"Técnicamente admirable, horrible como poema": el intento fallido de ChatGPT de imitar a Machado

Los poetas Guillermo Marco Remón y Rocío Acebal Doval.

La poesía es, sin lugar a dudas, una de las artes que más emociona a los seres humanos. Gracias a ella hemos podido conocer lo perdido que se sentía Federico García Lorca entre los rascacielos de Nueva York, cómo la esperanza era para Antonio Machado un olmo seco al que le salían algunas hojas nuevas o la manera en que Miguel Hernández cantaba a la libertad y a un mundo en paz.

Desde tiempos inmemoriales, los poetas, esos hombres y mujeres que ordenando palabras nos desordenaban los sentimientos, han tenido el monopolio para escribir poesía. Pero desde hace poco tiempo, les ha surgido competencia: la inteligencia artificial. Hace unos años nos hubiera parecido casi imposible que algo tan frío como una máquina pudiera escribir algo tan emocional y tan humano como un poema, pero el hecho es que, actualmente, las IAs han adquirido la capacidad para hacerlo. Ahora, la pregunta es clara ¿Está la inteligencia artificial al nivel de los grandes poetas humanos? O, por el contrario, ¿se sumen sus versos en el hondo agujero de la mediocridad?

¿Qué nos dice la máquina?

Para comprobarlo, desde infoLibre pedimos a ChatGPT que escribiera un poema siguiendo el estilo de Antonio Machado. El resultado es el siguiente:

¿Cómo está la máquina?

Para analizar el poema escrito por ChatGPT, hemos pedido ayuda Rocío Acebal Doval (Oviedo, 1997) y Guillermo Marco Remón (Madrid, 1997). Acebal es una de las más importantes y prometedoras voces jóvenes de la poesía española. La poetisa ganó el prestigioso premio Premio Hiperión de Poesía en 2020 por su aclamado libro Hijos de la bonanza. Además es autora de otro poemario, Memorias del mar, y colaboradora en varias publicaciones colectivas. Por otra parte, Marco es también poeta, galardonado con un accésit del premio Adonáis de poesía por su primera obra, Otras nubes, publicada en 2019. Además, actualmente está realizando un doctorado en Inteligencia Artificial, formando parte del Grupo de Investigación de Procesamiento de Lenguaje Natural de la UNED.

"Es un poema lleno de lugares comunes que no llevan a ningún terreno inexplorado y que carece por completo de ritmo. No me ha gustado, ni como poema nuevo ni como homenaje a Machado", comienza diciendo Acebal a infoLibre. Pese a su crítica, sí reconoce el gran desafío que es para la IA imitar al autor de Campos de Castilla, sobre todo porque al hacerlo siempre vamos a tener algo mejor con lo que comparar. Pero aún así, no le termina de convencer su creación.

En una línea parecida está Marco, aunque, en su caso, enfatiza mucho el mérito técnico de la máquina al escribir los versos. "Tecnológicamente es admirable, aunque como poema es horrible. Desde el punto de vista de la técnica demuestra entender lo que le has pedido porque más o menos si parece un poema de un Machado un poco trasnochado", reconoce a infoLibre el investigador. Sobre todo, Marco destaca cómo la IA ha conseguido captar el léxico propio de los poemas de Machado (camino, hojas secas...), aunque no tiene tanto éxito a la hora de asimilar sus temas ni su estilo. "Tiene una cursilería que no se permitiría Machado. Además, maneja unos niveles entre la metáfora y lo abstracto que nunca se encontrarían en el sevillano, Machado es mucho más concreto", zanja.

Esto último se debe sobre todo a que la inteligencia artificial, según explica el investigador, no tiene un conocimiento metalingüistico. “Estas máquinas no saben qué es un poema. Los programadores las entrenan a través de datos, los poemas están en los datos y cuando la máquina ha leído muchos poemas se da cuenta de que, por correlación, el aspecto de un poema es uno determinado, con un léxico y vocabulario concretos", comenta Marco. Además, el investigador también resalta el mérito que tiene la inteligencia artificial al conseguir imitar a Machado, aunque sea de forma "mediocre", cuando no ha habido nadie que le indique qué es un poema de Antonio Machado. "Esto se llama lectura semisupervisada, es decir, nadie le ha dicho qué es un poema de Machado, sino que ha sido ella quien ha identificado por el contexto los versos del autor y ha logrado imitarlo cuando se lo hemos pedido", explica.

Pasando de la parte técnica a la más poética, Acebal reconoce el mérito de la máquina porque su primera reacción al leer el poema no fue tanto pensar que era obra de una IA sino de un aficionado primerizo a la poesía machadiana. "Ese primer deslumbramiento con un autor puede llevar a poemas imitativos, de poco interés, que tienen una función formativa. No es infrecuente que los humanos escriban poemas así y, sin duda, he leído poemas mucho peores escritos por personas de carne y hueso", sostiene la poeta. Un sentimiento que Marco explica por la propia programación de la inteligencia artificial, la cual no busca tanto la calidad sino satisfacer al usuario. "Lo que dice Rocío es cierto. Al final, como las IAs imitan nuestra mente, satisfacen la idea vaga que tenemos del autor, porque es lo que buscan. No olvidemos que ChatGPT es un producto comercial cuyo objetivo no es hacer una gran obra, sino satisfacer a todo el mundo y, en concreto, a ti como usuario para que lo uses más, lo recomiendes a tus amigos y pagues una suscripción", sostiene el investigador.

De hecho, Acebal admite que, de ver este poema en una antología no podría negar categóricamente que lo hubiera escrito Machado. "Simplemente pasaría la página y arquearía la ceja, pensando que es un poema que nunca debió colarse en un libro y menos en una antología. Hasta los mejores autores tienen poemas mediocres o malos, pero normalmente no llegan a salir de su cabeza", comenta la poeta que, sin embargo, no duda de que a un estudioso de la obra de Machado "le saltarían las alarmas" con los versos escritos por la inteligenciar artificial.

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En una línea parecida está Marco: "El poema no satisface mis expectativas, pero porque he leído mucho a Machado y me gusta mucho. Sí puedo entender que satisfaga las expectativas de alguien que tenga una vaga idea sobre él y lo lea puntualmente". Por ello, el investigador y poeta concluye que la máquina consigue realizar, aunque sea de forma mediocre y con un poema en su opinión "horrible", la tarea que le ha sido encargada.

Sin embargo y pese al mérito tecnológico aludido por Marco, todos los fallos y lugares comunes a los que recurre la IA la convierten una mediocre escritora de poemas y, por tanto, es incapaz de llegar a la excelencia propia de un ser humano talentoso. "Hay una chispa en la buena poesía que (creo) no se aprende ni imita. Esos destellos son los que posibilitan los poemas verdaderamente brillantes, los que definen a un gran autor. Dudo que una IA pueda escribir poemas con alma", opina Acebal.

Por ahora, parece que seguiremos necesitando seres humanos para conmovernos y emocionarnos con poemas realmente brillantes. La IA, pese a su proeza técnica no consigue igualar los versos de los escritores de carne y hueso, aunque esto realmente no es un gran problema porque no es la tarea para la que ha sido creada. "Al final, el objetivo de la inteligencia artificial es ayudarnos y hacernos la vida más fácil, no sustituirnos", termina Marco.

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