El retorno de los grandes autores en 2024
“Volvió a la isla el viernes 16 de agosto en el transbordador de las tres de la tarde”. Suena al universo de Gabo la primera frase de En agosto nos vemos (Random House). La leyó en Madrid hace 25 años, pero no remató estos cinco relatos eslabonados por una protagonista común, Ana Magdalena Bach. García Márquez repasaba y corregía sus obras hasta una docena de veces. Mientras, se enfrascó en contar su vida. Una década después de la muerte del Nobel colombiano, sus dos hijos han decidido exponer en las librerías lo ¿inacabado? por su padre. Será el 6 de marzo, cuando García Márquez cumpliría 97 años.
Sostuvo Eduardo Mendoza estar “harto de escribir novelas”. Por suerte, se desdice con Tres enigmas para la Organización (Seix Barral, enero). Tres historias de intriga, sazonadas con la ironía inteligente del escritor barcelonés. Humor, también, de Luis Landero, escritor de la palabra precisa. La última función (Tusquets, enero) nos sitúa en la sierra madrileña. Actor retirado, amigos jubilados, la búsqueda de una actriz y una representación para aminorar el vacío rural. Sergio Ramírez, el nicaragüense proscrito por el régimen de su país, instalado en España, publica El caballo dorado (Alfaguara, enero). Narra la llegada de un carrusel desde los Cárpatos a Nicaragua, con cuatro peculiares personajes atravesados por el infortunio.
Murakami es otro de los acontecimientos literarios del 24. En marzo, podremos leer en español La ciudad y sus muros inciertos, un año después que en Japón. El encuentro de dos adolescentes sin nombre: Boku, Yo, y Kimi, Tú. Un relato de identidades, sueños, realidad… (Tusquets, marzo). Deseado, también, el próximo libro de Paul Auster. Una novela titulada con el nombre del protagonista, Baumgartner (Seix Barral, febrero). Un viaje a la memoria y al amor en las diversas fases de la vida de un escritor y profesor prestigioso. Fue Siri Hustvedt quien anunció el cáncer de su marido, Paul Auster. En ocasiones, relata cómo evoluciona, sin sugerir si esa novela será la última. Ella publica El mundo deslumbrante (Seix Barral, enero). La mujer y el arte: la protagonista convence a tres hombres para firmar sus obras en masculino.
Dos premio Nobel llegarán también el nuevo año. La canadiense Alice Munro con su propia selección de cuentos sobre lo cotidiano y las emociones en Todo queda en casa (Lumen, enero). Y la francesa Annie Ernaux, con Lo que dicen o nada (Cabaret Voltaire, mayo). Primera versión en español de esta autoficción sobre una adolescente madura y perdida. Sigue a Los armarios vacíos y precede a La mujer helada. Un compatriota de Ernaux, Pierre Lemaitre, concluye este decálogo imprescindible. Después de la trilogía Los hijos del desastre sobre las entreguerras en Francia, se ha implicado en relatarnos las etapas posteriores a la Segunda Guerra Mundial con Los años gloriosos. El silencio y la cólera (Salamandra, febrero) es la segunda entrega: la emancipación de la mujer, el aborto y las huelgas de los sesenta como argumentos básicos.
Uno de los nombres actuales del suspense, Dennis Lehane —autor de Mystic River— nos sorprende con su Golpe de gracia (Salamandra, enero). Una adolescente no vuelve a casa, un joven de color muere, el fin de la segregación escolar en Boston. Del negro al terror. Es el tránsito del noruego Jo Nesbo en La casa de la noche (Reservoir Books, enero). Un chico marginado, estudiantes desaparecidos y la lucha por demostrar la inocencia. Pavorosos son los treinta y dos niños violentos escogidos por Andrés Barba, premio Herralde, para instaurar una distópica República luminosa (Anagrama, enero). Ottessa Moshfegh ha llegado para aposentarse entre las escritoras necesarias tras su "año de descanso y relajación". Una década más tarde, publica en España McGlue (Alfaguara, marzo). La prestigiosa revista Granta sitúa a la ecuatoriana Mónica Ojeda como una de las escritoras en español con más futuro. Publica Chamanes eléctricos en la fiesta del sol (Random House, febrero). Fusiona raves con cultura andina y la búsqueda del padre. Potente, también, la prosa de la argentina transgénero Camila Sosa Villada. Mostró su condición en Las malas y la mantiene en Tesis sobre una domesticación (Tusquets, enero): una actriz travesti narra el declive de los principios de su familia burguesa. Del mismo país, Leila Guerriero nos narra con su oficio de periodista la historia real de Silvia Labayru. La llamada. Un retrato (Anagrama, enero) desvela cómo una conversación telefónica salvó a esta montonera de una muerte cierta durante la dictadura de Videla. Periodismo, también, los Cuentos verdaderos (Alfaguara, marzo), de Rosa Montero, una crónica de los 80 mediante sus artículos de prensa. Y la finlandesa Sofi Oksanen —autora de Purga, mejor novela europea— deja la ficción para retratar el imperialismo ruso desde Catalina la Grande hasta Putin. Defiende esta tesis en Dos veces en el mismo río (Salamandra, marzo).
El capítulo de libros curiosos lo encabeza Como de aire (Lumen, febrero). La bailarina clásica Ada D’Adamo ganó el premio Strega, el más relevante de Italia, tras morir de cáncer. Relata la relación con su hija Daria, nacida con una malformación cerebral no diagnosticada durante el embarazo. Resaltar también tres novelas centradas en el arte. Florencia Etcheves descubre el lado humano de la pintora mexicana en La cocinera de Frida (Planeta, enero). Carlo Vecce nos desvela quién y cómo fue Caterina (Alfaguara, febrero), la madre de Leonardo da Vinci. La Gioconda será uno de los cincuenta y dos cuadros mostrados por un abuelo a su nieta, destinada a la ceguera, en Los ojos de Mona (Lumen, febrero), de Thomas Schlesser.
Crónica epistolar de una caída
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Son algunas de las veredas literarias a tomar en 2024. Las editoriales recuperarán, también, obras para conmemorar a algunos autores. Clásicos como Lord Byron, por los doscientos años de su muerte, o Julio Cortázar, fallecido hace cuatro décadas. Quino y su Mafalda, Tiempo de silencio, de Luis Martín Santos (centenario de su nacimiento), Juan Marsé, Andrea Camilleri, Marguerite Duras, Irène Nemirovky… volverán para mezclarse en los escaparates con lo nuevo de un año abundante. La cosecha se vaticina, como mínimo, muy buena.
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* Prudencio Medel es periodista.