Los diablos azules

De la cosmicidad y la naturaleza. Y de sus errores

El poeta español Antonio Gamoneda durante la presentación de su libro de memorias 'La pobreza.

Antonio Gamoneda

 

se desprendió el bronce / de las ramas inmóviles.

A.G.

Vi palomas temblar en el desván del frío y otras aves volando incesantes sobre el abismo. No había luz ni sol para las palomas, las aves no tenían donde posarse.

No es cierto; es alucinación y fábula poética. En certidumbre,

sólo la inmensidad existía.

La inmensidad cuajada en el silencio que precede a las grandes tormentas.

Si la verdadera fábula es otra, prosigo fiel a la verdadera fábula.

Escuché el gemido del sílice y el aullido del basalto; advertí la combustión del cuarzo y que el ónice abrasaba las selvas volcánicas.

Era otra vez la inmensidad; la inmensidad en llamas.

Todo sucedió en un instante sin límites. Todo se destruía para nacer, todo nacía

en un solo latido.

Cesó la gran pulsación; la inmensidad asumió la geometría del relámpago y decidió las cifras del vértigo y la elíptica planetaria.

Éste fue el día del número universal. Aún era fuego la púrpura de los últimos cimacios.

Sucesivamente,

la obsidiana quebró los hexágonos y calculó los ángulos de la luz. En este punto, sucedió otro instante.

El instante era el tiempo.

Pasaron millonarios los siglos; el oxígeno y el agua se crearon a sí mismos, penetraron la química del carbono y engendraron a los seres vivientes,

así existieron los animales, los vegetales, el amor, la procreación, los alimentos.

Los seres vivientes se reunían para vivir y practicar las grandes costumbres. La empatía y la igualdad estaban en ellos. Pacíficos,

consumían los bienes y los multiplicaban.

Pero hubo seres vivientes –hombres, precisamente– que descubrieron la soledad del individuo (hay autores que afirman que no fue un descubrimiento sino una insidiosa pandemia). Fuera lo que fuese, la soledad fue un error. El primer error de la naturaleza viviente.

Los solitarios no se reconocían en la vida de todos; se reconocían únicamente a sí mismos. Olvidaron las grandes costumbres y destruyeron la empatía universal. De este modo, aparecieron sobre la tierra la división, la pobreza, el genocidio.

La pobreza y el crimen alteraron la causa natural de la muerte, depreciaron el valor de la vida y anularon el equilibrio del bienestar y la propiedad. Así empezó sobre la tierra

la era de la depredación.

La depredación implicaba la usura de poder y de beneficio, y los depredadores crearon sistemas para acumular beneficio y poder. Los sistemas crearon a su vez estrategias que acrecentaban el genocidio y el hambre.

A los genocidas se les dijo héroes y los que multiplicaban el hambre se atribuyeron el gobierno absoluto, básicamente económico, de las comunidades. Unos y otros redactaron leyes que legitimaban la depredación y la propiedad de los bienes depredados.

Pasado algún tiempo, por conveniencias de gobierno y estéticas,

se creó la democracia.

La democracia —nadie sabe qué pueda ser la democracia; quizá sea un tejido invisible o un espíritu venéfico— maquillando los resultados del crimen, promulgando derechos antinaturales, 

se constituyó en garantía, autoridad y árbitro de la depredación,

normalizando, como es natural, el hambre, la explotación y el genocidio.

En resumen:

vista la fábula cósmica, puestos ya en la que es realidad y realización de la naturaleza; es decir, puestos honradamente en su valoración objetiva y en su historia cierta, esté escrita o no;

atendiendo también honradamente a que pueda ser necesario corregir la conducta histórica y escribir otras páginas,

se hace evidente

que el hombre, la soledad, el genocidio y la democracia

fueron determinantes de que, como dijo un poeta alucinado,

"brotase el bronce en las ramas inmóviles".*

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ut supra

infoLibre tintaLibre.

