José Luis Sastre: "Me da miedo que simplifiquemos el fenómeno de la ultraderecha"
José Luis Sastre (Alberique, Valencia, 1983) ha estado este verano a cargo de Hoy por hoy, de la Cadena Ser, programa del que es subdirector. El periodista conduce también junto al cómico Miguel Maldonado el videopodcast Sastre y Maldonado. Además, acaba de estrenarse como escritor con su primera novela, Las frases robadas: se trata de una ficción que integra algunas de las reflexiones “sobre las cosas cotidianas”, según explica, que ha elaborado a partir de sus columnas en el diario El País. Lo hace a través de la relación entre un padre que se asoma a la muerte y la hija que lo acompaña. El ya novelista se muestra ilusionado ante las primeras reacciones de gente que se ha metido en una historia concebida por él.
Verano informativo
“Los veranos informativamente ya no tienen nada que ver ni con cómo eran antes ni con la idea que podamos tener, quizá idealizada, de ellos. Me da la sensación de que la actualidad se organiza casi como si fuera una serie de ficción. Lo que ocurre es que los guionistas no descansan el mes de agosto y preparan nuevas tramas y giros para el tiempo que la gente, o buena parte de ella, está descansando. La velocidad a la que va la actualidad hace imposible digerir un tema que el lunes por la tarde parece que va a ser el tema de la semana pero el martes ya no nos acordamos de él. Ese ritmo frenético se ha trasladado también a agosto y tiene que ver con la manera en que nos presentan la actualidad, la contamos y la consumimos. Es casi como un serial de ficción con muchos giros e imprevistos”.
Nuevo curso político
“Este curso tiene una novedad respecto a los anteriores. De entrada, no se prevé ninguna convocatoria electoral. Venimos de una etapa en la que encadenamos elecciones y eso siempre condiciona el escenario hasta el punto de que, con la convocatoria de las últimas en Cataluña, el Gobierno renunció a presentar los presupuestos. Toda la conversación está condicionada a esa expectativa electoral y los partidos elaboran sus propuestas mirando mucho las encuestas y lo que proponen los demás. Además de todas las incertidumbres, que empiezan a ser lo habitual, afronto el curso con la expectativa de saber si el Gobierno será capaz de aprobar los presupuestos, qué hará Junts después de la fuga de Puigdemont y qué relación querrá tener el PP con Vox tras la salida de sus gobiernos autonómicos de la ultraderecha
Que no haya elecciones permite pensar si hay posibilidad de algún acuerdo transversal en este país: si lo que hasta ahora ha sido excepcional quizás pueda darse en un año no electoral. Es complicado, pero es más fácil en este escenario sin comicios a la vista. Cuando hay elecciones, se condiciona el mensaje a los partidos políticos y las preguntas a los periodistas. Políticamente, y desde el punto de vista ciudadano, los años electorales tienen, con todo lo malo, algo revelador: impiden escaparse o aplazar ciertos debates”.
Las perspectivas de Sánchez
“Ha llegado el momento en que el Gobierno tiene que ser capaz de demostrar que reúne una mayoría suficiente para aprobar unos presupuestos. Mucha gente que dice que Pedro Sánchez o que este Gobierno lo que quiere es aguantar en el poder, que es en realidad lo que quiere cualquier gobierno. La cosa es el para qué. Y la respuesta a esa pregunta es fundamental. ¿Para qué? Para unos presupuestos. Por ejemplo, el Gobierno sabe que tiene una urgencia: la vivienda. Responder a esa urgencia es uno de esos primeros para qué que el gobierno debe responder. Muchas veces los periodistas y las agendas políticas están muy enfocadas a ver si Junts da estabilidad o no al Gobierno, pero este año el Ejecutivo tiene el reto de empezar a responder al para qué pensando más en lo que espera el electorado de esta coalición de izquierdas”.
La financiación singular
“Hay que esperar a ver qué pasa finalmente con el pacto por la financiación singular, lo que ERC llama concierto y que el Gobierno niega, pero que desde luego se parece mucho a un concierto económico. Ha habido muy pocas declaraciones de ministros desde este pacto y es significativo también que el PP ha dejado de utilizar la amnistía. Curiosamente, ha coincidido que hace unos días estuvieron de acuerdo en cuatro votaciones con Junts en el Congreso. Al Gobierno le corresponde dar la explicación a su electorado y al conjunto de la ciudadanía y explicar qué sistema está pensando para el cupo o para la cuota de solidaridad o por qué considera que esto no es un concierto económico. Tampoco pasa nada porque se expliquen las cosas como son: cuanto más técnico es el asunto, más explicaciones se requieren.
No hay miedo en este país a los debates complejos. Y, en este caso, no hay nada que toque más al conjunto de los ciudadanos que la sanidad, la dependencia o la educación. Que no sea el debate más apasionante que quieres tener a las siete de la mañana cuando te levantas y tomas el primer café no significa que no te interese. Lo que hay pegado al sistema de financiación es nuestro Estado del bienestar, y eso sí que es transversal en España. Podemos tener cada uno nuestra ideología, pero el convencimiento de que este país ha sido referente en la construcción del Estado del Bienestar es bastante transversal y hay una necesidad de que funcione: las listas de espera, la escasez y bajo sueldo de médicos o la necesidad de educación pública para todos".
