LA NUEVA LEGISLATURA
El PSOE y el PNV cierran el acuerdo para la investidura de Sánchez
Los negociadores del PNV y del PSOE han cerrado el acuerdo para que los nacionalistas vacos apoyen a Pedro Sánchez en el debate de investidura, según fuentes conocedoras del pacto. De esta manera, el socialista despeja el camino para volver a ser presidente del Gobierno, una vez que ató este jueves el apoyo de Junts y ahora el de los jeltzales.
El presidente en funciones, Pedro Sánchez, y el líder del EBB, Andoni Ortuzar, han firmado sobre las 11 de la mañana el acuerdo en el Congreso de los Diputados.
Aunque tenía la intención de pactar, el PNV hasta el momento no había asegurado sus votos para el socialistas y había emprendido una negociación muy discreta. Los peneuvistas se habían quejado en la última parte de la legislatura de que La Moncloa no les había tratado especialmente bien.
Según ha explicado Ortuzar, el acuerdo incluye una negociación sobre "el reconocimiento nacional de Euskadi, la salvaguarda de las competencias vascas y un sistema de garantías basado en la bilateralidad y en la foralidad". "Los acuerdos que se alcancen entre ambos partidos deberán responder a las demandas mayoritarias del Parlamento Vasco representante legítimo del pueblo vasco", ha detallado el líder del EBB.
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Desde el PSOE se ha mimado la negociación con el PSOE, conscientes de que son una pieza clave no sólo para la investidura, sino para la gobernabilidad durante cuatro años. Es simbólico que sea el propio Sánchez quien firma con el PNV, ya que este gesto no lo tuvo ni con Junts ni ERC.
Además, el proceso de investidura ha servido para que vuelvan a estrechar relaciones el PNV y Junts, distanciados en los últimos años. De hecho, el propio Ortuzar viajó hasta Waterloo (Bruselas) para verse con Carles Puigdemont y trazar una hoja de ruta de cara a la formación del Gobierno progresista.
El 23 de julio no fue un buen resultado para el PNV, que se quedó con cinco escaños y perdió uno. Esto supuso que empatara en diputados con el PSE-EE y EH Bidu. Este último partido se ha convertido en un quebradero de cabeza para los nacionalistas vascos, ya que no deja de crecer en cada comicio y se ha convertido en un fuerte rival para las elecciones vascas del año que viene.