Librepensadores
La fidelidad
Es peligroso poner a prueba a las personas. Es fácil ser fiel y honrado mientras no existe la posibilidad de dejar de serlo. Cuando las posibilidades son muchas, es difícil superar la prueba. Todo el mundo que ha caído en la tentación de robar o de engañar fue anteriormente honrado y fiel, sin duda. Pero un día se presenta la ocasión perfecta o casi perfecta y la caída en muchos casos resulta inevitable. En China lo saben y se contratan a falsos amantes para poner a prueba la fidelidad de la pareja.
Es muy posible que lo imiten en otros países a la vista de los resultados. Reconocen que allí el problema de la infidelidad es de grueso calibre, sobre todo en lo que respecta a ellos, pues el 34% de los hombres y el 14% de las mujeres engañan a sus cónyuges. Por otro lado, la contratación de esos amantes falsos o probadores de fidelidad es muy asequible, oscila entre 2,5 y 165 euros. Lo que no comprendo es qué se puede demostrar a cambio de un precio tan bajo como el de 2,5 euros. Se me ocurre que más que una prueba se proporciona al contratante una sospecha. Y es que no se toman muchas molestias los contratados, ya que la investigación se realiza a través de redes sociales (mensajes y fotos) y conversaciones.
La realidad es que probar la infidelidad de una mujer es más caro que la de un hombre, pues las empresas dedicadas a esto afirman que probar la infidelidad de una mujer es más complicado, es de suponer que la razón estriba en que son más astutas o discretas. ¿Cuántos hombres y mujeres en nuestro país superarían con éxito una prueba de fidelidad?
Por si acaso, es mejor no tentar a la suerte, no jugar con fuego, confiar en la pareja y sólo dudar cuando las evidencias estén muy claras. Hay quienes dicen que el hombre es infiel por naturaleza, pero esto me parece un mito. El perfil psicológico de la persona infiel, según algunos estudios, no detalla si se trata de un hombre o de una mujer. Según la teoría de apego de John Bowlby, las relaciones primarias establecidas con los padres durante la infancia y los primeros años de vida influyen decisivamente sobre las relaciones que se entablan en la vida adulta. Explicaciones más o menos científicas aparte, todo el mundo cree que la gente con poder y de alto nivel económico es extremadamente propensa a ser infiel. _____________________
Antonio Nadal Pería es socio de infoLibre