Las dos facetas de Joan Clos, el presidente del lobby a favor de Blackstone que asesora a Salvador Illa
Entre dirigentes de fondos de inversión, responsables de carteras inmobiliarias de bancos y socimis, consultores y supuestos especialistas, el programa de la edición 2023 de The District recoge también la participación de todo un exalcalde de una metrópoli europea. Hablamos de Joan Clos Matheu. Pero Clos (1949) no participa en este congreso de Barcelona, que ha saltado a los telediarios por las protestas del movimiento antidesahucios, como antiguo regidor de la capital catalana. Ni tampoco como exministro o exembajador, otros dos hitos en su vasto currículo
Clos participó este jueves como "speaker" en The District porque es hoy, con su poderoso bagaje institucional a cuestas, un altavoz en defensa de los intereses del negocio inmobiliario. ¿Esas son todas sus ocupaciones actuales? No. Hay algo más. El cuadro de condiciones de Clos se completa con este dato: el histórico socialista catalán desempeña esta tarea de influencia sin haber cortado su cordón con la política de partido. Clos es integrante del consejo asesor de Salvador Illa, líder del PSC, mientras ejerce al mismo tiempo como presidente de Asval, un lobby que tiene como miembro destacado al fondo Blackstone, bestia negra de la PAH y el Sindicato de Inquilinos.
infoLibre trató, tanto a través de Asval como del PSC, de hablar con Clos para incorporar sus palabras a este artículo, sin éxito.
Alcaldía, ministerio, embajada, ONU, Fiabci y Asval
La participación de Clos el salón del negocio inmobiliario de esta semana se concretó este miércoles en una charla, Oportunidades apasionantes para los agentes inmobiliarios. La carta presentación de Clos era la de presidente de la Federación Internacional de Profesiones Inmobiliarias (Fiabci), una de las ramas del frondoso árbol del lobby del ladrillo. Pero lo cierto es que Clos es y ha sido mucho más que eso. Nada menos que alcalde de Barcelona (1997-2006), ministro de Industria, Comercio y Turismo (2006-2008), embajador en Turquía (2008-2010) y embajador en Azerbaiyán (2009).
Médico de formación, su trayectoria política ha terminado en la vivienda y el urbanismo, no en la sanidad. Entre 2010 y 2017 fue director ejecutivo de ONU-Hábitat. Finalmente su papel en el complejo tablero de intereses del sector de la vivienda ha terminado siendo la defensa de los propietarios frente a las medidas "intervencionistas" y la "sobrerregulación", por utilizar dos términos frecuentes en el repertorio de Asval.
Hoy, además de presidente de Fiabci, lo es también de dicha entidad, Asval, "partner" (socio) de The District y puntal del discurso contra la "ocupación" y el "control de precios". Este cargo ha convertido a Clos en objeto de la ira de los movimientos en defensa del derecho a la vivienda, que denuncian que el exalcalde y exdirector de ONU Hábitat pone su prestigio y sus contactos al servicio de "fondos buitres", como sostiene el Sindicato de Inquilinos.
El fondo inmobiliario estrella
Aunque el nombre completo de Asval, acrónimo de la Asociación de Propietarios de Vivienda en Alquiler, puede sonar a entidad de defensa de pequeños y medianos rentistas, esa sería sólo parte de la historia. Uno de los integrantes de Asval es Blackstone, el fondo de inversión al que movimientos de defensa del derecho a la vivienda como el mencionado Sindicato de Inquilinos y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) sitúan como máxima expresión de la avaricia inmobiliaria.
Blackstone, el fondo al que el Ayuntamiento de Madrid durante la etapa del PP vendió más de 1.800 pisos públicos, no aparece en la web de Asval como integrante. Pero sí lo es. Y hay rastro de ello. The Blackstone Group, en su ficha en el registro oficial de transparencia de la Unión Europea –donde debe darse alta para poder actuar como lobby ante las instituciones comunitarias–, anota lo siguiente en el apartado de organizaciones de las que forma parte: "Spain - Asval". Tanto Blackstone como Asval lo confirman a infoLibre.
La característica más definitoria de Asval es que pretende establecer una alianza entre pequeños y medianos propietarios y grandes tenedores. "Asval –explica un portavoz de la entidad– es la mayor asociación de propietarios de vivienda en alquiler de España, con más de 6.000 asociados, siendo el 95% de ellos particulares con una o dos vivienda en propiedad. En ese 5% de asociados que no son particulares, hay distintas empresas del mercado del alquiler, entre las que se encuentran, entre otras muchas, Albirana –socimi de Anticipa– y Testa, empresas propiedad de fondos gestionados por Blackstone".
