ERE EN LA BANCA
Caixabank plantea el traslado forzoso de 2.000 trabajadores
Las negociaciones sobre el despido colectivo en Caixabank han quedado bloqueadas en su cuarta reunión cuando la entidad financiera ha propuesto a los sindicatos el traslado forzoso de 2.000 empleados, la mitad de ellos a más de 150 kilómetros del centro de trabajo actual.
Además, la dirección insiste en ejecutar despidos si con las jubilaciones anticipadas y prejubilaciones no se alcanzan los 3.002 puestos de trabajo que quiere eliminar.
Para UGT, CCOO y SECPB, se trata de dos cuestiones capitales que deben retirarse de la mesa el próximo lunes, fecha de la siguiente cita, si el banco pretende evitar “un conflicto” a la vuelta de la Semana Santa, advierte Joan Sierra, secretario general de la sección sindical de CCOO en Caixabank. La movilidad geográfica es una de las medidas de flexibilidad que la reforma laboral ha facilitado al empresario.
Con prisas
El último movimiento de la empresa ha roto el buen ánimo con que terminó el jueves la tercera reunión con los sindicatos, una vez que Caixabank descartó despedir a los 743 trabajadores de Banca Cívica sometidos ahora a un ERE de suspensión temporal de sus contratos. La entidad catalana compró Banco Cívica en agosto de 2012, lo que le supuso la integración de una plantilla adicional de 5.700 trabajadores. Banca Cívica fue, a su vez, el resultado de la fusión de Caja Navarra, CajaCanarias, Caja de Burgos y Cajasol.
Ambas partes habían acordado adelantar el comienzo de las negociaciones formales –a las que en Caixabank suele preceder otro mes de conversaciones previas, explican fuentes de la entidad– para intentar llegar a un pacto firme antes del 1 de abril. Ese día es el límite que ha fijado el decreto sobre prejubilaciones anticipadas aprobado por el Gobierno el pasado viernes para que se aplique la nueva normativa. Tanto a los sindicatos como a la dirección les “interesa” acogerse a las condiciones previas al cambio legal, que endurece el acceso al retiro anticipado e impone a las empresas con beneficios el pago de las prestaciones por desempleo y las cotizaciones de los trabajadores mayores de 50 años que despida.
Éste sería el caso de Caixabank, que ganó 230 millones de euros el último año y 1.185 millones en 2011.
Fainé paga todas las prejubilaciones
Se da la doble circunstancia de que éste es el primer ERE que presenta la entidad presidida por Isidro Fainé, y de que hasta ahora todas las prejubilaciones que ha llevado cabo en la última década han sido sufragadas al 100% por el propio banco. Primero con cargo a sus reservas; después, al cambiar la ley, con cargo a la propia cuenta de resultados. “Pagaban el sueldo, las cotizaciones, el seguro, el plan de pensiones… nunca se ha aprovechado del Estado para despedir a nadie”, explica Manel Huertas, responsable de cajas de ahorro en la UGT catalana.
Ahora, por el contrario, la primera propuesta de la empresa han sido los despidos; eso sí, con una indemnización de 40 días por año trabajado hasta 36 mensualidades. Aunque la entidad no revela qué parte de su plantilla –32.625 personas, incluidas las procedentes de Banca Cívica– supera los 50 años, ni qué porcentaje de los despedidos excederá esa edad –los dos parámetros que el decreto utiliza para calcular la cuantía del pago que debería hacer la empresa al Tesoro Público–, los sindicatos creen que la aportación sería “algo superior” en el caso de que no pudiera acogerse a la norma antigua. “Pero no creo”, matiza enseguida Joan Sierra, “que ése sea un elemento significativo de la negociación”.
Contrapropuesta de los sindicatos
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La contrapropuesta sindical, en cualquier caso, consiste precisamente en cubrir la cifra de los 3.002 con prejubilaciones de trabajadores a partir de los 58 años, pero espaciadas a lo largo de dos años. Teniendo en cuenta, aseguran CCOO y UGT, el número de empleados con esa edad, por un lado, y, por otro, que en prejubilaciones anteriores se apuntaban hasta el 80% de los empleados candidatos, no sería necesario despedir a nadie.
Por su parte, la dirección accedió el jueves a aumentar hasta 45 días por año y 24 mensualidades la indemnización para las bajas voluntarias. También ofrece pagar hasta el 60% del sueldo a quienes se vayan con 63 años, y el 57% a quienes tengan entre 53 y 57 años. Un empleado de Caixabank en el nivel más bajo empieza cobrando 1.529 euros brutos al mes, según el convenio; un subdirector de sucursal, 3.323 euros brutos sin contar pluses y complementos, ni el 5% de aumento por matrimonio o el 5% por hijo.
Las cifras ofrecidas por la entidad catalana siguen la tendencia de otros ERE similares en el sector bancario español. Mientras BankiaBankia, pese a sus pérdidas récord de 19.000 millones en 2012, ofreció indemnizaciones de 30 días para las bajas voluntarias, más una prima de 2.000 euros por cada trienio en la empresa, el Santander pactó hasta 50 días por año con un máximo de 42 mensualidades. Todas ellas, muy por encima de los 20 días consagrados en la reforma laboral.