Por amor al partido

No deja de sorprender la última salida del histórico Juan Carlos Rodríguez Ibarra proponiendo la retirada de los tres candidatos del PSOE con el fin de evitar una fractura que dejaría muy tocado al partido. “Por este camino vamos al desolladero”, dice. Un congreso más tranquilo y sosegado —añade— daría paso a la elección de un nuevo secretario general fruto del consenso.

Lo sorprendente es que haya esperado a que se conozcan quiénes son los tres candidatos proclamados y el apoyo recibido por cada uno de ellos a través de los avales de los militantes. Parece ser que mientras la candidata Díaz aparecía como la más firme a ganar en las primarias no había ningún problema ni sospecha de fractura (¡con lo demócratas que somos nosotros!). El apoyo mayoritario de una gestora que ha ejecutado todo el proceso electoral de acuerdo con los intereses de la andaluza, el mayoritario apoyo de los barones territoriales y del propio aparato, y la poca credibilidad que daban al otro candidato, les permitía albergar la esperanza de que la llegada a la meta de la Secretaría General sería un paseo para Susana Díaz. Tranquilos, pues. No había prisa alguna. Estaba todo calculado.

¡Ja! Y ahora descubren que se han equivocado desde el principio. Y por eso hay que reconducir a toda prisa la situación y maniobrar como haga falta para impedir a toda costa que el pérfido Pedro se haga con el poder. Que sea con los votos mayoritarios de los militantes (así llegó antes) es lo de menos. La cuestión es que no hay que dejar que llegue. Por eso a estas alturas no se les ocurre otra cosa que proponer la retirada de los tres candidatos.

Ojo, esta no es solo una ocurrencia de Rodríguez Ibarra. Detrás vendrán otros con propuestas similares. Y la guinda final la pondrá la propia Susana Díaz retirándose del proceso con el argumento y la excusa de no querer colaborar en una irremediable fractura del partido que tanto ama… __________________

Joaquín Cos Delgado es socio de infoLibre