Vox pierde más de un tercio de sus escaños y Abascal fracasa en su asalto al poder

El presidente de Vox, Santiago Abascal, saluda a los simpatizantes que se han acercado a la sede de su formación en Madrid.

Vox pierde fuerza y Santiago Abascal fracasa en su asalto al poder. No será vicepresidente, ni ministro, como pretendía. La extrema derecha nacionalista, el primer partido ultra en llegar al Congreso desde Fuerza Nueva, no se hunde, pero cae con fuerza y se deja más de medio millón de votos, superando por poco los 3 millones. Su presidente, que había puesto todo su empeño en ser imprescindible para el PP, sale debilitado. El anhelo de la formación de ultraderecha de ser determinante para la investidura de Alberto Núñez Feijóo (PP) y pasar a formar parte de Gobierno de la nación, como ya ocurre en la Comunidad Valenciana, Castilla y León y Extremadura, se queda lejos. El fracaso de Feijóo apareja el de Abascal, que para formar parte de una hipotética mayoría se vería obligado a compartirla con partidos nacionalistas, que forman parte de la antiespaña según su ideario.

Una red de grupos extremistas bajo el paraguas de Vox aguarda su asalto al poder tras el 23J

Una red de grupos extremistas bajo el paraguas de Vox aguarda su asalto al poder tras el 23J

Con más de un 95% escrutado, Vox cae de 52 a 33 diputados, es decir, pierde más de un tercio de su representación. En voto, se queda por debajo del 12,5%, cuando superó el 15% en las últimas elecciones de 2109. Un dato resulta demoledor: en Castilla y León, la primera comunidad donde entró a gobernar, Vox ha pasado de seis escaños a uno. En la Comunidad Valenciana, donde ahora empezará a gobernar, pasa de siete a cinco. En Extremadura, en la misma situación, de dos a uno. En Madrid cae de siete a cinco. En Andalucía, de 12 a nueve. El partido de Abascal no tiene escaño en un total de cuatro comunidades: Galicia, País Vasco, Navarra y La Rioja.

Abascal, que compareció en la sede de Vox acompañado de los principales dirigentes de su partido, felicitó a Feijóo por ser el partido más votado, pero fue lo único agradable que le dijo. El presidente de Vox acusó al líder del PP del "blanqueamiento" del PSOE por ofrecerle "pactos de Estado" y pedirle que se se abstuviera en su hipotética investidura. También le reprochó haber hablado de "reparto de ministerios" no haber asistido al debate electoral en Televisión Española, lo que a su juicio "desmovilizó" a la "alternativa". Además, cargó contra las "encuestas manipuladas" y, con especial énfasis, contra los "medios afines" al PP por "apelar de forma burda al voto útil" y contribuir a la "demonización de Vox". A todos ellos responsabiliza el presidente del PP de que Pedro Sánchez, "aun perdiendo las elecciones, pueda bloquear una investidura e incluso ser investido con el apoyo del comunismo, del separatismo golpista y del terrorismo, que ahora tiene más capacidad de chantaje". Abascal también afirmó que Vox es "el único partido en España que se ve obligado a hacer campañas electorales bajo la violencia", para a continuación afirmar que "es verdad" que en esta campaña "ha habido menos violencia", porque se han dado cuenta de que "con piedras no nos callan", pero que en su lugar a habido "más manipulación".

El 23J rebaja el peso en el Congreso de las ideas Vox, formación ultraliberal en lo económico, fuertemente antisindical y antifeminista, partidaria de la ilegalización de partidos por sus ideas, que ignora el consenso científico contra el cambio climático, que rechaza la existencia misma de un tipo específico de violencia contra la mujer, que desdeña el problema del machismo en la sociedad española. Un partido que defiende una "Europa de las naciones" que revierta el proceso de integración de la UE. Un partido alineado con las posiciones antiabortistas del republicanismo duro en Estados Unidos, para el que el latido fetal o incluso la concepción misma suponen ya la plena consideración de persona con todos los derechos. Un partido que advierte de que "cancelará" los "programas culturales" de "la izquierda". Un partido que augura ya un regreso a las "peores" tensiones en Cataluña si hay un gobierno PP-Vox. Un partido que ya ha influido considerablemente en el PP, con el que comparte diagnóstico general sobre España y recetas económicas, educativas y culturales. Un partido en torno al cual orbita un enjambre de entidades extremistas, que se ven ahora también más lejos del poder. Ese partido sale claramente debilitado del 23J.

Más sobre este tema
stats