Los abusos de la banca
La banca sigue enganchada al dinero barato mientras mantiene cerrado el grifo del crédito
La banca sigue enganchada al dinero barato. Buena parte de su negocio depende de los beneficios que obtiene con la inversión en deuda pública. La tarea primordial, conceder crédito a empresas y familias, sigue en un segundo plano y no arranca. Así lo indican los datos hechos públicos por el Banco de España referidos al pasado mes de mayo, mes en el que el nuevo crédito destinado a las empresas sumó 26.478 millones. En un año, el crédito al sector empresarial ha caído un 13%. Los créditos a las empresas suman en lo que va de año 234.449 millones. Sonniveles del año 2005.
Con la línea de negocio fundamental tocada, los bancos hacen caja aprovechando la abundancia de dinero barato. Lo toman del Banco Central Europeo (BCE) y lo invierten en deuda pública. El diferencial entre los tipos oficiales (0,15%) y la rentabilidad de los bonos (última cotización, al 2,55%) compensa la caída de actividad del negocio tradicional.
Las cuentas de la banca hechas públicas por la patronal bancaria AEB y por las cajas (CECA) muestran que las operaciones con deuda suponen casi el 20% de su margen bruto (la diferencia entre los ingresos y los costes financieros).En entidades como Liberbank o Banco de Sabadell, la deuda aporta más del 50%:; en otras también punteras como Banco Santander (37,4%) o BBVA (23,5%), el juego del llamado carry trade también es parte fundamental de los beneficios.
La vía más fácil
Con los bancos enganchados a la generación de beneficios por la vía más fácil, será complicado que se cumplan los deseos del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi de que el aumento de dinero barato en circulación sirva al fin para reanimar el crédito y la economía de la zona euro.
En la comparecencia en el Parlamento Europeo esta semana, Draghi aseguró que "La situación general es tal que estas operaciones de carry tradecarry trade van a ser mucho menos rentables". Lo cierto es que en el pasado lo fueron mucho. A finales de 2011 y principios de 2012, el BCE inundó el sistema bancario con dinero barato a tres años (un billón de euros) que acabó empantanado en lagos de deuda pública.
En un nuevo intento por animar el crédito, el BCE ha anunciado más dinero barato (hasta otro billón de euros) condicionado a que la banca conceda créditos y financie, en suma, a la economía real. Si el dinero barato que los bancos tomen prestado no lo dedican al crédito, tendrán que devolverlo. Pero las devoluciones deberán hacerlas allá por 2016, por lo que, al fin, la tentación de tomar prestado dinero barato, invertirlo en deuda, obtener beneficio no está conjurada.
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El mecanismo previsto por el BCE para engrasar la rueda del crédito se denomina programa TLTRO (targeted longer-term refinancing operations, es decir, operaciones de refinanciación a largo plazo). Ese programa llegará al sistema bancario por partes. En primer lugar, 400.000 millones en las dos subastas que se celebrarán en septiembre y diciembre.
Las siguientes rondas de liquidez tendrán más condiciones. Las entidades podrán solicitar préstamos por un total de hasta tres veces los créditos que hayan concedido al sector privado. Si no demuestran haber cumplido los objetivos fijados por el banco central para hacer fluir el crédito, deberán devolver la liquidez recibida en septiembre de 2016. Pero quizá, advierten los especialistas, les salga a cuenta.
El temor a que la liquidez anegue el sistema bancario sin dar los frutos deseados está detrás del análisis que ha hecho el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, guardían de la ortodoxia monetaria en el BCE. En un discurso pronunciado en la Bolsa de Madrid, Weidmann ha recomendado romper el nexo de unión entre el sector bancario y la deuda soberana.