Ucrania sospecha que 1.500 soldados de Kim Jong-un se han colado como si fueran rusos en el Ejército de Putin

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un.

Justine Brabant (Mediapart)

En 2014, la invasión de Crimea fue dirigida por misteriosos “hombrecillos verdes” que finalmente fueron identificados como militares rusos, a pesar de que Moscú negó inicialmente cualquier implicación en la operación. ¿Veremos pronto, del mismo modo, misteriosos “militares rusos” en el frente ucraniano que resulten ser soldados norcoreanos, a pesar del desmentido de Pyongyang?

Desde el 8 de octubre, los servicios de inteligencia ucranianos y surcoreanos vienen haciendo declaraciones cada vez más contundentes sobre la presencia en Rusia de militares norcoreanos, que serían entrenados allí antes de ser desplegados contra las tropas de Kiev. Por el momento, tanto Rusia como Corea del Norte niegan el envío de esas tropas.

De confirmarse, sería el mayor compromiso militar de Corea del Norte fuera de sus fronteras desde 1948 y, sobre todo, el primer despliegue de tropas regulares extranjeras en la guerra ruso-ucraniana: los países occidentales ya han enviado algunos asesores a Kiev, pero no combaten de uniforme. Esta extensión del conflicto es muy preocupante ya que Pyongyang, al igual que Moscú, dispone de armas nucleares.

Hace ya quince días que Kiev y Seúl intercambian mensajes al respecto, pero estos últimos días las afirmaciones de las dos capitales se han vuelto más específicas y han sido respaldadas por pruebas concretas que pueden corroborarse en parte.

El ministro de Defensa surcoreano, Kim Yong-hyun, declaró el 8 de octubre que era “probable” que Corea del Norte enviara soldados a Ucrania para apoyar a las tropas rusas. El 18 de octubre, el Servicio Nacional de Inteligencia (NIS), principal servicio de inteligencia de Corea del Sur, fue más concreto. Afirmó que “Corea del Norte ha comenzado a trasladar fuerzas especiales a Rusia”. Se trataría de “1.500 militares norcoreanos”, entrenados en Rusia para su despliegue en Ucrania, a los que pronto podría unirse una segunda oleada.

Un contingente de 12.000 soldados, según Seúl

Según el NIS, esas tropas están estacionadas en varias bases militares en el este de Rusia, donde se les han proporcionado uniformes, armas y documentos de identidad falsos para hacerlos pasar por ciudadanos rusos de las repúblicas de Yakutia y Buriatia.

Para apoyar sus afirmaciones, el NIS publicó rastros de GPS de barcos rusos (supuestamente utilizados para transportar soldados norcoreanos), así como imágenes de satélite que muestran grupos de militares, presentados como norcoreanos, en las bases rusas de Ussuriisk y Khabarovsk. Según la agencia de prensa Yonhap, Seúl estima que Corea del Norte está enviando a Rusia un total de 12.000 soldados.

Esos envíos militares irían acompañados de importantes entregas de armas: según el NIS, desde agosto de 2023 han sido enviados desde Pyongyang a Moscú un total de "13.000 contenedores" que incluyen "proyectiles de artillería, misiles y cohetes antitanque".

Numerosas fuentes (recopiladas en parte en este artículo del diario ucraniano Kyiv Post) ya han documentado el uso de armas norcoreanas por parte de Rusia desde 2023, capturando vídeos en los que soldados rusos agradecen a Pyongyang ese equipamiento.

En cuanto al entrenamiento de soldados norcoreanos en Rusia para ser enviados a Ucrania, la verificación es más difícil, aunque en las últimas horas han aparecido algunos elementos.

Dos vídeos publicados el 18 de octubre por una cuenta de Telegram de habla rusa muestran a docenas de soldados, presentados como norcoreanos por el autor del vídeo, entrenándose en un campo militar. No hay nada en el vídeo que permita establecer definitivamente que se trata de ciudadanos norcoreanos, pero las imágenes han sido geolocalizadas posteriormente en el campo de Sergeevka, en el sureste de Rusia, sede de la 127ª división rusa motorizada de fusileros.

Otro vídeo publicado el mismo día por las autoridades ucranianas (a través de su Centro de Comunicación Estratégica) muestra a unos cincuenta hombres en uniforme de campaña recogiendo su equipo en un hangar o una gran sala. Se les presenta como soldados norcoreanos que recogen material militar ruso para preparar su despliegue en Ucrania. El vídeo parece que fue filmado en el mismo campo de entrenamiento, en Sergeevka.

Aunque es imposible confirmar el lugar de la filmación a partir de una fuente independiente, se oye a varios hombres dando órdenes en coreano (“No cruces esa línea” y “Llévate esto”, entre otras).

Según el Institute for the Study of War, un think tank americano que publica diariamente informes de situación sobre la guerra en Ucrania, ya han sido desplegadas por Rusia varias unidades de la 127ª división motorizada de fusileros de Sergeevka contra las tropas ucranianas, en particular en Kursk a finales de agosto de 2024, y en las regiones de Donetsk y Zaporiyia desde al menos junio de 2024.

El Centro Ucraniano de Comunicaciones Estratégicas ha publicado finalmente un documento redactado en coreano y ruso, presentado como un cuestionario distribuido por la Federación Rusa a estos soldados para saber la talla de los uniformes y el calzado que debe proporcionarles. Sin embargo, hay algo raro, señalado por la prensa surcoreana: el formulario parece referirse a ropa de verano, que sería inadecuada para una estancia prolongada en Rusia o un próximo despliegue en Ucrania, donde las temperaturas invernales pueden alcanzar 30° bajo cero.

