Así funciona el fraude del IVA en el diésel que afecta ya al 25% de las ventas de carburante

Imagen del surtidor de una gasolinera.

Hace alrededor de una década que el fraude sobre el IVA en la venta de combustibles empezó a ser un problema grande para las arcas públicas, pero lejos de resolverse, ha ido a más. El sector de los carburantes denunció este jueves que en el primer trimestre de 2024 se ha alcanzado un pico en la estafa al erario público y que hasta el 25% del combustible que se vendió en España durante esos meses no pasó por Hacienda, pese a que el ciudadano medio sí pagó su 21% de IVA cada vez que repostó su vehículo. En todo caso, este problema viene de mucho más atrás. Solo en la última década el fraude en los carburantes ha dejado un profundo agujero en la recaudación de impuestos de cientos de millones, y un informe presentado por la consultora KPMG calcula que entre 2013 y 2022 se vendieron al menos 26.000 millones de euros en diésel y gasolina al margen de Hacienda.

El sector de los carburantes lleva meses denunciando la situación. La Agencia Tributaria y la Guardia Civil han desarticulado e inhabilitado a muchos de estos estafadores, con operaciones que datan incluso de 2013, y a finales del pasado mes de marzo el Gobierno cambió la ley para dificultar este tipo de estafa, pero las organizaciones empresariales afirman que todavía se sigue cometiendo. Estiman que el año pasado el fraude del IVA alcanzó los 1.000 millones de euros y que ha seguido creciendo en 2024. "Los tres primeros meses del año han sido un despropósito", dijo este jueves Luis Nieves, presidente de la Asociación de Operadores Independientes del Sector Energético (UPI). Según sus cálculos, entre el 25% y el 30% de las ventas de gasóleo y gasolina entre enero y marzo no liquidaron el IVA con Hacienda, una estimación que la Asociación de Operadores de Petróleo (AOP) rebaja hasta el 18% del total.

Los principales responsables de la estafa son los operadores petrolíferos al por mayor —empresas desconocidas para el cliente final—, aunque las gasolineras son una parte indispensable de la trama, puesto que compran el carburante mucho más barato y lo venden con una fuerte rebaja frente a la competencia, hasta 50 céntimos por debajo, robando clientes al resto. Sin embargo, no todas las estaciones de servicio que comercializan gasolina fraudulenta son conscientes de ello, según fuentes del sector.

Cómo funciona el fraude del IVA

A diferencia de otros productos, los carburantes están sujetos a múltiples impuestos por tratarse de productos especiales, y prácticamente la mitad de su precio son tributos. No obstante, mientras la gasolina y el diésel están almacenados en tanques al por mayor, se congela el pago de impuestos para facilitar su comercio a gran escala y evitar que los operadores tengan que apalancarse para comprar el producto. Una vez que el combustible abandona los llamados depósitos fiscales —puertos, refinerías o tanques— para transferirlo a una gasolinera, el vendedor al por menor paga al mayorista el valor del producto y sus correspondientes impuestos, y el operador que se ha deshecho de la mercancía es el responsable de liquidar el IVA de la operación con la Agencia Tributaria.

Sin embargo, decenas de compañías se dedican desde hace años a hacer estas operaciones sin pasar después por Hacienda. En ocasiones no abonan nada del IVA. En otras, pagan una parte, y el resto prometen liquidarlo en los meses siguientes. Pero el resultado es siempre el mismo, el operador petrolífero acaba disolviéndose y sus dueños desaparecen dejando una deuda millonaria con el erario público. Para complicar todavía más el fraude, crean entramados societarios de compraventa de combustibles para sortear a los funcionarios de Hacienda y a la Guardia Civil, y se valen de testaferros para evitar que puedan seguir el rastro de los verdaderos artífices de la operación, que en el momento en el que cierran la empresa vuelven a empezar con un nuevo operador de combustibles.

La última operación conocida para acabar con estas estafas tuvo lugar en mayo, cuando la Agencia Tributaria y la Guardia Civil registraron 400 gasolineras en 14 comunidades autónomas en busca de información sobre estas tramas debido a que ofrecían un precio del combustible sospechosamente bajo. De hecho, fuentes de la Agencia Tributaria explican que el fraude del IVA no se suele utilizar para embolsarse ese 21%, sino para bajar artificialmente el precio del producto y vender más.

