ARCO 2018
La Comunidad de Madrid y la Cámara de Comercio impiden que se reponga la obra censurada sobre los "presos políticos"
La Comunidad de Madrid y la Cámara de Comercio de la ciudad consideran correcto que se haya censurado la obra de Santiago Sierra Presos políticos en la España contemporánea de ARCO. O eso se desprende de sus votos en la reunión extraordinaria de la Junta Rectora de Ifema, entidad organizadora de la mayor feria de arte del país. Después de que se conociera que el presidente del Comité Ejecutivo de Ifema había ordenado, de manera unilateral, que se descolgara la serie del artista, el Ayuntamiento de Madrid convocó a las entidades que forman parte del consorcio que rige la entidad. En una junta virtual urgente, mostró su desacuerdo con la decisión tomada y propuso que se restituyeran las obras descolgadas. El representante del Gobierno de Cifuentes y el de la Cámara votaron en contra, por lo que las piezas de Sierra seguirán en el almacén.
La serie de Santiago Sierra, uno de los artistas contemporáneos españoles más conocidos en el extranjero, ocupaba el mismo martes una de las paredes de la histórica galería Helga de Alvear. En ella se muestran los rostros pixelados de 24 personas que el autor califica de "presos políticos", entre los que se incluyen al exvicepresident Oriol Junqueras y los líderes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y de Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart. En el momento de la apertura de la feria, el miércoles a las doce de la mañana, solo se veía ya un muro vacío. De Alvear contaba a los numerosos medios congregados que había sido el propio presidente del Comité Ejecutivo de Ifema, Clemente González Soler, quien le había requerido que descolgara los cuadros. La galerista accedió.
Ifema está regida por un consorcio en el que están representados el Ayuntamiento de Madrid, la Comunidad de Madrid, la Cámara de Comercio y la Fundación Montemadrid. En su Junta Rectora, el máximo organismo de la institución, los tres primeros tienen la misma representación (31% de los votos) mientras Montemadrid cuenta con una presencia marginal (7%). El Ayuntamiento criticaba, tras conocerse la censura de los cuadros, que nadie le hubiera informado de esta medida, mientras que la Comunidad de Madrid se negó a aclarar si era conocedora de la misma. "Para el Ayuntamiento la libertad artística y de expresión son básicas y por eso no comparte la decisión", aseguraban fuentes del Gobierno de Ahora Madrid a este periódico. En la votación propuesta por el consistorio, solo la Fundación Montemadrid votó junto al él a favor de colgar de nuevo las obras retiradas, mientras que el Ejecutivo regional y la Cámara de Comercio lo hicieron en contra. De esta manera, la decisión unilateral de González Soler de censurar la serie quedaba reafirmada por los organismos públicos que sostienen la feria.
Fotografía de la obra de Santiago Sierra Presos políticos en la España contemporánea tomada el martes en ARCO. / EFE
La noticia de que la serie de Santiago Sierra no se expondría públicamente en ARCO llegaba incluso antes de la apertura oficial de la feria. A las once y media de la mañana, Ifema confirmaba que la decisión de solicitar su retirada había venido directamente de la institución ferial. "Desde el máximo respeto a la libertad de expresión", consideraba que la obra del polémico artista perjudicaba "la visibilidad del conjunto de los contenidos" de la feria de arte y que era "su responsabilidad, como organizadora, tratar de alejar de su desarrollo los discursos que desvíen la atención del conjunto de la feria". González Soler decidió, por tanto, levantar el teléfono y llamar a Helga de Alvear.
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La feria de arte contemporáneo más grande de España, una de las más importantes de Europa, tiene detrás un complejo sistema organizativo. La principal responsable del encuentro es Ifema. El patronado de la Fundación ARCO, que organiza alguna de las actividades de la feria (como sus premios al coleccionismo) y conserva la Colección ARCO (formada por las compras realizadas por el organismo durante la feria desde 1987), está formado por los integrantes del Comité Ejecutivo y la Junta Rectora de Ifema. Como contrapoderes, están el Comité Organizador (integrado por representantes de 10 galerías, por turnos) y el Consejo Asesor de la Fundación (presidido de nuevo por González Soler y que integra a representantes de empresas, museos y colecciones). La relación entre unos y otros no han sido siempre fluidas, y la decisión del presidente vuelve a ponerlas en tensión.
El director de ARCO, Carlos Urroz (nombrado por el Comité Ejecutivo de Ifema), se desmarcó de la medida, con la que aseguraba que no había tenido nada que ver, aunque sí era conocedor de la misma. "Es una decisión que parte de la presidencia de IFEMA, y yo no tengo más que decir. No me parece que hubiera que tomar esa decisión. En cualquier caso, no la comparto", declaró ante los medios en la mañana del miércoles, aclarando también que había puesto su cargo a disposición de la Junta Rectora de IFEMA. Ni él ni la galerista se negaron a ejecutar la orden, y esta última llegó a asegurar que lo había hecho porque quería "volver a ARCO" el año que viene. Aun así, ella misma advertía de la excepcionalidad de la medida: "Es la primera vez que me pasa, y voy a muchas ferias. Nunca me habían retirado ninguna obra".