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Cultura

La mitad de los españoles ya lee libros de manera frecuente

Asistentes a la Feria del Libro de Madrid en su edición de 2019.

Por primera vez, el número de lectores habituales en España alcanzó la mitad de la población en 2019. Es lo que revela el Informe de hábitos de lectura y compra de libros, elaborado anualmente por la Federación de Gremios de Editores de España, hecho público el viernes. El barómetro concluye que quienes leen todos o casi todos los días y quienes lo hacen una o dos veces por semana suman ya el 50% de los encuestados: es solo 0,7 puntos más que el año pasado, pero el aumento indica que la progresión ascendente continúa y, además, alcanza por primera vez este límite psicológico. Del otro lado, el porcentaje de no lectores sigue bajando, pero se sitúa aún en el 37,8%, apenas cuantro puntos menos que en 2011. Las comparaciones son odiosas: en Francia, esta cifra es del 12%

Las cifras mejoran, pero lentamente. O, en palabras del ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, se produce "un incremento constante y esperanzador". El trasvase de un grupo a otro se produce, además, de la mejor manera posible: apenas aumenta la proporción de lectores ocasionales —quienes leen alguna vez al mes o al trimestre—, el 12,2% del total, y crece el grupo de los lectores frecuentes. Es decir, una vez que alguien comienza a leer, es más probable que lo haga a menudo que de tanto en tanto. En los últimos tres años, además, ha aumentado la cifra de quienes leen en su tiempo libre en todos los grupos educativos, desde quienes tienen solo estudios primarios a quienes pasaron por la universidad. 

Hábitos de lectura según franjas de edad. Barómetro de hábitos de lectura, 2019. / FGEE

El punto clave sigue estando en la adolescencia: si entre los 10 y los 14 años el 77% de los encuestados son lectores frecuentes, entre los 15 y los 18 años esté grupo desciende hasta el 49,8%. A partir de aquí, se mantiene más o menos estable a lo largo de toda la vida, por lo que se puede concluir que quien tiene asentado el hábito de la lectura antes de la mayoría de edad, lo conserva. Los responsables del estudio lo tienen claro: el final de la enseñanza obligatoria, y de las lecturas que lleva aparejadas, es un momento crítico para la lectura. "Nos dice el informe que hay que fomentar la lectura, y podríamos pensar que hay que hacerlo en los colegios", apuntaba el presidente de la FGEE, Miguel Barrero, "pero donde más se lee es en los colegios". En su opinión, hay que elaborar una campaña "con más inteligencia" que no se circunscriba solo a primaria y secundaria, cuando "los escolares están inmersos en una cultura lectora".

Quienes no leen libros o leen poco, culpan de ello sobre todo a la falta de tiempo (49,1%), pero casi tres de cada diez aseguran simplemente que "no le gusta" o "no le interesa", una cifra un poco más baja que la del año anterior. El 24% prefiere emplear su tiempo libre en otros asuntos, entre los que se menciona hacer deporte (31,3%), ver la televisión (24,8%) o pasear (24,3%). En comparación con estas actividades, la de usar el ordenador o navegar por Internet es mucho menos mencionada por los encuestados (9,4%), y menos aún lo son otras aficiones, como hacer senderismo (5,1%) o ir al cine (3,4%). En cualquier caso, cuando se le preguntó cuál era la matería del último libro que había leído, la inmensa mayoría contestó que se trataba de un volumen de literatura (73%), con preminencia de la narrativa, en papel (82,5%) y en castellano (92%). 

Hábitos de lectura por comunidad autónoma. Barómetro de hábitos de lectura, 2019. / FGEE

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Hay algún otro dato inquietante en el estudio. Se mantienen año tras año las diferencias entre comunidades autónomas. Madrid es la región con más lectores en su tiempo libre (el 72,8%), y queda por encima de la media junto a País Vasco, Navarra, Cataluña, La Rioja y Aragón. En la cola está Extremadura (52,2%, 20 puntos menos que Madrid), Andalucía y Canarias. Este listado se corresponde con bastante precisión con el del PIB per capita: a mayor riqueza, mayor público lector. La directora general del Libro y Fomento de la Lectura, Mª José Gálvez, hasta el pasado enero editora en el sello Tirant Lo Blanch, aseguraba que este asunto se abordará en una reunión con las comunidades autónomas que se celebrará la semana prózima. "Los datos apuntan", añadía el representante de los editores, "a poblaciones con menor nivel de estudios y zonas rurales". En opinión de Barrero habría que trabajar, además, con los ayuntamientos, con una mayor potenciación de las librerías. A este respecto, Gálvez ha asegurado que se prepara un "incremento importante" de estas partidas en los próximos presupuestos. 

Diferencias por género según la franja de edad entre quienes leen libros en su tiempo libre. Barómetro de hábitos de lectura, 2019. / FGEE

También preocupan las cifras que se refieren al género de los lectores. Las mujeres continúan siendo las más lectoras, y superan a los hombres en todas las franjas de edad. Pero la diferencia parece ampliarse, además, en ciertos tramos, sobre todo a partir de los 35 años. Si a esta edad el 73% de las mujeres se acerca a los libros en su tiempo libre, solo lo hace el 55,5% de ellos. Esto se agrava entre los 55 y los 64, cuando el 77,5% de las mujeres lee como hobbyhobby, y solo lo hace el 48% de los hombres. Entre los 14 y los 35 años también hay distancia entre ambos grupos, pero más bajas, de entre 9 y 5 puntos. Los datos del barómetro permiten inferir, que mientras ellas mantienen y amplian el hábito de la lectura a lo largo de su vida, ellos lo van perdiendo gradualmente. Ambos grupos se encuentran solo a partir de los 65 años. "Tenemos que persuadir al sexo masculino del valor de la lectura", decía Miguel Barrero. De hecho, el perfil más lector en España es el de una mujer urbana y universitaria de más de 55 años. Aquí, las comparaciones confirman la tendencia: en Francia, las mujeres de más de 65 años son las que más habitualmente leen y las que más libros consumen. 

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