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Begoña Gómez cambia de estrategia en un caso con mil frentes abiertos que se van desinflando

9J | ELECCIONES EUROPEAS

Ni renovar el CGPJ ni aflojar con el 'caso Gómez': el PP mantendrá su estrategia de guerra total contra Sánchez

Borja Sémper, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Comité de Dirección del partido este lunes.

El resultado de las elecciones europeas deja muchas lecturas, tanto en el bloque de la izquierda como en el de la derecha. Para la dirección de Alberto Núñez Feijóo, el Partido Popular fue el ganador indiscutible de la noche, pese a que únicamente les separaron dos escaños y cuatro puntos del PSOE, muy por debajo de las expectativas que se habían generado entre las filas populares durante meses, con encuestas que daban a los de Feijóo hasta diez puntos de diferencia con los socialistas. Con todo, los conservadores sacaron pecho y celebraron la "censura sin precedentes a Sánchez", en palabras de su número dos, Cuca Gamarra. "Hoy culminamos un ciclo electoral de consolidación de victorias", afirmó.

Entre gritos de ¡Feijóo a la Moncloa!, el líder del PP anticipó una victoria en las generales basándose en la estadística. "Siempre que el PP ha ganado las elecciones europeas ganó las siguientes generales", aseguró. En la misma línea que Gamarra, afirmó que España está "ante un nuevo ciclo político" en el que él tiene "una nueva responsabilidad". Este lunes, todos los portavoces del PP han insistido en la misma idea: Sánchez debe convocar elecciones generales ya —pese a que el mandato del presidente del Gobierno no expira hasta 2027— para dejarle paso al PP, que además de Vox tiene a otro competidor por la derecha, Alvise Pérez.

Con todo, en la dirección del PP admiten en privado que el resultado de PSOE —que logró mantenerse en el 30% de los votos— es mejor del esperado y lo achacan a que Sánchez se mantiene a costa de sus socios. Así, estas fuentes señalan a infoLibre que la victoria "ha sido un poco justa" pero consideran que se las urnas han validado su estrategia de guerra total contra Sánchez. "El PP crece sin que afecte a Vox, que se mantiene", analizan, recalcando que su 'modus operandi' funciona y, por tanto, van a seguir utilizándolo.

No apoyar al PSOE en votaciones clave

Así, estas voces señalan que "no van a dar tregua" al Gobierno, al que consideran que está en una "situación de debilidad extrema" como se ha visto en Cataluña, al no lograr la presidencia del Parlament pese a ser el PSC la lista más votada. "Pedro Sánchez ha sufrido hoy un duro revés en su territorio fetiche. Ahora será el independentismo quien marque los tiempos de la investidura, poniendo las posibilidades de Salvador Illa cada vez más en entredicho y acercando las de Puigdemont", señalaban fuentes de Génova.

En esa línea, el PP va a contribuir "en todo lo que pueda" a debilitar a Sánchez, como ya hicieron durante la campaña electoral, en la que evitaron apoyar a los socialistas en votaciones clave como la de la ley contra el proxenetismo, que ni salió adelante, o la del suelo, que el PSOE se vio obligado a retirar en el último momento. La directriz del PP, por el momento, va a seguir siendo la misma tanto en el Congreso como fuera de él, ya que creen "no se pueden permitir errores de calado" ni "dar aire" al Gobierno "cuando le fallen sus socios": "No vamos a ser su salvavidas", resumen las fuentes consultadas, que inciden en que el Ejecutivo de Sánchez "está en un estado de parálisis".

Completada la absorción de Ciudadanos —tal y como se ha podido comprobar en las europeas— la hoja de ruta que Génova trazó tras su victoria pírrica del 23J tiene un objetivo central: ser la formación de referencia 'anti Sánchez' y evitar que formaciones a su derecha crezcan para capitalizar ese "descontento". Así, ya están haciendo suyas algunas de las señas de identidad de Vox como apropiarse de las reivindicaciones de agricultores y ganaderos, un sector que la ultraderecha cultiva desde hace años agitando el miedo a las medidas que tratan de proteger el medio ambiente, a las normas de la Unión Europea y a la Agenda 2030 o del discurso antiinmigratorio.

