José Sacristán, sobre la ultraderecha: "Oigo ecos antiguos que me ponen los pelos de punta"
José Sacristán (Chinchón, 1937) está preocupado por el ascenso de la ultraderecha en España. "A distinguir me paro las voces de los ecos", ha asegurado, recitando a Antonio Machado, para manifestar su inquietud personal con total claridad: "Oigo en algunas voces de estos responsables políticos y sus seguidores ecos antiguos que no me gustan nada, que me ponen los pelos de punta".
Tras conceder que esos líderes políticos de ultraderecha "están ahí porque un montón de españoles así lo han decidido", ha querido también hacer "autocrítica" preguntándose por el papel de la otra parte de la bancada parlamentaria en este ascenso: "¿En qué puñetas, en qué medida o en qué punto, o en cuántos puntos o medidas o puñetas, la izquierda viene equivocándose en este país?"
En esta línea, ha asegurado que, "a nivel parlamentario", echa de menos un nivel un poco más "civilizado" en el que "los responsables políticos no apelen siempre a lo más innoble de su electorado". "Por deformación profesional, un actor o una actriz, cuando tiene posibilidad de elegir, elige un repertorio que supone que la gente va a querer ver. En ocasiones el político apela a lo más innoble, a lo más zafio, a lo más vulgar y a lo más provocador porque sabe que es eso lo que le gusta a su electorado", ha destacado.
Además, ha afirmado que España "no está peor" ahora que décadas atrás, más que nada porque antes "ibas a darle a un grifo y no salía agua". Eso sí, ha lamentado que como país no logremos alcanzar cotas más altas de "civismo y de sentido común, con un poco menos de necedad", entre otras cosas por "la improcedencia de un sector de la izquierda y el advenimiento de una forma de entender la convivencia" desde la derecha que a él no le parece correcta.
Sacristán ha hecho estas reflexiones en un encuentro con la prensa este jueves en la Academia de Cine con motivo del Goya de Honor que recibirá en la gala del próximo 12 de febrero. "Yo no iba a los rodajes cantando La internacional, pero nunca he ocultado mi manera de pensar", ha remarcado en otro punto, relacionando sus preferencias políticas con sus inicios interpretativos, apostillando además: "Y debo decir que los primeros que confiaron en mí eran gente muy próxima al régimen de Franco, entre ellos José Luis Sáenz de Heredia, que era primo de José Antonio Primo de Rivera, o Mariano Ozores y Pedro Masó".
Incluso se ha animado el actor a plantear que su nivel de militancia con el PCE siempre ha sido de "compañero de viaje", puesto que le ha costado siempre mucho "asumir las disciplinas de la militancia entendida de manera seria". "Pero he sido compañero de viaje y ahí sigo estando, por supuesto, en la izquierda", ha remachado, al tiempo que ha asegurado desconocer si ha tenido algún problema en su carrera por su forma de pensar. "Paradójicamente, si he tenido problemas fueron un par de veces con los socialistas por salir a defender el atropello que sufría mi amiga Pilar Miró por gente de su propio partido", ha rememorado.
La continuidad en el trabajo es la mejor medida del éxito
La Junta Directiva de la Academia de Cine otorgó por unanimidad el pasado noviembre el Goya de Honor a Sacristán "por ser un modelo de entrega, pasión, ética y profesionalidad para todos los cineastas jóvenes. Por ser el rostro y la voz del cine español de las últimas seis décadas. Por saber representarnos de forma única en tantos títulos inolvidables que forman parte de nuestra memoria íntima. Y por haber sabido adelantar desde el reflejo que nos ha devuelto en la pantalla algunos de los grandes cambios que hemos vivido en nuestro cine y en nuestra sociedad".
El presidente de la Academia, Mariano Barroso, ha recordado estas palabras al presentar al actor, quien se ha mostrado agradecido y encantado por los premios y los reconocimientos, a pesar de no considerar el oficio interpretativo como algo competitivo: "Hay gente que se empeña en hacerlo competitivo y, bueno, cuando me toca me pongo contento, siempre sabiendo que es temerario vivir esperando a que los demás vengan a decirte si eres el mejor o no. La continuidad en el trabajo es la mejor medida del éxito, más aún en un país como este".
"Pobre de aquel que crea que ya lo sabe todo en este oficio, que es un aprendizaje continuo", ha recalcado en otro momento en el que ha asegurado que le encanta trabajar con los más jóvenes para seguir aprendiendo y manteniendo la curiosidad. "Hay quien se ha muerto de viejo haciéndolo igual de mal que el primer día", ha bromeado, luego remachando: "Bienvenido sea el encuentro con los jóvenes. Es formidable y saludable. Rejuvenece, qué puñetas, te hace estar vivo".
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De todas las palabras que salen de la boca de Sacristán se desprende un profundo amor por su oficio. Por eso sigue sobre las tablas a sus envidiables 84 años, con un sentido del humor siempre al volante. "No me planteo retirarme, antes monja", ha lanzado, provocando la carcajada generalizada. "Esto mío es una necesidad que sigo sintiendo y la madre naturaleza me da la fuerza. Mientras aguantemos el tirón con un mínimo de lucidez, ahí seguiremos", ha adelantado.
Echando la vista atrás, el también Premio Nacional de Cinematografía en 2021 se reconoce "perfectamente en el camino recorrido". "Todas y cada una de las películas que he hecho forman parte de mi vida. Estuvieron ahí no solamente para ayudarme a vivir, sino a alimentar la ilusión de ser actor. Unas me gustan más que otras, pero que nadie toque un pelo a los que confiaron en mí, aunque sea cierto que algunas películas hay que verlas con cierta piedad", ha rememorado.
Por último, ha defendido que en el cine español sigue habiendo "un talento y un coraje bárbaros", así como "mucha variedad de puntos de vista en los directores". Y ha rematado: "Tengo la suerte de seguir disfrutando muchísimo, casi tanto o más, como espectador que como profesional del cine. Es que el cine nos ha dado la vida a un montón de gente".