Economía
Feijóo retuerce las cifras económicas en el inicio del año para negar los datos positivos que ‘vende’ Sánchez
La economía española evolucionó en 2022 y 2023 mucho mejor que la de la mayoría de los países de nuestro entorno, pero, igual que el resto de Europa, ha empezado a dar muestras de enfriamiento. Un balance positivo, pero una tendencia cada vez más moderada. Un cóctel perfecto para que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, haya terminado el año satisfecho por lo conseguido y para que el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, haya repetido el análisis catastrofista que lleva haciendo desde que se hizo con las riendas del Partido Popular.
La comparación de lo que dicen sobre el mismo asunto muestra cómo Feijóo retuerce los datos positivos en busca de ángulos negativos. “De nuevo, afortunadamente, la economía española ha desmentido a todos los profetas del caos, mostrando solidez y fortaleza, a pesar de la incertidumbre que estamos viviendo en todo el contexto internacional”, sostiene el presidente. “Si de lo que más presume el Gobierno es de la marcha económica de nuestro país, basta con que cada familia eche cuentas y le responda cómo se vive en España y las dificultades para llegar a fin de mes”, responde el líder de la derecha española.
Crecimiento
Los principales organismos internacionales y nacionales pronosticaban que el crecimiento económico del Producto Interior Bruto (PIB) en España fuera en el año 2023 del 1,2%, recordó Sánchez a finales de año. “Hoy sabemos que España va a crecer el doble, es decir, cerca del 2,5%, cuatro veces más que la media de la eurozona.
Feijóo hace tiempo que no habla de las cifras de crecimiento. Su equipo, cuando hace referencia al PIB, se limita a constatar una “desaceleración”, pero ya no habla de inflamiento de previsiones ni compara con otros países en los que la situación es notablemente peor. Con todo, el líder del PP no evitó en su balance de 2023 una referencia sin soporte documental alguno: “Nuestra economía es una de las peores economías de la Unión Europea”.
Empleo
La Comisión Europea preveía un crecimiento del 0,8% del empleo para el año 2023 en España. Ha sido de más del doble, alrededor del 2%. Así que no es de extrañar que el Gobierno saque pecho con las cifras de 2023: más de 20.800.000 afiliados a la Seguridad Social, 700.000 personas más que en 2022 con un contrato indefinido gracias a la reforma laboral, 300.000 mujeres y 100.000 jóvenes más trabajando que hace un año y 150.000 desempleados menos que hace un año. “España creó dos de cada tres nuevos empleos en la eurozona en el tercer trimestre del año 2023”, se felicitó Sánchez en su balance anual. Sin olvidar la subida histórica del Salario Mínimo Interprofesional a lo largo de los últimos años.
Los datos son tan positivos que Feijóo, en su comparecencia de diciembre, ni siquiera habló de empleo. Lo cual no significa que el PP no encuentre ángulos desde los que criticar la evolución del mercado de trabajo, como poner en duda la estadística afirmando que los fijos discontinuos son parados encubiertos.
El coordinador del área económica del PP, Juan Bravo, lo repitió esta semana, en una comparecencia en la que habló de “maquillaje” y criticó que “la bajada del desempleo” haya “sido la mitad de la que se produjo el año anterior”. “Eso hace ver una cierta ralentización, una cierta desaceleración de la economía”, lamentó.
Inflación
La evolución de la inflación, disparada en toda Europa como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania, ha ido sensiblemente mejor que en otros países. Sánchez recordó a finales de año que hace doce meses “era del 6,8%” y ahora está “en el 3,2%”.
La mejor prueba de que las cosas han mejorado en este capítulo es que las cifras de inflación han desaparecido del argumentario del PP, cuando hace apenas unos meses eran una de sus prioridades. Ahora Feijóo se limita a hablar de la “subida de precios”, sin mencionar cifras, ni por supuesto comparar con otros países.