,statusalbergando una dictadura económicasues ficticia.

democracia cierta, "democracia" formal incierta

democracia cierta a la comunidad gobernándose y gestionándose a sí misma directa y solidariamente, como un órgano natural integrado (análogo a un órgano biologico), no mediante una organización profesional-política

gestionándose a sí misma consu propia articulación directiva política:

+ +estaban en la realidad con voluntad depredadora.

zoonosis¿sapiens?empatía natural. homínidos.

sistema. modificación profunda del sistema. Revolución.

Una revolución ciertaen un país inciertamente "democratizado",

no se trata de anarquismo ni de comunismo.

La revolución (un movimiento ciudadano) NO sería violenta, sino progresiva y pacífica en todos sus aspectos. NO sería una revolución de clase. NO supondría eliminación inicial ni forzada de las "viejas" formas de gobierno y representación, que cesarían por sí mismas NO habría presencia popular de electores ni elegibles en elecciones convocadaa por el "viejo" sistema.NO habría anulación ni sustitución abruptas de la propiedad privada de bienes y medios de producción.NO repartiría beneficios derivados de producción-distribución NO existiría otra retribución que la del trabajo La vivienda NO sería objeto de propiedad privada Las coberturas de salud, dependencia, residencia de ancianos, educación y cultura NO comportarían privatización ni lucro.

activaría la anulación progresiva del sistema capitalista productivo y comercial, mediante la abstención y la desviación orientadas del consumo y el mercado. habrían de crearse un sistema productivo y un mercado social no lucrativos,mercado primario de intercambio. La oferta de ambos mercados sería regulada, y el consumo orientado, a ser subsistencial (no elemental ni inferior). se crearían grandes y pequeñas redes cooperativas zonificadas de producción-transformación-distribución de bienes. se tendería a eliminar (mediante información, desvío y encarecimiento táctico) el consumismo tóxico, y se estimularía la reducción del consumismo en general, se crearían estrategias para frenar el crecimiento y descentralizar mercados, servicios y gestiones en las grandes ciudades, se estimularía la repoblación productiva de espacios campesinos y agrarios. se practicarían estrategias para crear un flujo de creadores y trabajadores científicos y tecnológicos del sector privado al social. se promoverían equipos encargados de conducir y mantener el nuevo tejido productivo–distribuidor. se activaría un movimiento orientado a reducire la circulación del dinero efectivo.no ni medio se estimularía una tendencia a que el transporte, en todos sus niveles y con pocas excepciones, fuese trasporte público. se llevaría a cabo una anulación progresiva (no abrupta) de usos-legislaciones de herencia y transmisión lucrativa de bienes raíces, recursos y medios de producción. se produciría una desaparición progresiva de los valores financieros y de su dinámica La banca sería un mecanismo (no lucrativo) de servicios.

Soy consciente del carácter general de las propuestas, pero también lo soy de que la realización pacífica y progresiva de los movimientos anotados haría insostenible, dentro de un plazo calculable, el sistema productivo y de mercado capitalista. En España y en cualquier país. Caerían también por sí mismos los mecanismos y los poderes públicos legislativos y de gobierno, con sus prolongaciones institucionales, es decir, los poderes que articulan la aplicación de la "democracia" formal. La sustitución de esto poderes sería con estructuras propias de un Gobierno directo, popular-social y técnico, diseñado para la cobertura de necesidades. Las claves ideologícas y prácticas del proyecto están precisamente en la sustitución de los derechos por las necesidades.

Es fácil ver en la Constitución Española (menos de una línea en cada uno de sus Artículos 33 y 38) la brevedad con que,sin restricción alguna, reconoce taxativamenteel derecho a la propiedad privada y a lalibertad de empresa en el marcode la economía de mercado. Son dos normas mayores y dirimentes: deciden (sin mencionarlas) las estructuras de la Nación y las desigualdades objetivas del nivel de vida de las personas. Dicho de otro modo: definen y legitiman la riqueza y la pobreza.

