Le Pen avisa a Barnier: "Es un mal menor" y "no le daremos carta blanca"
La líder de la extrema derecha francesa, Marine Le Pen, considera al nuevo primer ministro francés, Michel Barnier, "un mal menor" ante el riesgo de que gobernara "la extrema izquierda", pero en las próximas semanas le van a fijar "líneas rojas" y "medidas importantes", y si no las respeta lo censurarán. "Teniendo en cuenta la gravedad de la situación del país (...) haremos los mejores esfuerzos para contribuir tanto como sea posible a la estabilidad de Francia", aseguró en su discurso de apertura del curso político ante los militantes en su feudo electoral de Hénin Beaumont, según informa EFE.
"Pero lo digo con la misma fuerza -añadió-, en las próximas semanas tendremos que indicar al primer ministro las líneas rojas y las medidas que consideramos importantes, que es indispensable tener en cuenta para respetar el voto de nuestros once millones de electores".
En esta intervención, Le Pen también defendió que el presidente, Emmanuel Macron "ha tenido en cuenta" los criterios de su partido a la hora de elegir a Michel Barnier, aunque puntualizó que la Agrupación Nacional (RN) no ha participado en la decisión. "No he elegido al primer ministro. No soy la directora de recursos humanos de Emmanuel Macron", subrayó.
Su partido, la Agrupación Nacional (RN), ha señalado que no tiene intención de tumbar de forma inmediata al primer ministro conservador en espera de que despliegue su programa, con un discurso de política general ante el Parlamento que se espera para comienzos de octubre.
No obstante, Le Pen no se privó de aventar la amenaza que pesa sobre él: "Que las cosas estén muy claras, no daremos carta blanca. Si con el paso de las semanas se olvida o se maltrata de nuevo a los franceses, no dudaremos en censurar al Gobierno".
Barnier es miembro de Los Republicanos (LR), el partido de la derecha convencional que en las elecciones legislativas anticipadas del 30 de junio y el 7 de julio obtuvo únicamente el 6 % de los votos y 47 diputados de los 577 de la Asamblea Nacional.
Tendrá que apoyarse principalmente en los 166 diputados macronistas, pero eso no le bastará para aguantar y para sacar adelante proyectos legislativos, ya que ese bloque seguirá estando muy lejos de los 289 escaños que representan la mayoría absoluta.
Teniendo en cuenta la oposición frontal que está anunciando contra Barnier el Nuevo Frente Popular (NFP) que reúne a los partidos de izquierdas, para sobrevivir necesitará igualmente contar con el beneplácito del RN y sus socios, que fueron, con mucha diferencia, la primera fuerza política en las legislativas en votos (un 37 %), aunque se tuvieron que confirmar con 142 diputados.
Pone a Barnier bajo vigilancia
La líder de la extrema derecha reiteró el mensaje de que van a poner al nuevo Ejecutivo "bajo vigilancia", lo que significa que "seremos exigentes, seremos más que nunca los defensores del pueblo francés".
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Le Pen, en cualquier caso, se esforzó en desmarcarse de la oposición dura que plantea el NFP, que el sábado organizó manifestaciones contra Barnier en todo el país que sacaron a la calle a 110.000 personas, según las autoridades, 300.000, según los organizadores. "Nuestro movimiento nunca ha jugado la carta de las divisiones estériles que tienen como único efecto la parálisis del país y la pérdida de la esperanza en la acción política para millones de franceses".
La líder del RN volvió a cargar contra el llamado "cordón sanitario" que aplicaron otros partidos para evitar que gobernara, lo que a su juicio les privó de obtener, con los mismos votos, una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.
Una alusión al hecho de que en 2017 el macronismo con el 37 % de los votos había conseguido una mayoría absoluta en la cámara baja. A ese respecto, Le Pen denunció una "traición democrática" para "impedir que nuestro partido gobernara" y que al final ha dado lugar a "una Asamblea inestable". Para la líder de la extrema derecha el responsable es Macron que "ha hecho nuestro país ingobernable".