'Visiones de un naufragio', prensa en arte para no olvidar la crisis de los refugiados

"Que no se olvide la crisis de los refugiados y de los migrantesla crisis de los refugiados y de los migrantes, una tragedia humana tan tremenda, en la que no se está haciendo nada verdaderamente eficaz para pararla y que ya raramente aparece en los medios con la dimensión que realmente tiene". Este es el principal objetivo que la periodista Ángeles Bazán persigue en su exposición Visiones de un naufragio, que la Fundación Diario Madrid acoge en su sede —en Larra, 14 (Madrid)— desde este martes 24 octubre hasta el 2 de noviembre.

"Es una tragedia que sigue estando allí. Ellos siguen llegando, siguen huyendo de la guerra, siguen cruzando el mar, siguen muriendo a merced de las mafias y, los que se salvan, siguen enfrentándose a las vallas, a los muros, a la intransigencia, a leyes restrictivas", sostiene en declaraciones a infoLibre su autora, que a través de un conjunto de figuras y cuadros plasma "la frustración de que la Unión Europea no esté a la altura", pero también "la solidaridad, la entrega desinteresada de personas anónimas, de profesionales de muchos ámbitos, el trabajo de las ONG, el comportamiento de algunas instituciones e iniciativas ciudadanas".

 

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Una de las pinturas que integran la exposición Visiones de un naufragio, de la periodista Ángeles Bazán. FDM.

Visiones de un naufragio es el resultado de emplear "la prensa como inspiradora del arte y también la prensa en el arte", explica la artista, que en su obra emplea artículos, fotografías y reportajes —publicados tanto en medios nacionales como internacionales— no solo como fuente de inspiración, sino que los recoge físicamente y forman parte de su cuerpo. Así, la combinación de esos recortes de prensa con "restos de naufragio" —arenas de playa, telas de vela, redes y maderas pulidas por las aguas, recogidas en las costas del Mediterráneo— buscan que la tragedia migratoria sea recordada. "Una obra de arte siempre está ahí, las noticias las leemos hoy y mañana las olvidamos", recuerda la periodista.

"Leía artículos tan sangrantes que te preguntabas cómo es posible que esté ocurriendo esto en pleno siglo XXI y que mañana no exista", confiesa la autora, que considera que cuando haya pasado el tiempo y se analice lo ocurrido en esta década "nadie con un mínimo de sensibilidad" podrá explicarse cómo se pudo consentir un drama humano de tal magnitud y "cómo pudimos soportar tanta indiferencia". De este modo, expone que la exposición es "un homenaje a las víctimas de este drama, pero también a quienes demuestran empatía con quienes lo sufren y se comportan como se espera que lo haga un ser humano".