Premio Princesa de Asturias

Emilio Lledó, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades

Emilio Lledó, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades

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El filósofo Emilio Lledó ha sido galardonado este miércoles con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2015. Se trata del tercer de los ocho galardones internacionales que convoca este año la Fundación Princesa de Asturias, y que cumplen con esta su XXXV edición.

El acta del jurado define al galardonado como "pensador de relevancia internacional y de trayectoria ejemplar en el ámbito de las humanidades".

Así mismo se destaca que Lledó "concibe la Filosofía como meditación sobre el lenguaje y subraya la tendencia natural del ser humano hacia la comunicación. De este modo, hace suya la razón ilustrada a través de un diálogo que impulsa la convivencia en libertad y democracia".

Uno de los miembros del jurado, el catedrático de Ciencias Políticas Benigno Pendás, ha destacado tras la lectura del acta que "Lledó es una persona que no se ha encerrado nunca en sí misma y que considera que la filosofía no es algo abstracto y puramente ideal, sino que hay que dialogar, conversar, entender las razones de los demás para poder avanzar en la convivencia".

Por estos motivos Pendás ha considerado que el galardonado "conjuga bien el premio de humanidades y el de comunicación", uno de los factores que posiblemente más ha influido en el jurado.

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Emilio Lledó Íñigo (Sevilla, 5 de noviembre de 1927) se licenció en Filosofía en la Universidad de Madrid (1952) y estudió tres años en la Universidad de Heidelberg (Alemania) con una beca de la Fundación Alexander von Humboldt. Allí tuvo ocasión de imbuirse de la filosofía alemana de postguerra y de conocer a Hans-Georg Gadamer, Karl Löwith y Otto Regenbogen. Este último le encaminó hacia la filología clásica. En 1955 regresó a la Universidad de Madrid, como profesor ayudante, y se doctoró en 1956. Un año después, regresó a la Universidad de Heidelberg como lector de español y en 1964 obtuvo la cátedra de Fundamentos de Filosofía e Historia de los Sistemas Filosóficos en la Universidad de La Laguna (Tenerife). En 1967 se trasladó a la de Barcelona como catedrático de Historia de la Filosofía. En 1978 ingresó en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) de Madrid como catedrático de Filosofía, donde permaneció hasta su jubilación. Miembro vitalicio del Instituto para Estudios Avanzados de Berlín (1988), fue elegido miembro de la Real Academia Española en 1993, ocupando el sillón l y desempeñando, entre 1998 y 2006, el cargo de académico bibliotecario. También fue presidente del comité de expertos que elaboró el Informe para la reforma de los medios de comunicación de titularidad del Estado (2005).

Ha desempeñado un importante papel en la recuperación de la filosofía griega y el Helenismo en España y ha contribuido al desarrollo de la hermenéutica en el panorama de la filosofía española contemporánea. Lledó considera que el lenguaje es un elemento esencial en el pensar y en el modo de instalarse el hombre en la sociedad o en la naturaleza. Opina que la filosofía no es sino la meditación sobre tal instalación y la historia de la filosofía se entiende como memoria colectiva del complejo proceso seguido por la humanidad.

El jurado, que leyó el veredicto a las 12.00 horas, estuvo formado por Inés Alberdi Alonso, José Antonio Álvarez Gundín, Luis María Anson Oliart, Juan Barja de Quiroga Losada, Adela Cortina Orts, Víctor García de la Concha, Javier González Ferrari, Elvira Lindo Garrido, Miguel Ángel Liso Tejada, Emilio Morenatti Fernández, José Narro Robles, Benigno Pendás García, José Antonio Vera Gil, Enrique de Ybarra e Ybarra y Alberto Anaut González.

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