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Derechos LGTBI

La transexualidad sigue en un listado oficial de enfermedades de Sanidad pese a la nueva ley

Extracto del documento del Ministerio de Sanidad.

La transexualidad figura, con todas las letras, en un listado oficial de enfermedades que publica el Ministerio de Sanidad. Ahí sigue, como si los cambios culturales, políticos y legales y los avances científicos no hubieran ocurrido, junto a patologías, males, lesiones, síndromes y trastornos de todo tipo. Y ello a pesar de la ley trans, una norma estatal salida del Ministerio de Igualdad (Unidas Podemos) que cincela en el BOE el principio de despatologización de la transexualidad, por lo demás ya más que asumido en el ámbito médico y científico. El mantenimiento de este listado ha provocado malestar en las organizaciones de Lgtbi consultadas por infoLibre. El Ministerio de Igualdad aboga por su retirada. Sanidad (PSOE) no responde a este periódico.

¿De qué listado hablamos? Se trata de una relación de patologías y procedimientos diagnósticos o terapéuticos para los que es necesario designar un Centro, Servicio o Unidad de Referencia (CSUR) en el Sistema Nacional de Salud [ver aquí]. Ahí la transexualidad figura junto al glaucoma en la infancia, alteraciones congénitas del desarrollo ocular y palpebral, tumores orbitarios infantiles, tumores intraoculares, neuroblastoma, epilepsia refractaria, esclerosis múltiple, trastornos hereditarios de la queratinización. Y decenas más. Los procedimientos médicos asociados a las enfermedades incluyen atención al lesionado medular complejo, atención de la patología vascular raquimedial... y “atención a la transexualidad”, que aparece en el número 24 de la lista, justo entre la queratoplastia en niños y la osteotomía pélvica.

Necesidad de descartar "otro trastorno mental", como la esquizofrenia

Dentro del apartado de "atención a la transexualidad", el ministerio publica los "criterios acordados por el Consejo Interterritorial que deben cumplir los CSUR para ser designados como de referencia del Sistema Nacional de Salud". En la exposición de los criterios, la transexualidad es tratada de nuevo, e inequívocamente, como una enfermedad. ¿Cómo? El documento recoge los "criterios diagnósticos" para los "pacientes", que incluyen la "necesidad de descartar que se trate de un síntoma de otro trastorno mental, como esquizofrenia, o [que] sea secundario a una anomalía cromosómica” [ver aquí].

El texto del ministerio sobre “atención a la transexualidad” cita el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, es decir, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, de la Asociación Americana de Psiquiatría, para establecer las características del “trastorno de identidad sexual”. Son cuatro, que el texto de Sanidad expone así, literalmente: 1) Identificación acusada y persistente con el otro sexo (no sólo el deseo de obtener las supuestas ventajas relacionadas con las costumbres culturales). 2) Malestar persistente con el propio sexo o sentimiento de inadecuación con su rol. 3) La alteración no coexiste con una enfermedad intersexual. 4) La alteración provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

Deseo de pasatiempos "propios del otro sexo"

En los niños, continúa el documento, se da la “preferencia por el transvestismo o por simular vestimenta femenina”; en las niñas, la “insistencia en llevar puesta solamente ropa masculina”. Otro de los rasgos infantiles del "trastorno de identidad sexual" es el “deseo intenso de participar en los juegos y en los pasatiempos propios del otro sexo". Los niños, según el documento de criterios, tienen “sentimientos de que el pene o los testículos son horribles o van a desaparecer” o “de que sería mejor no tener pene”, así como “aversión hacia los juegos violentos y rechazo a los juguetes, juegos y actividades propios de los niños”. Las niñas presentan “rechazo a orinar en posición sentada”, “sentimientos de tener [...] un pene, de no querer poseer pechos ni tener la regla o aversión acentuada hacia la ropa femenina”.

En los adolescentes y adultos, la “alteración” se encarna en “síntomas” del "trastorno de identidad sexual" como “un deseo firme de pertenecer al otro sexo, ser considerado como del otro sexo, un deseo de vivir o ser tratado como del otro sexo o la convicción de experimentar las reacciones y las sensaciones típicas del otro sexo”, siempre según el documento de Sanidad.

La función de los CSUR para la “atención de la transexualidad” debe incluir, según recoge el documento de Sanidad, un “diagnóstico diferencial con otros trastornos”, la confirmación diagnóstica y el tratamiento integral por un equipo multidisciplinar, añade el documento.

"Datos epidemiológicos de la enfermedad"

El documento de Sanidad incluye, como justificación de su propuesta, los “datos epidemiológicos de la enfermedad”.

“La prevalencia, según un estudio holandés, es de 1/11.900 hombres y 1/30.000 mujeres y la razón de sexos de 2,5 hombre a mujer por 1 de mujer a hombre […]. Extrapolando el estudio holandés a nuestro país, en España habría 1.480 transexuales de hombre a mujer y 607 transexuales de mujer a hombre. La incidencia sería de 61 casos nuevos por año”, señala Sanidad.

