¡Corbatas fuera!
Pésanchez nos invitó –incitó– a ahorrar energía si nos quitábamos las corbatas. Esta revolución corbatil que extrangula de nuestro primer mandatario para atajar la crisis socioeconómica ya tiene muchos defensores y detractores por igual. Yo, de mi cosecha, me he atrevido añadir también una revuelta de los abanicos batiendo a todo gas (de aire).
El presidente del Gobierno tiene un plan muy estricto y urgente de ahorro energético –con recetas de la abuela incluidas– para no gastar más energía de la permitida por la UE. Estas medidas obligarán a regular los termostatos de comercios –grandes superficies, especialmente– pero también a la hostelería, a oficinas bancarias y a todos los transportes. Por supuesto todos los departamentos públicos del Estado también se regirán por estas normativas. El Gobierno lo aprobó hace días en el Consejo de Ministros y estarán vigentes hasta noviembre de 2023. La climatización debe mantenerse como mínimo a 27º en verano y a 19º como máximo en invierno.
Le critican que esas decisiones fueron de sopetón, y que no han dictaminado las excepciones, que las habrá y muchas. Les falta como siempre más pedagogía y más empatía en la comunicación. La gente anda con muchas dudas.
Claro. El ciudadano está ya con la mosca tras la oreja, hastiado de mucho prometer y luego, nada o casi nada. ¡Ay, ay, ay! esa frustración del ciudadano, como pasó en las elecciones andaluzas y en el final del mandato de Zapatero, cuando se produjo la caída del PSOE en 2011, que fue morrocotuda… A ver qué inventan ahora los sociatas, pero que sea algo más que promesas, que de eso ya tenemos muchas.
Y es que la cesta de la compra es cada vez más cara, suben los alimentos básicos, la electricidad en alza, tenemos un IPC disparatado, etc. Dice Pésanchez que este plan de ahorro y otras resoluciones bajarán la excesiva inflación (ya en un 10,8%) que tenemos. Que disminuirá esa estanflación, ese estancamiento económico, el mas alto en 38 años.
Pero cómo será esta revolución de las corbatas y abanicos a tutiplén dale que dale para que Pésanchez salga airoso en octubre del cerco socioeconómico que estrangula a su Gobierno y, de paso, a nosotros.
Para ello, parece ser que Pèsanchez ha vuelto a su baile de la Yenka. Esta vez un pasito más a la izquierda y adelante, animado por la coreografía de Unidas Podemos y sus socios de moción de censura. Se le vio a Pésanchez muy animado en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. Algo así como resucitado y en racha, (como cuando llegó de su exilio tras la expulsión por el Comité Federal socialista). Otra vez bien preparado para aguantar este año y pico de vértigo.
Qué importa la dura inflación, la crisis, la larga duración de la guerra de Ucrania y sus consecuencias socioeconómicas, restricciones energéticas, impuestos, las continuas subidas de los precios que siempre castiga a los más vulnerables... Aquí esta otra vez Pésanchez, Mr Handsome, el salvador.
Para iniciar esta revolución de las corbatas y abanicos, el jefe del Ejecutivo arrea unos impuestos especiales a la banca y a las compañías energéticas (eléctricas, gasistas y petroleras).
Y es que él dice que defiende a la gente de clase media (¿y a la baja?) y trabajadora, mientas la derecha pepera y la ultra de Vox solo buscan los beneficios de una minoría, de los más privilegiados.
Pero claro, a nosotros nos surge la gran duda sobre esta expresión de Pésanchez: “Defendemos los intereses de las clases medias y trabajadoras”. Es un decir; un decir excesivo.
El caso es que todo este batiburrillo de medidas y promesas puede quedar en agua de borrajas si sigue el sentimiento del ciudadano medio (esos que Pésanchez cree defender) de vulnerabilidad, de agobio a fin de mes, y que esas medidas parche no llegan –sí las prometen– pero luego les ahogan hasta que lleguen.
A la hora de meter la papeleta en las urnas, la mente y la cartera del ciudadano se distorsionan. Está más que harto de compromisos incumplidos y, o bien, se puede quedar en casa –ahorra energía–, o vota en blanco o a otra candidatura contraria a Pésanchez –y a sus socios. Por hartazgo, y mucho.
El presidente del Gobierno ha acusado al PP de estar en continuo catastrofismo y de que no hace nada por el bien de España. Y claro, Frijolito Freijóo, como ya lo hizo mpuntorajoy, sin hacer nada o casi nada, espera que le caiga la victoria electoral por aburrimiento. Esa era la estrategia de su asesor Arriola y funcionó.
Sobre arrimar el hombro que ha pedido Pésanchez, el PP dice que es un eslogan tonto e inútil porque la banca y las grandes empresas del Ibex-35 se lo saltarán a la torera. Si le cargan más impuestos, nos colocarán a nosotros; fijo. Tampoco están por echar una mano a la revolución corbatil ni el PP ni Vox ni lo queda de Cs. Aunque habrá que ver bien si esa minoría de privilegiados no son tan pocos como creen en el PSOE y UP.
¿Pondrán guardias y vigilantes para ver si cumplimos este pronunciamiento de Pésanchez? Recordemos que Churchill ganó la guerra pero perdió las primeras elecciones generales post-guerra, con un electorado hastiado de tanto sufrimiento y restricciones.
Y si esta revolución corbatil de Pésanchez se queda en simples gestos vanos e inocuos, el cabreo de la gente será mayúsculo. Muchas veces repite cansinamente, sin que nadie le comprenda, que las circunstancias geopolíticas han obligado a la UE a tomar medidas parecidas, aún más duras que en España.
Por no aclarar algunos de estos aspectos del plan de contingencia energética y otros temas, Pésanchez vuelve a poner en bandeja de plata al PP una precampaña electoral, por el populismo y simplismo del mensaje de los líderes peperos. En especial en Madrid, que Ayuso vuelve a las andadas. Acusa a Pésanchez de coartar la libertad y perjudicar a la comunidad madrileña (en turismo y consumo, etc.) Vamos, como ya ocurrió en las elecciones autonómicas, Ayuso se convierte en la heroína contra Pésanchez y sus medidas prohibitivas. Peligrosísimo este criterio de Ayuso. Por mentiroso, interesado y poco solidario. “Madrid no se apaga; no aceptaremos que nos conviertan en una ciudad triste, pobre y oscura”. Otra estrategia posiblemente exitosa como la que llevó a Ayuso a la Presidencia en 2021.
Nos tememos que Pésanchez ha desaprovechado la ocasión de hacer una verdadera revolución social desde la Transición. Sí, ha hecho cosas, pero lejos de lograr exitosos objetivos. Ahora piensa más en Europa (¿un carguito en la UE, al estilo del de Borrell o más alto, o la Presidencia de la internacional Socialista (IS) en noviembre?).
A veces, el Gobierno PSOE-UP no ha asentado políticas claras de Izquierdas. Pero peor estaríamos gobernados por la derecha y la ultraderecha, ¿no?
___________________
Ángel Lozano Heras es socio de infoLibre