Para no hablar de los datos positivos, el líder del PP destaca que “la inflación en España sigue por encima de la media de la Unión Europea” (cuando está por debajo no hace referencia a este dato). Y cita los precios de los alimentos de los dos últimos años (un aumento del 33,8%) para criticar la política del ejecutivo.
Feijóo se refiere siempre a “las dificultades económicas y sociales que están pasando la mayoría de los ciudadanos y, por supuesto, las rentas más modestas y las rentas medias”. Las familias españolas, asegura, tienen ahora “el mismo poder adquisitivo que hace 15 años y pagamos más impuestos que nunca”.
Sánchez sostiene, en cambio, que “las políticas de protección de rentas” del Gobierno han contribuido a que los trabajadores “no pierdan tanto poder adquisitivo”. A falta de cifras definitivas, las provisionales de inflación y subidas salariales de 2023 apuntan a que no habrá pérdida.
Déficit público
En materia de déficit público —la diferencia anual entre ingresos y gastos del sector público— el Gobierno de España mantiene su compromiso de bajar el porcentaje al 3% del PIB durante el año 2024. “Hemos consolidado nuestras cuentas”, destacó Sánchez hace unos días. “Recordemos que en el año 2021 partíamos de un déficit público del 10% y vamos a acabar este año por debajo del 4%”.
Feijóo ni siquiera menciona cifras en este apartado. Sin respaldo contable alguno, asegura sin más que “tenemos un déficit descontrolado y muy lejos de los objetivos que fija la Unión Europea”, cuando en realidad los objetivos del Gobierno han sido pactados con Bruselas.
Deuda pública
La deuda de las administraciones públicas continúa descendiendo en relación con el PIB y se situó en el 109,9% en el tercer trimestre de 2023, aunque todavía está por encima de los niveles prepandemia. Si se cumplen las previsiones del Gobierno, se situará en el cuarto trimestre del año que acaba de terminar en el 108,1% y caerá en 2024 al 106,3%. Antes de la crisis, Sánchez había logrado reducirla por primera vez en muchos años por debajo del 100%, hasta el 98,2% del PIB.
Para no reconocer esa evolución positiva, Feijóo prefiere hablar de cifras absolutas. Porque así puede acusar a Sánchez de que la administración debe más dinero, aunque la cifra —en proporción al PIB— sea menor. “El Gobierno ha endeudado a los españoles a razón de 200 millones de euros de deuda pública cada día en los últimos cinco años”, repite una y otra vez cuando se refiere a la situación de la economía.
Para oscurecer el balance económico, Feijóo se sale de las variables al uso para incorporar otras como la pobreza, el fracaso escolar o las listas de espera. ”Uno de cada cuatro españoles vive en el umbral de pobreza. Y, de acuerdo con Unicef, somos el primer país en tasa de pobreza infantil. Hay 3,2 millones de hogares que sufren pobreza energética, es decir, ocho millones de españoles viven en hogares con pobreza energética”, y “padecemos la tercera peor tasa de abandono escolar de los 34 países de la OCDE”.
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Lo cierto es que la tasa de pobreza llegó a ser peor con Mariano Rajoy (un tercio). Con el último Gobierno del PP, había 2.800.000 niños en situación de pobreza o riesgo de exclusión, 100.000 más que cinco años antes.
La referencia a Unicef es correcta, pero lo que Feijóo no dice es que ese mismo informe refleja que mientras algunos de los países más ricos del mundo experimentaron fuertes aumentos de pobreza infantil entre 2014 y 2021, la tasa de España mejoró, con una reducción del 4%. España está “entre los países que partían de unas altas tasas de pobreza infantil” y no ha logrado “una mejoría significativa, aunque se mantienen relativamente estables”, según Unicef.
Por lo que se refiere al abandono escolar, en realidad la tasa baja de forma sostenida desde 2008. Ha pasado del 17,9% con Rajoy en 2018 al 13,3% en 2021, último año disponible, como reflejan los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), por lo que ha bajado 4,6 puntos porcentuales.