No renovar el CGPJ si el PSOE no acepta su modelo

La composición del órgano de gobierno de los jueces sigue siendo, en la actualidad, la misma que hace una década. Tras cinco años y medio en funciones, más de un mandato entero, el Partido Popular sigue bloqueando su renovación. Sin citas electorales a la vista, el plan del PP sigue siendo el mismo, tal y como confirmó este lunes el vicesecretario Borja Sémper. En los últimos meses la dirección de Feijóo se ha distanciado del plan del comisario de Justicia, Didier Reynders, cuya participación en calidad de mediador había sido la condición que el PP impuso para autorizar la reanudación de las conversaciones.

Reynders lo que quiere, según el comunicado que él mismo difundió, y que Feijóo ignoró, es “proceder a la renovación del Consejo con carácter prioritario e iniciar, inmediatamente después de la renovación, un proceso con vistas a adaptar el nombramiento de sus vocales, teniendo en cuenta las normas europeas” en la materia. Es decir, primero renovar conforme a la ley, que es lo que el Gobierno reclama y a lo que el PP se opone desde hace cinco años. Y después, "iniciar un proceso con vistas a adaptar el nombramiento de los vocales".El comisario volverá al puesto el 24 de junio y esa será la última oportunidad para pactarlo bajo su supervisión, ya que aspira a ser el próximo secretario general del Consejo Europeo.

Los conservadores, sin embargo, no solo exigen reformar la ley que regula la elección de los vocales del Consejo para que se adapte a sus preferencias, sino también la norma que regula la designación de magistrados del Tribunal Constitucional. "Nuestra posición sigue siendo la misma", admitió Sémper en rueda de prensa y solo se abrió a llegar a un acuerdo "si a la vez también hay garantías para reforzar la independencia de los jueces a través de su libre elección por parte de los mismos". En el PP llevan tiempo advirtiendo de que el pacto solo podría llegar tras las europeas, pero algunas voces creen que daría al traste con su estrategia.

Explotar el 'caso Begoña Gómez'

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Desde que el caso Begoña Gómez saltó a la prensa, el PP ha tratado de vincular por todos los medios al presidente del Gobierno con las "corruptelas" de su mujer. Después de que la pasada semana el juez la citara a declarar como investigada para el próximo 5 de julio, desde el entorno de Feijóo se mostraban convencidos de que la noticia les ayudaría a movilizar a su electorado mientras desincentivaría al del PSOE. Los conservadores llegaron a publicar un video en campaña utilizando una imagen de la mujer del presidente del Gobierno.

Este lunes ha trascendido que la Fiscalía Europea ha reclamado al juez que instruye la causa, Juan Carlos Peinado, la causa contra Gómez por las ayudas públicas que recibió el empresario Juan Carlos Barrabés. Si Peinado se niega a entregar la causa, deberá ser el Tribunal Supremo el que resuelva el conflicto de competencias, como en el caso Koldo. Más allá de lo que dirima la investigación judicial —que la formación conservadora ha utilizado como punta de lanza contra el Gobierno por las supuestas "corruptelas" que envuelven a la familia de Sánchez—, en el PP van a seguir presionando a Sánchez para que dimita.

Así, plantean llamar a declarar a Sánchez en la comisión del Senado que crearon ex profeso para el caso Koldo y luego ampliaron al de Gómez. Aunque Feijóo amenazó con hacerlo antes de la celebración de las europeas, finalmente no lo hicieron al considerar que el socialista se podría beneficiar de ello en campaña. "La salida de Sánchez se cocina a fuego lento, el presidente caerá", aseguró Sémper, no sin antes añadir que "los españoles ya le han censurado", por lo que la vía de la moción de censura abierta por Feijóo queda ahora aparcada.

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