su Consejo de ministros era la directora general de Presupuestos de la Comisión Europa. Antes, había trabajado hasta 2006 en el Ministerio de Economía.
4. Perfil más político, pero sin estar en listas:
En los últimos meses, y muy especialmente en las últimas semanas, hemos visto cómo Nadia Calviño ha ido adquiriendo un perfil cada vez más político. Muy sonadas han sido sus réplicas a Iván Espinosa de los Monteros en el Congreso de los Diputados que hicieron ver que detrás de su capacidad de gestión también hay una líder capaz de tener un discurso más duro y beligerante ante los ataques de la oposición.
Calviño es además una de las ministras más cercanas a Pedro Sánchez, pero el hecho de no querer estar en las listas partido puede generar dudas acerca de su compromiso con el PSOE. “Es verdad que al votante medio español le da exactamente igual quién va segundo, quién va tercero, quién va en listas, quién no. Lo que le importa es quién sale en la televisión, quién sale en la radio, pero una de sus posibles debilidades es que al haber sido una política muy tecnócrata no tiene apariencia de un PSOE caoba, es decir, de un PSOE más tradicional”.