El debate sobre la migración
“Esta es una sociedad abierta y tolerante que ha vivido flujos migratorios y que es solidaria: entiende que a las personas que vienen y que se juegan la vida en el mar hay que darles un trato humano. El PP se dio cuenta en el minuto uno del error que cometió su portavoz Miguel Tellado hablando de deportaciones masivas, pero el propio Alberto Núñez Feijóo ha hecho el vínculo entre seguridad y migración. A partir de ahí, en lo que están de acuerdo el PP y el PSOE es que hace falta dar un trato humano a la gente que llega y que es necesario encontrar las vías para una migración ordenada. En España hay miles de alcaldes y miles de personas que se dedican a la gestión y que demuestran día a día que sus ciudades y que sus barrios son, en muchos casos, modelos de convivencia.
No se puede reducir la inmigración a que sea necesaria para puestos de trabajo. Además de las razones económicas, hay que dar una respuesta humanitaria. ¿Significa eso que España puede acoger sin ningún límite a todas las personas? Es evidente que no. No puede ser tampoco que haya miedo a hablar de ese tema porque parezca que entra en no sé qué marcos. La inmigración es un fenómeno que va a ir a más y hace falta, y en esto quizás soy un poco iluso, que PP y PSOE se pongan de acuerdo. Los dos grandes partidos tienen en la inmigración un alto nivel de coincidencia en su gestión y se han dejado enredar en ver quién gana votos o en la competición que le puede suponer Vox al PP”.
Nombramientos en el CGPJ y el Banco de España
“La disparidad de reacciones en el nombramiento de Isabel Perelló en el Poder Judicial y de José Luis Escrivá al frente del Banco de España tiene que ver con cómo se han producido. Por una parte, hay un acuerdo entre vocales del Poder Judicial que, por cierto, ha costado varios intentos y cinco años de bloqueo. Ahí la noticia: que haya ocurrido algo que en principio tendría que ser habitual y no debería ser tan difícil. Lo excepcional es que hayamos tenido esta situación de interinidad, de bloqueo y de desprestigio durante tantos años. Y, por otra parte, en el caso del nombramiento de Escrivá, lo que ocurre es que es un nombramiento que decide Pedro Sánchez y el PP está en contra porque cree que compromete el prestigio del banco regulador y por eso entra en el terreno de la confrontación política”.
Auge de la extrema derecha
“Muchas veces me preocupa que haya mucha gente que tenga respuestas para todas las preguntas. Cada vez que asisto a fenómenos de este tipo, lo que tengo son cada vez más preguntas. Una de ellas sería ¿qué falla en el discurso de los partidos tradicionales o de aquellos partidos que tienen como prioridad la defensa de la democracia tal como la hemos entendido hasta ahora? El auge de la ultraderecha es un fenómeno creciente que utiliza la inmigración y el miedo y aprovechan ese hartazgo.
Hablar de este auge no significa que estemos entendiendo este fenómeno. Hay una parte que se explica en cómo utilizan estas banderas: construyen relatos y se aprovechan de los bulos. Pero, ¿por qué hay gente que se los cree? Esto solo no explica lo que está pasando. Es algo tan complejo que no sé si sabemos analizarlo al detalle y me da mucho miedo que simplifiquemos el fenómeno de la ultraderecha”.
Fatiga de Gaza y Ucrania
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“La sociedad se ha acabado acostumbrando a vivir entre grandes conflictos: forma parte ya de la incertidumbre y de la inseguridad que se instala en ella. No sabemos qué va a ocurrir, ni qué ocurrirá en las elecciones de Estados Unidos, ni cómo van a seguir estos conflictos que, a fuerza de persistir, no es que los normalicemos, porque nos siguen espantando, pero sí que es muy difícil mirar todos los días de frente el horror. Vivimos en esta parte del mundo en la que podemos dejar de mirar pero hay gente que vive atrapada en Gaza que no puede porque es la realidad de su día a día y tienen que apartar con sus manos, porque no tienen nada más, los escombros para rescatar los cuerpos de sus familiares”.
Precampaña electoral en Estados Unidos
“No es lo mismo que esté Donald Trump de nuevo en la Casa Blanca que Kamala Harris. La candidata demócrata, por lo menos, ofrece la duda de qué políticas aplicará o cómo resolverá los grandes conflictos. Con Trump, ya sabemos qué ocurrió durante su presidencia y cómo terminó. Lo que ocurre en Estados Unidos decidirá una parte de cómo evolucione la situación geopolítica en los próximos años”.
Primera novela
“La novela me permite probarme en un terreno nuevo y asomarme a ese precipicio a ver qué ocurre. Tuve el debate de si hacer una historia real o no y sabiendo lo que quería escribir me decanté por la ficción por salir un poco del estrés diario y también porque podía escribir muchas cosas que han ocurrido, que he visto o que he percibido en la realidad siendo ficción. Pero es bastante aproximada a la realidad. Sí que es cierto que al escribir estás rodeado de preguntas como ¿estará bien?, ¿estará mal? o ¿gustará a tal persona? Idealizas a un tipo de lector y te pones a escribir precisamente para probarte. El reto era que hay algunas de las tramas que aparecen en la novela que he escrito en las columnas del periódico”.