De viva voz
La agonía del gallo
La agonía del gallo
¿Quién puede reír sobre esta roca fúnebre de los sacrificios de gallos?
Virgilio Piñera
Quédate aquí en la tierra
Y observa la danza sanguinolenta del gallo.
Nuestros niños y mujeres
Aprenderán los rituales
De montería.
Bailarán como animales
Bajo los efectos
De la crianza
Y el cultivo.
Nos esperarán
Como el bosque
A la tormenta
De su amante.
Nuestro será el alcor desesperado de los ciervos
Su congoja por la bala enemiga
Pronunciando ese silbato
(Ese
Forzar
Del
Salto
Hacia la muerte).
No hay ser más desvalido
Ante la caza
Que el propio ciervo
(Su salto contiene la ternura total del paroxismo)
Pero el ciervo no le ganará su lugar al gallo
Criado por nosotros,
Que se demistifica cada día
Supurando cantos
En el coro de sus plumas
En ese silencio oscuro e iluminado
Que trasciende la mocedad de las mañanas.
Mi vida es otro sol
En la superficie continental y también lo es
En el laudatorio de las islas.
En los diversos idiomas
El gallo revela su secreto:
Es un guerrero para anunciar la luz
Esgrimiendo su cresta a la penumbra
Para llevar su continuidad
Sin ser héroe
En la fecundación
De la gallina,
Género madre,
Género lucidez
Del huevo
Áureo, claro, seminal,
Fecundo.
Bárbaro su inútil aletear
Cuando nuestra mano que lo crió
Ejecuta
El rito criminal de su degüello.
*Javier Alvarado (Santiago de Veraguas, Panamá, 1982) es poeta. Su último libro, Javier Alvarado Epopeya de las comarcas (Valparaíso Ediciones, 2017).