Música
Los Lendakaris están vivos
Lendakaris Muertos están de vuelta. La banda de punk más irreverente de los últimos tiempos regresa con un nuevo disco, Cicatriz en la Matrix, tras dos años de parón. La portada recrea una de las fotografías más conocidas de la guerra de Vietnam, tomada por Eddie Adams, pero adaptada a los nuevos tiempos: el guerrillero del Vietcong que está a punto de recibir el disparo sostiene un palo de selfi.
En este nuevo trabajo están todos los ingrendientes que siempre han funcionado a la banda pamplonica: actitud y música punk —de hecho, su nombre es un homenaje a Dead Kennedys—, aderezados con un continuo de ironías, dobles sentidos y críticas que no dejan títere con cabeza. Cabe destacar una composición más elaborada a nivel musical, que tiene como culpable —tal y como ellos mismos reconocen— al nuevo guitarrista, Joxemi (Ska-P), que se estrena en el grupo con este disco.
"Controla mogollón y es una bestia en el escenario, pero muy serio para trabajar", bromea Aitor Ibarretxe, cantante y showman —hay que verlo en directo— de Lendakaris Muertos, en conversación con infoLibre. Cuando explica cómo entró Joxemi a la banda, parece que la historia podría dar para una letra del grupo: "Nos encontramos casualmente en el Leroy Merlin, que yo no voy nunca, pero fui no sé por qué y me lo encontré". El guitarrista, fan del conjunto, apenas tardó dos días en aceptar la oferta de subirse a los escenarios con ellos.
Pese a que el humor está presente en todos los cortes de Cicatriz en la Matrix, es cierto que "ha quedado un poco más serio", como admite el propio cantante y letrista, que bromea: "Ha sido casual... O igual no y nos estamos haciendo viejos, pero espero que no". Aun así, el disco tiene canciones dedicadas a los exalcaldes conservadores, la reportera húngara que zancadilleó a un refugiado, la gente que aplaude en los aviones e, incluso, para un tal Arnaldo Schwarzenegger.
Una de las letras más satíricas la tiene la canción doble que cuenta una "historia de amor platónico" entre un joven homosexual vasco en los ochenta y el etarra Urrusolo Sistiaga. Para que no haya malentendidos, la canción empieza y acaba con la misma advertencia: "Esto no va para nada de política. Esto no va de apología del terror", en un claro guiño a las distintas causas judiciales abiertas por este motivo.
Preguntado por si en algún momento pensaron en la autocensura para no tener que pasar por lo mismo que grupos como Def Con Dos o Soziedad Alkohólika, Aitor asegura que "esa disyuntiva" ha estado presente. "Nunca hemos pensado que íbamos a tener más problemas de los que ya hemos tenido. No han sido tan graves como otros casos, por ejemplo el de Strawberry", asevera Aitor, que lo deja claro: "A pesar de que toquemos temas polémicos, nuestras letras no hacen apología de nada, y todo el mundo lo sabe. Son letras irónicas, de cachondeo, y ya está". De cualquier modo, admite que "viendo cómo está el panorama, nunca se sabe".
La banda, denuncia, también ha sufrido presiones para que suspendieran sus conciertos: "Nos lleva pasando unos años. La AVT hizo una lista negra de grupos, en la que estamos, y cuando vamos a tocar en cualquier lado tienen una carta hecha a medida y la envían como una especie de amenaza, de extorsión, pidiendo que no nos contraten. Todo con mentiras. Si hiciéramos apología del terror estaríamos en los juzgados, con una condena firme, y no tenemos ni condenas ni nada. Al menos de momento".
"Entiendo a muchas salas cuando vamos a tocar y les llega la carta. Esa carta acojona, es algo muy formal: con sus sellos, su idioma... El lenguaje que utilizan puede meter miedo a mucha gente", zanja.
"Son juegos políticos. Al final es lo de siempre. Los de la AVT se hacen autopublicidad con estas cosas", lamenta Aitor, que añade que "usar las palabras terrorismo o apología crea una especie de alarma socialterrorismo apología , porque dices que va a tocar en el pueblo un grupo que hace apología del terrorismo, cuando eso no es cierto. Ya solo la noticia crea una alerta y es la que ellos quieren generar para sacar su propio beneficio político. Pero bueno, nosotros estamos tranquilos porque sabemos lo que decimos, y no hacemos apología del terrorismo, no tenemos ningún tipo de intención de hacerla".
Alka-ETA, diez años después
Hace diez años, la banda publicaba Se habla español, su segundo disco. En él se incluía la canción Guantánamo, con la que se ironizaba sobre el concepto Alka-ETA ("Estoy en una cárcel secreta/ pero yo no soy de Alka-ETA"), que saltó a la actualidad por su uso en la polémica obra de los titiriteros. "Nos hizo gracia cuando lo vimos", cuenta Aitor, "El concepto en realidad no es nuestro, creo que fue Jiménez Losantos. Él lo decía cuando ocurrió el 11-M". "Entonces igual habría que llevarlo a él a la cárcel, y no a todos los demás", bromea.
No es un caso aislado: los temas que tratan Lendakaris Muertos suelen estar de plena actualidad, pese a haberse escrito hace años. Y en sus críticas cabe todo: corrientes culturales como el punk o los hipster, las contradicciones de la izquierda, sarcasmos sobre las estrellas de rock o burlas hacia una sociedad adicta a los centro comerciales.
"Son casualidades", dice Aitor, que se ríe cuando le preguntan cómo hace para adelantar acontecimientos. "No tengo televisión, la quité hace años de casa, y dejé de leer periódicos y noticias. A pesar de todo, sigo enterándome de las cosas, a través de la gente, algo de Internet...", explica el cantante. "Al final, te llega lo esencial y te enteras de lo importante. Ver las noticias era para mí una sobredosis de información de todo tipo", asegura.
Con "canciones directas y sencillas", como las define el propio vocalista, sus letras tienen un "fondo" distinto al de otros grupos del género. "Dentro de la crítica social, nuestras letras dicen las cosas de otra manera. El típico grupo punki se quejará de algo amargamente, algo que está muy bien, es lo que hemos mamado, pero nosotros le damos la vuelta y la intentamos hacer desde otro punto de vista, humoristico, irónico, para darle un poco de gracia a la vida. No vamos a estar todo el día amargados", apunta.
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Relevo generacional en el punk-rock
Lendakaris Muertos, que lleva una década sobre los escenarios, echa en falta un relevo generacional en el punk-rock estatal, en el que los mismos grupos llevan más de dos décadas copando carteles de festivales. "Cuando empezamos, ya se hablaba entonces de relevo generacional, pero no se ha dado", recuerda Aitor, que señala que "la gente de los festivales llama siempre a los mismos grupos". Como anécdota, cuenta que tocaron hace poco en un festival en el que, salvo un par de excepciones, "era un cartel de hace 20 años". "No sé decir la razón, porque buenos grupos hay. No sé dónde están, pero...", dice entre risas.
"Quizás es porque la generación anterior de grupos ha sido muy buena: La Polla, Cicatriz, Kortatu, Eskorbuto, Barricada... Es muy difícil que se vuelva a repetir algo parecido", lamenta el cantante, que apunta que "la sociedad cambia e igual la gente está a otras cosas". Y zanja con una respuesta lendakariana: "Igual dentro de 20 años, cuando nos hayamos muerto todos, llega la regeneración".