La Constitución reconoce otros derechos a "todos los españoles". Entre ellos están (Artículos 35 y 47) el derecho al trabajo y el derecho a una vivienda digna. La literalidad de los reconocimientos es también taxativa y sin restricciones. Complementariamente, el Artículo 35 prevé un Estatuto de los trabajadores regulado por la Ley, y el 47 encomienda a "los poderes públicos" la efectividad de la decisión.

El literal de estos dos artículos parece correcto. Cabe observar alguna imprecisión en lo que concierne a la efectividad para "todos los españoles", pero esta imprecisión podría salvarse en el "Estatuto" y en la actuación de "los poderes públicos".

He visto el Estatuto de los trabajadores. Me basta el Artículo 1: su aplicación se limita a trabajadores que ya presten sus servicios. Y aquí surge la pregunta: ¿qué valor tiene el reconocimiento constitucional a "todos los españoles" del derecho a trabajar cuando uno de cada cinco españoles no tiene ni va a tener trabajo?

Para la vivienda, no he logrado más documentación que estadísticas de ocupación y desahucio. No obstante, está claro: no hay vivienda para los españoles que no puedan comprarla o pagar un alquiler elevado.

En realidad, sobra cualquier documentación. El reconocimiento de derechos que la Constitución hace para cobertura de las Necesidades subsistenciales de trabajo y vivienda, no es efectivo; no se cumple en los hechos: la Constitución y los poderes públicos no son causa suficiente para que sus propias afirmaciones se realicen.

Recapitulando: se advierte en la Constitución una diferencia de valor (no expresa, subyace implícita) entre el literal de los derechos aprobados de Propiedad Privada y Libertad de Empresa y los de Trabajo y Vivienda. Los primeros son universales; los segundos, sólo contingentes. No es sólo una diferencia: es una contradicción.

Revolución pacífica y progresiva, orientada a la fundación de una Democracia cierta, histórica y actualmente entendida y practicada; una Democracia acorde con la realidad existencial y convivencial.Con las necesidades.

no no ni no

los NO y relacionados párrafos arriba, son difíciles pero posibles; mejoran los medios y fines de las revoluciones clásicas y suponen la adquisición progresiva de una cultura que comportará la presencia, también progresiva, de la empatía, que ha de realizarse en términos de voluntad, simpatía (simpatía, en el total valor semántico de la palabra) y conducta. Cabe llamar "Cultura de la pobreza" a este conjunto. Una pobreza sin carencias, digna y elegida, que recupera bienes y gozos extraviados en el consumismo y la incultura de la "democracia" incierta.Su realización estaría en una perspectiva de 10-20 años.

Gamoneda publica segundo volumen de sus memorias: "Me pregunto si la posguerra ha terminado en España"

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cultura de la palabra.La "democracia" incierta ha creado un lenguaje nocivo que perturba el conocimiento de la realidad. Los jóvenes soportan ya, clínicamente, una enfermedad pandémica de origen consumista saneamiento del lenguajeintoxicado.de consumo.

La base y la clave del movimiento revolucionario descrito consiste en provocar progresiva y pacíficamente la quiebra del sistema capitalista de producción y mercado, mediante la abstención-abolición del consumismo y la desviación-reorientación del consumo, sustituyéndolo progresivamente, articulando mecanismos sociales y técnicos para el gobierno y la cobertura de las Necesidades. Hago un ensayo de síntesis extremada: Si la "democracia" formal incluye una dictadura económica, la revolución ha de ser básicamente económica.

La cultura de una nueva realidad y la creación de otras estructuras y modos convivencialesparecen corresponderse con ese "no ser los mismos después del coronavirus", si el mal es universal también han de serlo los bienes y recursoslos de siempre mueven ya estrategias para retornarnos a su normalidad.

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