Choque con la ley

Desde 2006, año en el que se aprueba el real decreto de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud en el que a su vez se ancla el listado de Sanidad, ha habido significativos avances en la concepción de la transexualidad en el ámbito sanitario. Esto ha sido en parte fruto del movimiento Lgtbi, que ha peleado por la consideración de la condición transexual como una característica que puede requerir atención sanitaria, como un embarazo, pero que en ningún caso es una patología.

Numerosas autonomías han incorporado este enfoque. ¿Ejemplos? La ley navarra para la igualdad Lgtbi establece que "la atención sanitaria se basará en una visión despatologizadora, es decir, en la consideración de que la vivencia transexual y transgénero no es una enfermedad". Esta norma sintoniza con las aprobadas en Andalucía, la Comunidad de Madrid –ahora cuestionada por el PP y Vox–, la Comunidad Valenciana, Extremadura o la Región de Murcia, entre otras.

Pero, además, ahora una ley estatal, la 4/2023, aprobada por el Congreso febrero, que avala la "despatologización de las personas trans" y pretende combatir la "discriminación" en el campo sanitario. "La atención a la salud de las personas intersexuales se realizará conforme a los principios de no patologización, autonomía, decisión y consentimiento", señala el artículo 19.

¿Qué dicen Sanidad e Igualdad?

infoLibre trasladó al Ministerio de Sanidad las siguientes preguntas: ¿Por qué figura este listado en la web del ministerio? ¿Considera el ministerio que estos criterios patologizan la transexualidad? ¿Cómo se explica la inclusión de la transexualidad en un listado de patologías? ¿Cómo se explica su alusión a la misma como "enfermedad"? ¿Cómo se explica la alusión a "otro trastorno mental"? ¿Cómo se explica la necesidad de descartar la esquizofrenia? ¿Es compatible este listado con la conocida como ley trans? ¿Hay previsión de retirarlo? No hubo respuesta.

Cuando el PP todavía estaba en el Gobierno, en septiembre de 2017, infoLibre publicó la existencia de ese listado. Entonces el PSOE y Unidos Podemos –más tarde Unidas Podemos– cargaron contra el mismo.

Ahora, el Ministerio de Igualdad, a requerimiento de valoración por parte de este periódico, envía un mensaje exigente, aunque sin criticar explícitamente al departamento que dirige José Miñones (PSOE): "Todas las administraciones tenemos la obligación de cumplir la Ley 4/2023, que implica cumplir los criterios de despatologizacion recogidos en la ley y marcados también por la OMS. También debemos cumplir con los criterios de atención de proximidad establecidos en la misma Ley 4/2023".

En 2021 Igualdad declaraba que la ley que entonces aún se tramitaba, y que ahora ya sí está aprobada, debía "erradicar" listados como el citado en este artículo. La ley ya está aprobada y el listado sigue ahí.

Malestar y contención en el movimiento

Las reacciones al mantenimiento del listado por parte de Sanidad en el ámbito de la defensa de los derechos Lgtbi y específicamente trans oscilan entre la indignación y el malestar contenido. La contención se explica por un dato: el énfasis de este movimiento se vuelca ahora en advertir de un posible gobierno de PP y Vox, que podría subvertir los avances de la última legislatura.

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Encarni Bonilla, presidenta de la asociación Chrysallis, de familias de menores trans, afirma que este documento está entre los que le ha trasladado al Ministerio de Igualdad (Unidas Podemos), concretamente a la directora general de Diversidad Sexual y Derechos Lgtbi, Boti García, para su eliminación o actualización. "Aún no están todos los documentos modificados conforme a la nueva ley", señala Bonilla, que recalca que "la patologización es una visión superada desde antes de la ley". Bonilla confía en que el mantenimiento del documento sea "un tema administrativo, burocrático".

Mané Fernández, vicepresidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais y Bisexuales, afirma que el listado es "un error", pero añade: "Nos consta que el ministerio [de Sanidad] no pretende patologizar a las personas trans". A su juicio, hay "prisa" por corregirlo por "lo que se nos puede venir encima", en referencia a un posible gobierno de PP y Vox.

Natalia Aventín, presidenta de Euforia Familias Trans-Aliadas, no ve excusa posible. "En casos así no hacer nada es hacer algo. Si no haces nada por facilitar la vida de la gente, estás ejerciendo violencia, aunque pueda no haber mala intención. El listado es horrible. Se tendría que haber eliminado antes de la ley, cuando la OMS [Organización Mundial de la Salud] sacó la transexualidad del listado de enfermedades en 2018, pero más aún después. Con actitudes así se nos deja en situación de vulnerabilidad. No entiendo que están haciendo. Agarran la bandera pero no hacen nada. Esta actitud de sí pero no, sin decisión, de mirar a otro lado...", se lamenta. A su juicio, el mantenimiento del listado es especialmente grave porque "deja resquicios" a un posible gobierno contrario a la aplicación de la ley trans". "Llevamos años peleando por cambios y cosas así dan argumentos a quienes se oponen", concluye.

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