Pero hay datos que apuntan a que Blackstone no es un mero socio más. Se trata de un gigante con 1 billón de dólares en activos gestionados y más de 230 empresas en cartera. La firma lleva 23.000 millones de euros invertidos en el sector inmobiliario –no sólo pisos, también terrenos, hoteles, naves– y de capital riesgo en España en los últimos diez años. La propia compañía señala que es, a través de sus sociedades, el miembro que más pisos tiene en Asval.
Su condición de presidente de Asval convierte a Clos en un defensor de los intereses en España de Blackstone, una empresa a la que el movimiento de defensa del derecho a la vivienda ha convertido en diana de sus acusaciones de abusos en el mercado inmobiliario por casos como el que recientemente publicó infoLibre: doce familias de Alcorcón que vivían en régimen de protección oficial pedían a Blackstone negociar antes de aplicar subidas del alquiler de más del 30%.
Blackstone, por su parte, defiende que sus inversiones en España provocan un "impacto económico positivo y valor a largo plazo para sus inversores, las empresas en las que participa y las comunidades en las que trabaja". También recuerda que estas compras han contribuido a asegurar la estabilidad financiera de los bancos tras la Gran Recesión.
Reclamaciones al Estado
Asval, el lobby que preside Clos y que tiene a Blackstone como integrante, ha sido una de las voces más activas contra la Ley de Vivienda desde su aprobación por parte del Consejo de Ministros.
Así titulaba Europa Press un teletipo en febrero de 2022: Asval considera que la Ley de Vivienda "vulnera los derechos" de las personas jurídicas que poseen más de 10 inmuebles. Otro en marzo: Asval insiste en que el Proyecto de ley de vivienda generará "gran inseguridad jurídica".
El discurso público de Asval tiene claramente identificados cuáles son los problemas de la vivienda: la "sobrerregulación", la "ocupación" de viviendas –que "daña la imagen de España–", el "intervencionismo" y el "control de precios", una medida prevista en la norma estatal ya aprobada.
Asval no se queda en palabras. La entidad afirma haber presentado 2.000 reclamaciones patrimoniales al Estado por parte de propietarios de viviendas por la limitación de las subidas del alquiler al 2% en la renovación de contratos en 2022.
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Al mismo tiempo que preside Asval, Clos es miembro del Consell Assessor de Salvador Illa, primer secretario del PSC, exministro de Sanidad al que le tocó la explosión del covid, de cuya gestión salió políticamente reforzado. Illa fue también el candidato más votado en las últimas elecciones de Cataluña. Encuestas en mano, tiene opciones de ser el próximo presidente de la Generalitat. La pertenencia de Clos al consejo de Illa la confirma el propio PSC a infoLibre a través de un portavoz. Y no es una presencia meramente nominal. Clos asiste habitualmente a las reuniones del Consell, la última celebrada este mismo martes.
El Consell Assessor se constituyó en 2022 como órgano asesor y consultivo "para reflexionar y marcar las líneas estratégicas sobre como orientar los grandes asuntos de fondo que afectan el futuro de Cataluña", explica el PSC. Entre sus integrantes hay representantes del mundo de la medicina, la filosofía, el derecho, la economía, el periodismo, la historiografía, la politología... En total, "son 14 personas de dilatada trayectoria que aportan su bagaje en todos los ámbitos", explican desde el PSC. Es decir, "no hay una persona específica para cada tema", por lo que no cabría entender que Clos es el asesor de vivienda, según esta explicación. Y añade el partido: "Joan Clos se incorporó al Consell Assessor en calidad de exalcalde de Barcelona y exdirector del Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat) y sus aportaciones son de gran valor en todos los temas que se abordan". O sea, no se incorporó por Asval, ni por Fiabci, según el PSC.
La presencia de Clos en el Consell, que para el PSC es muestra de riqueza y normalidad pluralista, es en cambio para la PAH evidencia de "servilismo" hacia los "especuladores". Así lo afirma Paco Morote, portavoz de la plataforma, que lamenta que en el consejo no haya "ningún activista de vivienda" pero sí figure el representante de "un lobby anti ley de vivienda y anti medidas que puedan limitar el efecto de la especulación a la que está sometido el derecho a la vivienda en España". Un país, añade sobre España, "donde incluso el gobierno más progresista ha cedido a las presiones de la especulación".