Los diablos azules

La conquista de la libertad

El poeta Joan Margarit.

Antonio Jiménez Millán

Joan Margarit es actualmente el más leído de los poetas catalanes. Él comenzó a escribir poesía en castellano y publicó algunos títulos en los años sesenta y setenta, entre los cuales merece destacarse Crónica (1975); a partir de 1978 opta definitivamente por el catalán como lengua literaria y escribe siete libros que fueron recogidos luego en el volumen L'ordre del temps (El orden del tiempo, 1985) y recibieron diversos premios de prestigio en Cataluña (Vicent Andrés Estellés, Miquel de Palol, Carles Riba, Serra d'Or), pero de todos ellos hizo el autor una criba implacable en el primer volumen de su poesía reunida, Els primers freds. Poesia 1975-1995, editado en 2004 (con su correspondiente versión en castellano: El primer frío. Poesía 1975-1995). Le siguió Llegas tarde a tu tiempo. Poesía 1999-2002. Actualmente, los lectores cuentan con la reciente edición Todos los poemas (1975-2015) en la colección Austral y con los libros antológicos Amor y tiempo. La poesía de Joan Margarit, que publiqué yo en 2005 (editorial Litopress) y Arquitecturas de la memoria, al cuidado de José Luis Morante (editorial Cátedra, 2006). Se suma ahora esta antología, La libertad es un extraño viaje, realizada por la poeta y profesora argentina Marisa Martínez Pérsico y editada en Valparaíso.

 

Se dice muy acertadamente en el prólogo que Joan Margarit “emprende una laboriosa tarea para que la poesía [catalana] salga de su tradición neonoucentista, y se aproxime a la vida”. Muy alejado también del vanguardismo, respecto al cual ha explicado en varias ocasiones su distanciamiento, Margarit escoge una línea de expresión clara que atiende sobre todo a los conceptos de orden y estructura. Precisamente, él fue también profesor de cálculo de estructuras y más de una vez ha agradecido a su formación científica esa austeridad que, en sus poemas, le lleva a prescindir de una retórica superflua; ello no implica que evite el misterio, como aclara el propio poeta en el prólogo a El primer frío: “Cantamos al propio misterio. Queda por decidir desde donde cantar, y esa es la búsqueda que cada poeta realiza a su manera… El lugar desde el cual yo lo intento es un lugar en el tiempo. Es el instante durante el cual se conecta el mundo con el sentimiento. El instante del fogonazo, cuando se ilumina lo que es opaco y oscuro. Intento ejercer una inteligencia sentimental a través de la poesía, a la cual no pienso que le quede más característica para identificarse respecto a la prosa que la concisión y la exactitud”.

Incluso el dolor es una forma de equilibrio –un buen ejemplo es el libro Joana (2002)— y el símil de la arquitectura reafirma el proyecto de construcción del poema; como escribe Margarit en el epílogo a Cálculo de estructuras, “un poema es como la estructura de un edificio muy particular a la que no le puede faltar ni sobrar ni un pilar, ni una viga: si sacamos una sola pieza, se desplomaría”. Frente a la desolada intemperie, la poesía puede funcionar como “la última casa de misericordia”, desde un sentimiento de compasión que ya Manuel Vilas resaltaba en la obra poética de Margarit. José Luis Morante se refería otro aspecto clave: la construcción de la memoria de los vencidos en la Guerra Civil y la posguerra, fundamental no solo en sus poemas sino en el reciente libro en prosa Para tener casa hay que ganar la guerra (Austral, 2018).

Marisa Martínez Pérsico ha seleccionado 44 poemas de Joan Margarit, desde Luz de lluvia y Edad roja hasta Amar es dónde, a los que se añade uno de Pere Rovira, “Oración por J. M. R.” (Joana Margarit Ribalta). Su estudio previo se centra en algunas cuestiones relevantes en la poética del autor catalán; según ella, la poesía de Margarit “nos enseña cómo cambian los poemas de amor a lo largo de los años”. Lo comprobamos en poemas como “Mujer de primavera”, “Peligros”, “Principios y finales”, “No tires las cartas de amor”, “Aguafuerte”, “Ella me dice”, “La danza del amor”, “Comentario de texto”, “Hotel”, “El adulterio” o “Poema del deseo”. También cuenta, por supuesto, el amor filial. A propósito de Joana leemos en el prólogo que “se trata de una lírica que elude la autocomplacencia, el conformismo, las falsas ilusiones, que se aferra a la lúcida meditación sobre lo irreversible y el recuerdo del amor compartido como forma de alivio”. A la hija muerta se le dedican poemas en libros posteriores (Cálculo de estructuras, Misteriosamente feliz, Se pierde la señal),  y algunos de ellos se recogen en esta antología. Otra de las cuestiones que se abordan en el prólogo es la autotraducción, derivada del bilingüismo y constante en la obra de Margarit desde Los motivos del lobo (1993). El poeta reflexionaba sobre este hecho en Estación de Francia (1999) (“En este libro todas las versiones, modificaciones y vueltas a empezar que sufre en mis manos un poema las he realizado en catalán y en castellano a la vez. No me preocupan las diferencias entre los poemas resultantes: tienen un origen común y ambos buscan ser buenos poemas”) y en libros muy posteriores como Amar es dónde. La autotraducción debe entenderse, pues, como un acto de recreación, en un país que cuenta con una larga tradición de escritores bilingües, desde Raimon Llull y Gil Vicente hasta la actualidad.

Arrepentimiento de un criminal

Arrepentimiento de un criminal

En cuanto a la edición, lástima que la editorial haya suprimido —sin consultarlo— el apartado de bibliografía, al final del estudio previo: las citas quedan, así, en el aire, y el lector corriente no se beneficia de una supuesta “agilidad” (es un prejuicio lamentablemente extendido). Pero lo importante es la acertada selección de los poemas, que responde al hilo conductor de “la laboriosa conquista de las libertades individuales y colectivas”; ello también justifica plenamente el título, La libertad es un extraño viaje. Y concluye Marisa Martínez Pérsico: “A pesar de las dificultades del camino, la poesía de Joan Margarit es una forma eficaz de consuelo que jamás abandona la belleza de un lirismo límpido y habitable”. _____

Antonio Jiménez Millán es poeta y Catedrático de la Universidad de Málaga. Su último libro es Biología, historia (Visor, 2018). 

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