LA NUEVA LEGISLATURA

Feijóo trata de rearmar su estrategia electoral ante su única expectativa: que Sánchez no logre gobernar

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en una ofrenda al Apóstol Santiago el pasado 25 de julio

Consciente de que ha perdido la batalla electoral del 23J, Alberto Núñez Feijóo busca ganar la otra batalla, la del relato. Una semana después de obtener su victoria más amarga, el líder del PP asegura que su "deber" es "escuchar al resto de partidos" y buscar apoyos para una investidura que incluso desde el PP dan por imposible. Como parte de esa representación, Feijóo ha solicitado reunirse con el candidato socialista y actual presidente en funciones, Pedro Sánchez, pero también con formaciones como el PNV o Coalición Canaria, que ya le han dado un portazo a cualquier acuerdo si en esa ecuación también se incluye a la extrema derecha. El PP mantiene así su decisión de ir a una investidura con Feijóo a la cabeza, pese a no tener opciones de lograr apoyos parlamentarios.

El domingo —tras el recuento del voto CERA que dio un diputado más en favor del PP frente al PSOE— Feijóo se dirigió por carta a Sánchez instándole a celebrar una reunión bilateral esta misma semana, y el segundo le contestó dándole largas e indicándole que, una vez que se constituyan las Cortes el próximo 17 de agosto, y se designe al candidato a la investidura estará "encantado" de reunirse con él y con los restantes portavoces parlamentarios. Así, mientras el líder del PP trata de adelantar pantallas y busca forzar a su homólogo, el del PSOE se lo toma con calma y apura los plazos, confiado en que logrará la investidura.

El mensaje del líder conservador es el mismo que ha explotado durante la campaña, el de la lista más votada. Feijóo defiende este supuesto principio, que no está recogido en el ordenamiento constitucional español y que sólo se puede aplicar por acuerdo privado entre partidos o mediante una muy difícil reforma de la Carta Magna, para apelar a una abstención de los socialistas en su investidura, aunque no concreta cómo garantizaría la gobernabilidad gobernando con tan solo 137 escaños. Los populares insisten en que Sánchez solo puede llegar a La Moncloa con una "coalición de perdedores", pese a que se trata del mismo mecanismo que han utilizado sus propios presidentes autonómicos en Canarias y Extremadura en los comicios del 28M.

Para reforzar su mensaje, el PP y sus medios afines insisten en que Feijóo ya está trabajando y anticipando escenarios mientras Sánchez se va de vacaciones "en medio de la incertidumbre". "Pedro Sánchez ha sido el primer presidente que pierde unas elecciones al aspirar a la reelección y el primer candidato que se niega a reconocer el resultado y reunirse con el ganador de las elecciones cuando se le convoca a ello", ha señalado la número dos del partido, Cuca Gamarra, este lunes. Para contrarrestar esa estrategia, poco después el líder del PSOE ha publicado un vídeo en el que se muestra convencido de que en la sociedad española "existe una amplia mayoría social" que debe traducirse "en una mayoría parlamentaria en el Congreso" que lo lleve de nuevo a La Moncloa.

La oferta al PSOE: ¿abstención o gran coalición?

Lo que Feijóo no ha explicado en ningún momento es qué va a proponer a Sánchez. Si una simple abstención a cambio de nada, como ya hicieron los socialistas en el año 2016 para investir a Mariano Rajoy, o si se lo pedirá a cambio de pactos de Estado como los que ofreció hace unas semanas en materia institucional, del estado del bienestar, economía y territorio. En cualquier caso el líder del PP se tendría que apoyar en aliados parlamentarios de los que ahora mismo carece para sacar adelante cualquier ley, aunque en Génova están convencidos de que los recelos de formaciones como el PNV se rebajarían en el caso de un gobierno en solitario y podrían sumar sus votos e incluso los de Junts y Vox para determinadas partidas.

El PP también deja abierta la vía de la gran coalición al estilo de la que gobernó Alemania hasta las últimas elecciones que reclaman algunos sectores del poder mediático también. Eso es lo que parece deducirse de las declaraciones de Feijóo la pasada semana: “España merece estabilidad. Estamos presidiendo la presidencia de turno del Consejo" y "negociando en Bruselas la regla de gasto" de la que depende el proyecto de presupuestos para 2024, explicó. “Vienen tiempos en los que se necesita estabilidad, mucho europeísmo y mucha centralidad y creo que sería un inmenso error que en España gobernasen los independentistas” que “han perdido escaños”. En cambio, remarcó en referencia al PP y al PSOE, "los partidos de Estado han ganado apoyos, han ganado en votos y tenemos un resultado muy importante". Un guiño a los socialistas que también estuvo presente en la misiva del domingo, en la que Feijóo se dirigió al presidente del Gobierno en funciones como "estimado Pedro", tuteándole todo el tiempo, distanciándose así de su consigna de "derogar el sanchismo".

El PSOE, por su parte, no tiene intención alguna ni de facilitar la investidura de Feijóo ni de integrar esa gran coalición. Feijóo lo sabe, pero lo que no aclara ni él ni ninguno de sus colaboradores más próximos es si a pesar de ello pedirá al jefe del Estado que le proponga para la investidura alegando que encabeza la lista más votada en las elecciones del 23J, a sabiendas de que no tiene los apoyos que necesita. O si, en la estela de Mariano Rajoy, desistirá de intentarlo.

Feijóo o Sánchez, solo puede quedar uno

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Aunque el PP trate de hacer ver lo contrario lo de Feijóo, atendiendo a sus propias expectativas, ha sido un fracaso: no ha conseguido su objetivo de reunificar a la derecha en torno a las siglas del PP y tampoco ha sido capaz de reunir la mayoría suficiente que ya creía garantizada. Sin embargo, la incertidumbre tras el complejo escenario del 23J le está permitiendo, por el momento, salvar su liderazgo. Si Junts bloquea la investidura de Sánchez, el expresidente de la Xunta tendrá un salvavidas en la repetición electoral. Y lo está apostando todo a esa carta.

Si la legislatura resulta fallida y hay nuevas elecciones, el líder del PP prevé intentarlo de nuevo. Hace apenas unos meses describió estas elecciones como su única oportunidad para derrotar a Pedro Sánchez, pero si nadie logra la investidura tendrá otra ocasión el próximo invierno. De lo que casi nadie dentro del PP duda es de que si Sánchez logra formar gobierno, la trayectoria de Feijóo al frente del PP habrá acabado. Eso abriría la puerta a un relevo al frente del partido al que estaría convocada la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, pero también el presidente andaluz, Juanma Moreno, más afín a Feijóo.

El que no logre la investidura, ya sea en los próximos meses o como resultado de la repetición electoral que se producirá si ninguno de ellos consigue ser elegido presidente, tendrá casi con total seguridad que abandonar. Nadie en sus respectivos partidos imagina a ninguno de los dos al frente de la oposición. No conseguir el poder desencadenará con toda probabilidad un debate interno sobre su continuidad que inevitablemente conducirá a elecciones primarias internas y a una renovación del liderazgo.

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