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Los gallegos ricos invirtieron un 41% más en bienes de lujo mientras la Xunta de Feijóo rebajó su impuesto un 25%

El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante el acto de su toma de posesión.

David Lombao

Las rentas más altas de Galicia gestionan, en conjunto, casi 59.000 millones de euros en activos. Es la cantidad total sujeta al impuesto sobre el patrimonio con datos de 2022, los más recientes disponibles, que la Agencia Estatal de Hacienda hizo públicos hace unos días.

Para tener que pagar este impuesto –recuperado en 2011 por el Gobierno de Zapatero, que lo había suprimido tres años antes– hay que tener bienes superiores a 700.000 euros –excluyendo la vivienda habitual hasta 300.000– o, en total, bienes por valor más de dos millones. Ese fue el caso, en ese año, de 8.634 contribuyentes que, pese a las notables disparidades dentro de su consideración general de rentas altas (las tres cuartas partes de esos casi 59.000 se concentran en apenas 700 personas), se beneficiaron de forma generalizada del descuento del 25% en ese impuesto aprobado por la Xunta todavía con Alberto Núñez Feijóo como presidente.

Además de los datos generales, las estadísticas tributarias permiten obtener una radiografía de cómo se distribuye esa riqueza. Casi el 88% de los bienes atesorados por los ricos gallegos se encuentran en capitales muebles , especialmente en participaciones empresariales por importe de más de 44.000 millones de euros. La siguiente partida más voluminosa es la inmobiliaria, con casi 5.000 millones invertidos en ladrillo.

Una cantidad menor, pero de importancia económica y política, es lo que la ley tributaria define como "bienes de lujo". Es decir, artículos como "joyas, pieles lujosas, automóviles, vehículos de dos o tres ruedas cuya cilindrada sea igual o superior a 125 centímetros cúbicos, embarcaciones de recreo o deportes acuáticos, aviones, avionetas, veleros y otras aeronaves". Además, también cuentan algunas obras de arte y antigüedades, pero con amplias exenciones: no pagan impuestos, por ejemplo, los bienes catalogados por su valor patrimonial.

Siempre según los datos difundidos por la Agencia Tributaria, el patrimonio suntuoso de los ricos gallegos ascendió a 267,9 millones de euros en 2022. Es una cantidad pequeña en relación al conjunto de bienes sujetos al impuesto, pero su incremento es elocuente, más aún teniendo en cuenta la entrada en vigor de dicha bonificación fiscal por decisión del Consejo: que casi 270 millones representan un 41,22% más que el año anterior, 2021, y están un 72% por encima de los bienes suntuosos acumulados en 2019, justo antes de la pandemia.

Como muestran los gráficos encima de estas líneas, los aumentos más acusados ​​en la inversión en artículos de lujo por parte de las rentas altas en Galicia se dieron en 2022 en el capítulo que recoge activos como joyas, pieles, vehículos o barcos, que descendieron ligeramente en 2021. Son algo más de 183 millones de euros, un incremento interanual del 71% y un 132% más que antes de la pandemia.

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El capítulo de objetos de arte y antigüedades es menor en la inversión total sujeta a impuestos, con algo menos de 85 millones, y su evolución también es más moderada. Esta riqueza es sólo un 2% mayor que el año anterior y ha crecido poco menos del 11% desde la pandemia.

Tras un ejercicio 2022 marcado para este impuesto por el descuento del 25% decidido por la Xunta, en la declaración de 2023 las rentas altas podrán acogerse a una bonificación aún mayor del Gobierno gallego, del 50% , aprobada en el primer año de Alfonso Rueda como presidente. Sin embargo, esa rebaja se ve parcialmente compensada por el impuesto estatal a las grandes fortunas, que en 2022 recaudó alrededor de 10 millones de euros en Galicia y contra el que el Ejecutivo gallego litigó sin éxito en el Tribunal Constitucional. Para 2024, el PP gallego ha introducido una fórmula alternativa, neutralizando "temporalmente" las reducciones del impuesto sobre bienes inmuebles con el objetivo de evitar que el impuesto estatal se recaude en nuestro país.

Consulta el artículo original en gallego en Praza.gal

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