Cultura
Arranca el proyecto de préstamo de libros electrónicos, eBiblio
El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha puesto en marcha el proyecto eBiblio, una iniciativa con la que pretende ofrecer a los usuarios de bibliotecas públicas un total de 1.500 títulos de libros electrónicos, tal y como ha explicado este lunes el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle.
Este servicio, que será accesible durante todo el año y para acceder a él los usuarios solo tendrán que disponer de un dispositivo de lectura así como del carnet de una biblioteca pública, comenzará a ofrecerse en todas las comunidades autónomas, excepto en Cataluña, Baleares, Melilla y Cantabria, que lo tendrán listo antes de finales de este año, así como País Vasco, que cuenta con su propio servicio.
Según Lassalle, se trata de un servicio gratuito que permitirá en esta primera fase alrededor de 5,6 millones de lecturas gratuitas de forma legal, ya que cada una de las 200.000 licencias de esos títulos permite una media de 28 usos o lecturas. Su coste, que en esta primera fase ha asumido el Ministerio en su totalidad, ha sido de 1,6 millones de euros.
El proyecto se basa en la cooperación con las comunidades autónomas, que complementarán el catálogo en función de sus intereses, como puede ser la lengua del contenido de dichos libros electrónicos, ya que para esta primera fase solo se han adquirido licencias para títulos en castellano.
Lassalle ha destacado que el propósito de este proyecto es "extender al ámbito nacional el servicio de préstamo de libros electrónicos y mejorar las posibilidades de acceso a los ciudadanos, así como aumentar la diversidad, los soportes y el volumen de las colecciones de las bibliotecas públicas españolas".
Tasa de préstamo
En respuesta a las preguntas de los periodistas en referencia a la tasa en concepto de derechos de autor por el préstamo de libros que deben pagar las bibliotecas, tal y como se incluye en un Real Decreto publicado el pasado mes de agosto en el Boletín Oficial del Estado (BOE), Concepción Vilariño, de la Subdirección General de Coordinación Bibliotecaria del Ministerio, ha precisado que esa normativa está dirigida a las "obras físicas".
En cambio, en este caso, lo que se adquiere son "licencias por uso" y, por tanto, ni las bibliotecas ni las administraciones son propietarias de estos libros, según ha recalcado. "Esas licencias se adquieren durante un tiempo determinado y luego podrán renovarse o no", subraya.
En este sentido, Lassalle ha insistido en que "el sistema de licencia ya prevé la forma de remuneración que tiene el autor sobre la obra" y reitera que "no está previsto que se remunere al autor por ningún tipo de canon".
Daniel Fernández: “Todo el mundo está de acuerdo en la defensa del libro, pero los Gobiernos han hecho poco”
Ver más
En respuesta a la cuestión sobre una digitalización de futuros préstamos, Lassalle ha señalado que "el libro físico no desaparecerá nunca y el servicio bibliotecario tendrá que atender lo que es una demanda social, que es el libro físico". "Otra cosa es la demanda, que va progresivamente orientándose a la compra y adquisición de ediciones digitales", apunta.
"Afortunadamente, el libro físico no desaparecerá y todas las administraciones harán el esfuerzo por atender una demanda que tiene mucho que ver con la misión cultural más humanista que acompaña a la historia de la civilización desde el Renacimiento hasta hoy", ha señalado.
En cuanto a posibles duplicidades entre obras ofertadas y las ya digitalizadas, el director general de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas, Jesús Prieto, ha indicado que en el momento de la selección de las obras se tiene en cuenta para evitar posibles duplicidades.