Nacho Rabadán, director general de CEEES, una de las patronales de las gasolineras españolas, explica que "la venta de combustible es un sector de volumen, no de márgenes", por eso es más interesante destinar el ahorro de impuestos a comerse a la competencia. El portavoz explica que conoce casos de estaciones de servicio que han perdido un 40% de la facturación porque gasolineras de su alrededor comercializan gasolina fraudulenta.

Según añade Rabadán, los operadores que están detrás de estas tramas pueden ser españoles o extranjeros, y afirma que dentro del sector ya conocen a muchos de estos cabecillas, que son siempre reincidentes. También deja caer que el Gobierno se beneficia de esta situación porque estos estafadores, como trabajan a grandísima escala, ayudan a reducir la inflación en un momento en el que el combustible está especialmente caro. "Me parece incomprensible que la Administración no haya puesto coto a este fraude, y creo que ha tenido algo que ver que haya mantenido artificialmente bajos los precios", señala. Además, se queja de que en muchos medios de comunicación son frecuentes los artículos sobre las gasolineras más baratas de cada provincia o municipio, que dan repercusión a estaciones que hunden su precio a través de estas prácticas.

Este jueves las principales patronales del sector petrolífero se unieron para pedir al Gobierno que ponga coto al fraude millonario, y dijeron que están muy preocupados por el daño que está haciendo a todos los eslabones de la cadena, especialmente a las gasolineras, que son normalmente micropymes de menos de cinco empleados. Víctor García, secretario general de Aevecar, otra organización de estaciones de servicio, dijo que la competencia fraudulenta puede llegar a comprar el litro de gasolina entre 45 y 50 céntimos más barato, debido a que el fraude no es solo sobre el IVA del 21%. A menudo, esa gasolina tampoco tiene la cantidad de biocombustible obligatoria (11% por litro) y eso abarata el producto. Los que participan en estas tramas también se ahorran otros impuestos menores, como el Impuesto de Eficiencia Energética. El único tributo que se paga religiosamente en el sector es el Impuesto Especial de Hidrocarburos debido a que, tal y como está diseñado, el operador al por mayor debe abonarlo si quiere sacar la gasolina de un depósito fiscal.

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El Gobierno dio un paso importante este año con una serie de cambios en la ley de hidrocarburos para acabar con el fraude en los biocarburantes y el IVA. En este último caso, desde finales de marzo ya no es posible que operadores minoristas puedan vender combustible a otros minoristas, y solo pueden realizar este negocio los mayoristas dados de alta en la CNMC. De esta manera, se reduce la capacidad de crear tramas societarias para esconder el origen auténtico del combustible para despistar a las autoridades, aunque desde el sector se quejan de que siguen detectando fraudes. Además, la ley fue aprobada en diciembre y se dio en periodo de gracia de cuatro meses, en los cuales se disparó la estafa de IVA en España, según fuentes de la Agencia Tributaria. Por eso, las patronales calculan que en 2024 se ha alcanzado un pico y entre el 25% y el 30% del volumen total de ventas ha sido bajo fraude.

Durante la rueda de prensa que dio el sector este jueves, el especialista tributario Juan José Blanco, de KPMG, dibujó tres posibles reformas legislativas para acabar con el fraude que ya se han aplicado en otros países europeos como Italia o Polonia, ya que la estafa del IVA en los carburantes está muy extendida en el continente. La solución italiana, que es la preferida por las patronales petrolíferas, consiste en que cuando un cargamento de gasolina o gasoil sale de un depósito fiscal, el operador mayorista debe adelantar el IVA de la operación siguiente, de forma que desaparece la posibilidad de defraudar.

Otra vía es la llamada inversión del sujeto pasivo. Una vez que el operador petrolífero vende la mercancía a una gasolinera, esta no paga el IVA de la factura al mayorista, sino que solo abona el precio del producto, y cae sobre ella la obligación de liquidar el impuesto directamente a Hacienda. El problema de esta vía es que es muy lenta, porque requiere permiso de la Comisión y del Consejo Europeo. Por último, está el formato del pago fraccionado, en el que la estación de servicio paga a su mayorista a dos cuentas bancarias diferentes. Una para la cuantía del producto, y otra exclusiva para el IVA, para facilitar el control de Hacienda.

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