Con anterioridad, varias fuentes ucranianas, entre ellas residentes en zonas ocupadas por Rusia, han afirmado haber visto in situ a instructores militares norcoreanos, sin poder presentar imágenes o vídeos que lo prueben –los informadores ucranianos en territorios ocupados se arriesgan a ser encarcelados o torturados si les descubren–. A principios de octubre, la prensa ucraniana también afirmó que habían muerto seis oficiales norcoreanos por el impacto de un misil ucraniano cerca de la ciudad de Donetsk.

Desmentido firme de Pyongyang y más ambivalente de Moscú

Tras varios días de silencio, la República Popular Democrática de Corea negó finalmente con firmeza cualquier plan de enviar a sus soldados a Ucrania. “En cuanto a la supuesta cooperación con Rusia, mi país no cree que deba responder a esos comentarios, que pretenden difamarle y socavar las relaciones amistosas entre Estados soberanos”, protestó el 21 de octubre un representante de Pyongyang, que fue interpelado en una reunión de una comisión de Naciones Unidas sobre desarme.

El desmentido de Moscú fue más ambivalente. También preguntado sobre el tema, el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, reiteró que Pyongyang era un “vecino cercano” y un “socio” con el que Rusia está “desarrollando sus relaciones en todos los ámbitos”. “Esto no debe preocupar a nadie, porque esta cooperación no está dirigida contra terceros países”, llegó a asegurar Peskov, a pesar de los misiles norcoreanos que ya llueven sobre Ucrania.

Los socios de Kiev, en primer lugar Estados Unidos, no han confirmado hasta ahora las informaciones sobre tropas norcoreanas, pero han dejado claro que, de confirmarse, se trataría de un hecho muy preocupante.

“El envío de tropas por parte de Corea del Norte para luchar junto a Rusia en Ucrania supondría una escalada significativa”, escribió el 21 de octubre el Secretario General de la OTAN, Mark Rutte. “Sería un acontecimiento extremadamente preocupante y grave”, añadió el ministerio francés de Asuntos Exteriores.

Al implicar directamente a otra potencia nuclear considerada especialmente imprevisible, Vladimir Putin ha contribuido de hecho a una escalada del conflicto, algo de lo que lleva meses acusando a sus adversarios.

¿Quién da más?

El anuncio de la posible implicación directa de Pyongyang en la guerra de Ucrania ya ha llevado a varios países a reaccionar, echando más leña al fuego.

Lituania, uno de los Estados miembros de la UE más abiertamente opuestos al Kremlin, ha pedido a su ministro de Asuntos Exteriores que reabra el debate sobre la posibilidad de enviar tropas europeas a Ucrania. “Si se confirman los informes de que los escuadrones asesinos rusos están equipados de munición y personal militar de Corea del Norte, debemos volver a la idea de ‘boots on the ground’ [expresión inglesa de tropas sobre el terreno –ndr]  y demás ideas propuestas por Macron”, dijo Gabrielius Landsbergis al medio Politico.

A estas alturas sigue siendo muy poco probable que los socios de Ucrania, que no han autorizado a Kiev a utilizar sus municiones para atacar objetivos en suelo ruso por temor a una escalada, den este paso mucho más comprometedor. Pero algunos estados mayores europeos consideran que esta opción es una de las pocas herramientas de que disponen los europeos para intentar presionar a Vladimir Putin.

“Es importante tener esto al menos como opción. Cada vez que hablamos de tropas terrestres en Ucrania, le damos a Putin un poco más de incertidumbre sobre cómo va a evolucionar el conflicto. Y eso es bueno”, afirma el ex comandante de las fuerzas armadas estonias Riho Terhas, ahora eurodiputado del grupo conservador PPE.

Corea del Sur también está considerando la posibilidad de enviar militares a Ucrania, “incluidos oficiales de inteligencia y expertos en tácticas enemigas”, para ayudar a Kiev a combatir a los soldados de Pyongyang si se despliegan, según informaron el lunes 21 de octubre los medios surcoreanos.

Intereses mutuos bien entendidos

Este posible envío de tropas se produce en el marco de una creciente cooperación entre Moscú y Pyongyang. En junio, Vladimir Putin y Kim Jong-un firmaron un “tratado de asociación estratégica” que incluye una cláusula de asistencia mutua.

Esta cláusula podría proporcionar una base legal, a los ojos de Moscú, para utilizar los servicios de militares norcoreanos: estipula que “si una de las dos partes se encuentra en estado de guerra por la invasión armada de uno o más Estados, la otra parte debe proporcionar  sin demora asistencia militar y de otro tipo utilizando todos los medios de que disponga”.  La ofensiva ucraniana en la región rusa de Kursk podría ser utilizada por Moscú para justificar la “ayuda” de Pyongyang.

Sobre el papel, y a pesar de los riesgos de que el conflicto se extienda, podría interesar a ambos Estados. Para Corea del Norte, la guerra de Ucrania sería una oportunidad para entrenar a sus oficiales en condiciones reales y reforzar su preparación militar, en un contexto de crecientes tensiones con Corea del Sur, según creen expertos en las fuerzas armadas de Pyongyang. Para Rusia, estos refuerzos extranjeros serían una solución (temporal) para reponer efectivos: Putin necesita decenas de miles de soldados para combatir en Ucrania y reformar su ejército, pero quiere evitar tener que recurrir a la movilización, muy impopular.

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Jeonggil Park colaboró en la traducción del coreano.

 

Traducción de Miguel López

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